Si jorungamos en la hemeroteca, y buscamos la historia del Reino Unido no pudiéramos jamás imaginarnos lo que esta ocurriendo en la ultima década en ese país, y yo diría en las ultimas semanas.

Inglaterra, una gran potencia, se ha caracterizado por poseer una muy querida monarquía constitucional, que funciona en equipo con un sistema de gobierno parlamentario.

La monarquía ha sido el balance perfecto para poder generar sinergia en una sociedad, compleja, fría y muy peculiar. Isabel II, una mujer que a sus 25 años le toco ser reina, es al día de hoy la monarca mas longeva en funciones, y ejerce su cargo desde 1952.

En su vida, presencio la Segunda Guerra Mundial y en su largo periodo, a la reina Isabel le ha tocado vivir cambios sociales políticos y familiares, y un proceso que abarcan desde la transición del imperio británico al Commonwealth y hasta la pandemia del coronavirus.

Dejando de lado la historia de la Princesa Diana, que todavía sigue siendo un enigma, para muchos, y el culebrón de Meghan Markle y el del príncipe Harry, la Monarquía y la política de Inglaterra se han mantenido alejada de grandes escándalos.

Pues bien en las ultimas semanas, dos noticias ponen en la mira a ese punto de Europa; mejor digamos del viejo continente para no herir susceptibilidades: Lo primero ha sido la relación que aparentemente existía entre Príncipe Andrés con la trama del financiero y depravado Jeffrey Epstein, ojalá que salga ileso del tema, pues sería muy lamentable ver en el banquillo de los acusados a ese señor. A todo evento el príncipe ha sido despojado de sus títulos, afiliaciones militares, honores y de todo cargo público para que, se defienda como un ciudadano privado.

En la otra cara de la Inglaterra ahora revienta un “escándalo” que se centra en una reunión en la que participaron 30 personas celebrada el 20 de mayo de 2020, en plena pandemia en el jardín del Número 10 de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro, en la que sus asistentes tenían que llevar su propia bebida. Esta situación que en países como el nuestro, no llegaría a convertirse en noticia, le puede costar el puesto el señor Boris Johonson pues ya al muy estilo anglosajón hay muchos de sus compañeros que a pesar de haber estado en la rumba, lo dejan de lado, demostrando una falta de solidaridad, pero así son los “cuida puestos” ¡increíble!, ¿será que por eso el sol no sale por esos lares?

Si no se toman los correctivos y se siguen suscribiendo malas decisiones como la de apartarse de la Unión Europea, por ejemplo, y se suman nuevos eventos a los aquí comentados, a la reina le tocara ver a su imperio en decadencia y a sus súbditos con la necesidad de pedir visa, para ingresar a cualquier país del mundo.

Para completar la guinda del pastel, cerramos la semana con la noticia que también el terrorista de Texas,  Malik Faisal Akram, abatido en la sinagoga de esa ciudad, era un orgulloso Británico, uno de tantos millones, que como él pronto se convertirán en mayoría de la posible “Republica Islámica de Inglaterra”.

Como le diría mi mamá a su majestad Isabel II : ¡Mi reina espabila!

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