Son tiempos aciagos los que vive el mundo actualmente signados por la pandemia Covid-19. Desde su aparición y las restricciones sanitarias y autoritarias, ha trastornado todo y a todos, obligando un cambio radical en la manera de vivir y de hacer las cosas. Desde el trabajo y la educación a distancia facilitada por las telecomunicaciones, al auge del comercio “on line”, y del “delivery” puerta a puerta, hasta la adopción temprana de energías renovables, etc. Todo esto mientras en tiempo récord se desarrollaron vacunas efectivas contra Covid-19 y se evidenciaba la ineptitud e inclusive corrupción de gobiernos y gobernantes incapaces de responder satisfactoriamente ante la pandemia aplicando la vacuna masivamente.

Por otra parte, es común en muchos países el conflicto político-social permanente a consecuencia de políticas y políticos equivocados que desgobiernan. Allí donde las economías nacionales, regionales y locales, año tras año se resienten y empeoran sin corrección, aumenta el hambre ineludiblemente. Como en el caso de Venezuela ubicada ahora entre los primeros países del Tercer Mundo, con uno de cada tres venezolanos pasando hambre o sea ¡diez millones!

A la debacle causada por dos décadas de “revolución”, que 6 millones de emigrantes venezolanos y 24 millones atrapados sin salida testimoniamos, se sumó la del Covid-19 complicando aún más la crisis alimentaria y humanitaria. Sin embargo el mundo sigue dando vuelta, amanece y anochece, llueve y escampa, y a pesar de tantos avatares, la vida continúa. Tenemos tantos problemas que atender, que no hay espacio para el pesimismo menos la desesperación. Los venezolanos debemos y podemos resolver con agricultura el hambre de la población, porque pueblo que no come bien no estudia, trabaja ni produce como debe. Ello ofrece oportunidades a aquellos capaces en el sector productor privado, de suplir competitivamente las necesidades de la demanda de alimentos, creando además trabajo y bienestar en el medio rural.

Ciertamente El campo llama, y por eso con ese título este octubre de 2021 publico un libro digital, con una selección de mis escritos más relevantes de tres décadas en El Universal, Notas Agropecuarias y otros medios. El objetivo es servir de guía, orientación y estímulo para quienes trabajan en seguir, volver o iniciarse a producir en el campo venezolano.

Escrito tras escrito, abordamos los problemas y soluciones, los conceptos y perspectivas, complementados con notas técnicas y gerenciales de fincas, y de nuestro llano. Inspirado por la querencia y la vocación profesional que nos une a nuestra tierra, al agro y la cría, esperamos que en su lectura, encuentren también los productores, agrotécnicos y demás interesados, más ánimo aún del que ya tienen para seguir, volver o incorporarse al campo.

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