Muerte de Andrés Eloy
MIGUEL AZPÚRUA. El poeta en una carta, critica la actuación política de doctos venezolanos –en alusión indirecta a Rafael Caldera
El 24 de noviembre de 1948 se produce un hecho histórico, cuando es depuesto el Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, el inmortal escritor caraqueño, don Rómulo Gallegos Freire; por el estamento militar, conducido por el comandante Carlos Delgado Gómez Chalbaud, complementado con los oficiales se similar jerarquía, Marcos Evangelista Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Paéz. En esos momentos, el doctor Andrés Eloy Blanco, ocupaba el cargo de ministro de Relaciones Exteriores, y se encontraba en París; la víspera del derrocamiento (23 de noviembre), se sumó a la determinación ministerial conjunta de renunciar a sus cargos, decisión no aceptada por el Presidente Gallegos. El primer mandatario es expulsado del país (diciembre 5), saliendo con su esposa doña Teotiste Arocha Egui en avión con rumbo a La Habana, Cuba. Ocupaba la presidencia de la isla Carlos Prío Socarrás (1948-1952). Días después arriba Andrés Eloy a Cuba, procedente de Nueva York, permaneciendo allí varios meses, en compañía de su esposa Lilina y de sus hijos; publicando serios artículos en la revista “Bohemia”, dirigida por su dueño, el periodista cubiche Miguel Ángel Quevedo.
Ambos, miembros del partido Acción Democrática, deciden trasladase a México, Gallegos en julio de 1949, y Andrés Eloy al mes siguiente; no sin antes recibir el poeta un merecido reconocimiento de los estudiantes de la Universidad de La Habana, el 8 de agosto. Su señora madre doña Dolores Meaño de Blanco –muy enferma-, lo visita en tierra azteca, deseando compartir con su hijo sus últimos días; a tal efecto y en vista de su gravedad, Andrés Eloy Blanco, regresa con ella a Venezuela en octubre de 1949, con visa otorgada por la Junta Militar –gracias a la diligencia hecha por su cuñado el periodista Pedro Sotillo-, el 11 de ese mismo mes fallece doña Dolores en tierra venezolana. Regresando Andrés Eloy Blanco a México, donde permanecerá hasta su muerte, el 21 de mayo de 1955.No sin antes rememorar a su progenitora, cuando crea el poema “A dos años de su luz”, que concluye con estas sentidas palabras: “Porque la ausencia despierta/ en mi esperanza cautiva/ ese olor de Patria viva/ que dejó la madre muerta”.
La tierra azteca, de Cuauhtémoc, Benito Juárez, Pancho Villa, Emiliano Zapata, y del digno general Lázaro Cárdenas, en fin de representantes de esa valiente nación; quienes brindaron acogida calurosa a los exiliados venezolanos de los años ´50, destacando los hermanos Machado, Gustavo –muy amigo de Andrés Eloy- y Eduardo, y otros líderes políticos criollos, como Miguel Otero Silva y el médico Rafael José Neri, pariente del vate cumanés. Leamos esta expresión de Andrés Eloy, al suspender una fiestecita por el cumpleaños de su vástago mayor: “Oché –así me llamaba siempre-, como crees que tú que yo pueda celebrar algo para los exiliado en mi casa, sin estar conmigo Gustavo Machado, quien fue entre todos el primer amigo en el tiempo; imagínate que era compañero de equipo cuando, muy jóvenes, jugábamos beisbol en “Los Samanes”.
El poeta en una carta, critica la actuación política de doctos venezolanos –en alusión indirecta a Rafael Caldera-, expresando: “La traición del 24 de noviembre de 1948 en Venezuela, no es solo la obra de unos cuantos militares. En ella colaboró, voluntariamente o involuntariamente, la incompleta educación del medio. Hombres de quienes podían esperarse todas las formas de la oposición, pero de quienes había el derecho de esperar, asimismo, el apoyo al intento de realizar la República civil, se traicionaron a sí mismos, por ambición o por pasión”. La Universidad de Michoacán, rinde homenaje a la memoria de Simón Bolívar, el 24 de julio de 1952, con las intervenciones de Rómulo Gallegos y Andrés Eloy Blanco; el rapsoda oriental se refiere a los asesinatos de los dirigentes acciondemocratistas, Leonardo Ruíz Pineda, Alberto Carnevali y César Nieves, entre varios. Y la cantidad de presos políticos en Guasina, Ciudad Bolívar, y en otros calabozos de la temible Seguridad Nacional.
Residenciado en Cuernavaca, capital del estado de Morelos, a unos 80 kilómetros de Ciudad de México, se había residenciado con su familia Andrés Eloy; no obstante iba regularmente a la capital mexicana para chequear su corazón con el doctor Neri. Con motivo de dos años de la muerte de Alberto Carnevali, en la casa del doctor Alberto Aranguren convocado por Acción Democrática, el 20 de mayo de 1955; André Eloy tomó la palabra resaltando su militancia. A medianoche, regresan a su alojamiento, en el vehículo de Leopoldo Gil, cuando fueron embestidos por el Cadillac de Héctor Ponce Sánchez, perdiendo Gil el control, estrellándose contra un fresno. Blanco es trasladado a un puesto de emergencia, operándolo el doctor Rafael José Neri, donde en la madrugada del 21 de mayo de 1955, falleció Andrés Eloy Blanco “El poeta de Venezuela”. El doctor Gustavo Machado presidió las exequias.
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