Estados Unidos atraviesa el mayor proceso inflacionario de los últimos 40 años. No todo puede achacársele al COVID.

Es cierto que el COVID, mundialmente produjo un aumento en los costos de todos los productos, retrasos en la cadena de suministros, y aumento en el costo del transporte. Casualmente todos estos factores son imputables a China, cuya economía fue la primera en sobrevivir a la crisis creada por ellos mismos, de hecho la economía china creció en el 2021 mas de un 8% y en el primer trimestre del 2022 un 4,8%.

Los chinos se han dado cuenta que subiendo los precios de los productos y aumentando los fletes en las compañías navieras que ellos dominan, pueden facturar montos mayores con menor esfuerzo y consumiendo menos energía. Ellos saben que por ahora tienen el dominio de gran parte de la economía mundial, pero ese tema es para otra columna.

La situación se empeora para Estados Unidos por la crisis energética, muchos dicen que se suma a esto el mal manejo del conflicto con Rusia, por ello esa economía esta “hospitalizada”, han subido considerablemente, la alimentos, la gasolina, la vivienda y los autos usados; la Reserva Federal, ya reconoce que el tema no es "transitorio".

Por su parte los planes de estímulos económicos, así como las ayudas existentes y el programa estatal de seguro de desempleo, pueden ser un parche momentáneo pero a la larga generan grandes distorsiones, la primera de ellas es que la gente no quiere emplearse, lo lógico sería dar incentivo a los que trabajan.

Los Republicanos en el ultimo paquete de ayudas han declarado que se trata de un “despilfarro”. Es muy común ver las tiendas de las grandes marcas llenas en los centros comerciales días después de que la ayuda sale del gobierno.

El caso es que al presidente Biden, se le achaca la crisis económica, yo creo que es así, y que con Trump, la economía estuviera muchísimo mejor, pero no tengo ni voz ni voto. El gobierno del presidente Biden pierde más de un 40% de aprobación. En una nota de CNN, se habla de “una ruptura irreversible de la confianza pública en su capacidad para brindar prosperidad y seguridad financiera. Esto mientras los difíciles desafíos económicos se convierten en enormes responsabilidades políticas.”

Lo que ocurre en Miami es un fenómeno especulativo, para el 2022, experimenta la tasa más alta de inflación de todo el país, superando a New York o Los Ángeles por ejemplo.

El estado debería de poner un freno, no me vengan con el cuento que los millonarios de New York, son los culpables por haberse mudado a Miami durante la pandemia y le agarraron el gustito.

En Miami hay un aumento desproporcionado en todo, desde un simple jardinero que pretende aumentarte el 200% de su trabajo que solo consiste en mano de obra, hasta los productos de supermercado que aumentan de precio solo por el código postal de la ubicación del mismo; ni hablar de los productos Kosher eso ya es una grosería, pero no quiero más problemas con mi Rabino.

La inflación con especulación es un detonante peligroso en toda sociedad, es un tema que deja secuelas importantes.

Lo de miami es un auténtico bochorno, un “Mercadillo Arabe” .