Nos enfrentamos a una medicina deshumana, donde el paciente es un número mas, un objeto, una especie de mercancía. El acto médico dejó de ser un ejercicio de humanismo, la relación médico paciente es historia, hoy se trata a la enfermedad y no al paciente, ya no existe la empatía, la compasión ni el verdadero respeto por el enfermo y eso es grave, el Covid-19, se ha convertido en la perfecta excusa, para que algunos galenos hagan su fiesta, por su puesto los médicos y el personal sanitario han sido unos verdaderos héroes en esta crisis, pero cuantos habrán sido victimas de unas manos inexpertas e irresponsables.

El entorno de los pacientes, ya no es tomado en cuenta a pesar del sufrimiento al que están sometidos; el paciente entra a un hospital y se queda literalmente en las manos de Dios, allí empieza el verdadero viacrucis, para saber que esta pasando con su familiar, aquel que ya no tienen un nombre, es solo un numero: el de la cama que le toque. ¡Qué tristeza e impotencia!

El juramento hipocrático hoy, es un saludo a la bandera, la nueva ética moral atiende a otros parámetros, en algunos sitios si tienes un buen seguro, se ponen creativos en los hospitales y hasta que no te exprimen el ultimo céntimo no te dan de alta.

La búsqueda de rentabilidad económica en los prestadores de servicio de la salud, genera una degradación de la condición humana e impulsa al medico a terminar en un circulo vicioso, cuyo resultado único es el mercantilismo de la salud. Lamentablemente se crea un ambiente para que una minoría de médicos que al final, suman muchos miles, se aprovechen e intenten un enriquecimiento a costa del sufrimiento de otros.

Todavía en países como Venezuela y España por ejemplo, vemos una inmensa mayoría de médicos, con un compromiso único, gente buena y cercana, y hasta que no emigran a países anglosajones, siguen siendo humanos.

El mundo va girando muy rápido a la izquierda, y esa gente, tiene mucho apetito, por los galenos, ya no solo van a por banqueros y ricos, la deshumanización de la medicina será la perfecta excusa, para intervenirla.

Señores médicos, espabilen, vuestro trabajo debe de ser bien retribuido, pero hay que volver a las raíces, a las de Maimones por ejemplo, a la moral tradicional, la de nuestros padres y abuelos.

Las demandas a los médicos, están a la orden del día y eso encarece los costos de la medicina y hace también que la relación médico-paciente sea distante, para ello hay que buscar un equilibrio, tampoco se puede permitir que algunos “piratas” de la medicina hagan daño, se trata de vidas humanas.

En definitiva, la realidad es que la relación médico-paciente que es más que fundamental se ha perdido, la genuina solidaridad es historia, entonces es urgente que la medicina retorne de lo económico a lo hipocrático.

A mis amigos y familiares médicos, no se den por aludidos, estas líneas no va por ninguno de ustedes, ustedes luchan en contra de la corriente como debe ser.

davidbittanobadia@gmail.com

Twitter: @davidbittano