En septiembre de 2021 un grupo de diputadas chilenas presentó un proyecto de ley para “garantizar los derechos menstruales de las personas”.
El proyecto fue aprobado el pasado 11 de abril, sin embargo un diputado sugirió sustituir la palabra mujer, por persona menstruante. El explicaba que hay hombres trans o personas no binarias que menstrúan también, ¡me entero de esto a mi edad!.
Debo confesar de que dentro del gran universo de personas que conozco, no hay hombres que necesiten toallas sanitarias, bueno en Venezuela muchos piensan que eso se llama Modesss.
Es muy triste, que un país desarrollado como Chile, con un grado de cultura importante tenga tener una ley para garantizar a sus ciudadanos el acceso a productos de higiene personal, eso es un tema de mercado que no necesita ninguna regulación, pero hay un trasfondo en toda esta historia.
La nueva izquierda, muy desgraciada por cierto, se mueve de una manera profundamente coordinada a nivel mundial y maneja un abanico de temas que irrita a nivel colectivo, con ello distraen a la sociedad en este tipo de discusiones y así ellos logran colar sus grandes proyectos.
Esta gentuza consigue amalgamar a todo lo que representa miseria, y generan unas falsas solidaridades con temas como: emigración, pobreza, minorías, asuntos ecológicos, también intentan atraer a los grupos rebeldes LGBT, los que no representan a nadie, porque ese grupo en esencia está por encima de toda estupidez.
En las redes reiteran permanentemente que “está en juego el más elevado sentido de humanidad y respeto de la diversidad,” pero de verdad están haciendo mucho daño.
Hoy se está atacando a la institución familiar, no me cansare de repetirlo, se demoniza a la iglesia y a la religión en general, se retan las leyes de la moralidad y se opaca el concepto de Dios. La fe es un factor perturbador, un obstáculo incómodo para los comunistas.
El plan pasa por la construcción de una nueva realidad, tergiversando la historia, se eliminan personajes del pasado que no interesen, se controla
el lenguaje y el pensamiento, se cambian el nombre de calles, avenidas y pueblos, se modifican los textos de estudio. Se opaca la meritocracia y la institucionalidad. Buscan fabricar un nuevo un individuo sin dignidad para tenerlo sometido.
El Chile de hoy, promueve a las personas transgénero, buscan así el borrado de las mujeres, se trabaja en contra de la maternidad, se mira la fertilidad como una maldición, a la mujer hay que “incorporarla a la producción y liberarla de la reproducción”. La mujer en el ámbito familiar es un antivalor. Finalmente trabajan para eliminar el sexo como característica biológica y lo sustituyen por un concepto subjetivo identidad de género. A pesar de esto algunas mujeres piensan que están consiguiendo reivindicaciones.
Tenemos que seguir luchando en contra de esta podredumbre, sobre todo para no ser parte de una nueva esclavitud.
Los decentes seguimos siendo mayoría absoluta en el mundo pero si no ejercemos el poder pasaremos por pendejos en la historia.
davidbittanobadia@gmail.com
El proyecto fue aprobado el pasado 11 de abril, sin embargo un diputado sugirió sustituir la palabra mujer, por persona menstruante. El explicaba que hay hombres trans o personas no binarias que menstrúan también, ¡me entero de esto a mi edad!.
Debo confesar de que dentro del gran universo de personas que conozco, no hay hombres que necesiten toallas sanitarias, bueno en Venezuela muchos piensan que eso se llama Modesss.
Es muy triste, que un país desarrollado como Chile, con un grado de cultura importante tenga tener una ley para garantizar a sus ciudadanos el acceso a productos de higiene personal, eso es un tema de mercado que no necesita ninguna regulación, pero hay un trasfondo en toda esta historia.
La nueva izquierda, muy desgraciada por cierto, se mueve de una manera profundamente coordinada a nivel mundial y maneja un abanico de temas que irrita a nivel colectivo, con ello distraen a la sociedad en este tipo de discusiones y así ellos logran colar sus grandes proyectos.
Esta gentuza consigue amalgamar a todo lo que representa miseria, y generan unas falsas solidaridades con temas como: emigración, pobreza, minorías, asuntos ecológicos, también intentan atraer a los grupos rebeldes LGBT, los que no representan a nadie, porque ese grupo en esencia está por encima de toda estupidez.
En las redes reiteran permanentemente que “está en juego el más elevado sentido de humanidad y respeto de la diversidad,” pero de verdad están haciendo mucho daño.
Hoy se está atacando a la institución familiar, no me cansare de repetirlo, se demoniza a la iglesia y a la religión en general, se retan las leyes de la moralidad y se opaca el concepto de Dios. La fe es un factor perturbador, un obstáculo incómodo para los comunistas.
El plan pasa por la construcción de una nueva realidad, tergiversando la historia, se eliminan personajes del pasado que no interesen, se controla
el lenguaje y el pensamiento, se cambian el nombre de calles, avenidas y pueblos, se modifican los textos de estudio. Se opaca la meritocracia y la institucionalidad. Buscan fabricar un nuevo un individuo sin dignidad para tenerlo sometido.
El Chile de hoy, promueve a las personas transgénero, buscan así el borrado de las mujeres, se trabaja en contra de la maternidad, se mira la fertilidad como una maldición, a la mujer hay que “incorporarla a la producción y liberarla de la reproducción”. La mujer en el ámbito familiar es un antivalor. Finalmente trabajan para eliminar el sexo como característica biológica y lo sustituyen por un concepto subjetivo identidad de género. A pesar de esto algunas mujeres piensan que están consiguiendo reivindicaciones.
Tenemos que seguir luchando en contra de esta podredumbre, sobre todo para no ser parte de una nueva esclavitud.
Los decentes seguimos siendo mayoría absoluta en el mundo pero si no ejercemos el poder pasaremos por pendejos en la historia.
davidbittanobadia@gmail.com
Twitter: @davidbittano
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