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En recuerdo de la Shoa

Hoy ante el auge del antisemitismo, la demonización de Israel y los movimientos que intentan negar o tergiversar el pasado tenemos que pararnos firmes para decir en voz alta “perdonar mas no olvidar”

  • DAVID BITTAN OBADÍA

30/01/2022 05:06 am

Cada 27 de enero, recordamos el evento mas trágico de la historia de la humanidad, la Shoa. El asesinato sistemático, planificado y organizado de mas de 6 millones de personas, por cierto, no solo judíos, también Adolf Hitler tenia mucho apetito por negros, gitanos y homosexuales.

El siglo XX, tiene que seguir siendo juzgado, moralmente por la sombra la mas oscura sobre la humanidad, por la falta de solidaridad.

Los nazis definitivamente sentaron las bases de la comunicación política y comercial del resto del siglo XX y el XXI. Los medios de comunicación en su momento proporcionaron los mecanismos para cometer el genocidio; hoy hay un fantasma o como dirían mis nietas Dorit y Becky (un fastasma) rondando, en nuestras narices: las redes sociales y una media desequilibrada ofreciendo una nueva moral por encima de cualquier responsabilidad ética.

Pareciera que no hemos internalizado los riesgos de la indiferencia, hoy seguimos al borde de todo, traicionando permanentemente nuestra propia humanidad. La indiferencia en algún momento es seductiva y tentadora, y es el limite para entender que estamos mal.

Mover el mundo
El pueblo judío no se victimiza, no utiliza ese evento para solicitar beneficios. Ese pueblo mueve el mundo, y aporta definitivamente mas que cualquier otra minoría en todas las áreas del desarrollo , ni hablar de los premios nobel, donde se como sabe son grandes campeones.

Los judíos han sobrevivido, a todas las civilizaciones, han visto caer a imperios, a tiranos y dictadores, solo por seguir firmemente, creyendo en un mismo Dios y apegados la ley de Moisés, a ese “manual de funcionamiento ”de lo que realmente debe de ser la humanidad, de los 10 mandamientos,  desarrollados en 613 preceptos.

La clave del pueblo elegido, el pueblo del libro, los hermanos mayores como bien lo mencionaba su santidad Juan Pablo II, no es otra que “cada judío es responsable el uno por el otro” quizás por eso tanta envidia.

Felicidad y perdón
Para hacer honor a este día, cito las palabras de un sobreviviente, de la guerra que hizo de Venezuela su patria.

“A pesar de todo, he sido agraciada, he sobrevivido entre tantos cuya canción de vida se interrumpió antes de tiempo, por eso al salir del campo y recuperarme físicamente, di vueltas por Europa buscando la posibilidad de conseguir aunque sea a un familiar, una vez agotada esa diligencia y al no tener a nadie, solo me que daban dos opciones: guardar en mi memoria aquello o terminar de fracasar; opté por luchar, asumiendo que la vida se pierde cuando aceptas que no es posible la felicidad; ser feliz es estar sereno en el camino que uno eligió, es algo que ocurre a lo interno, la felicidad es una obligación. He conseguido ser feliz porque he perdonado, el perdón cura las huellas mas duras de la vida, pero eso no implica olvidar”.

"Sin hacer nada"
Hoy ante el auge del antisemitismo, la demonización de Israel y los movimientos que intentan negar o tergiversar el pasado tenemos que pararnos firmes para decir en voz alta “perdonar mas no olvidar”.

Un tal Albert Einstein “casualmente” otro judío mas, comentó: “El mundo no será destruidos por los que hacen el mal si no por aquellos que lo miran sin hacer nada”.

davidbittanobadia@gmail.com
Twitter: @davidbittano
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