En la antigüedad los imperios se relacionaban con el dominio de grandes extensiones de territorio; hoy día la conquista se logra económicamente, ejerciendo influencia geopolítica a “distancia”, teniendo un poderío militar, y/o nuclear, y manejando la media y las redes sociales.

Los medios tradicionalmente fueron el “tercer poder” hasta la llegada de las redes sociales; hoy, “visto lo visto”, en países como Estados Unidos, donde las redes , ponen y quitan presidentes, posiblemente ya superan a los otros dos poderes.

En EEUU, por ejemplo, los medios se han dado el tupé de apagar la voz a un presidente, movilizando a la opinión pública en su contra. Sin embargo, mientras le bajan el volumen a un político, esos mismos medios y las redes sociales dejan abiertos los canales a los terroristas, dictadores y depredadores sexuales, ¡el mundo al revés!, y lo peor es que, por lo general, esas redes, que generan millones de dólares, usan las autopistas digitales de manera gratuita, sin pagar a las empresas que son las que montan la infraestructura para que ellos naveguen y saquen partido económico.

Las redes sociales poseen toda nuestra información, saben de nuestras familias, de dónde nos encontramos, conocen nuestros gustos gastronómicos, cómo vestimos y conocen hasta de nuestra sexualidad. Somos, por ende, prisioneros de ellas.

Intentar escribir, o criticar, a "los cuatro fantásticos", los dueños de las empresas de “cuyo nombre no quiero recordar”, si por temor, implica grandes consecuencias, por eso no sabemos nada, o poco de ellos, y las noticias que no les favorecen desaparecen de inmediato de internet, inclusive ellos retan a los propios estados.

Las redes sociales pueden englobar a pueblos diversos con lenguas distintas y religiones diferentes también: el dominio se logra a través de internet. Lenin, Marx, y los tantos trasnochados, deben estar brincando en el infierno al ver que hoy la hegemonía se logra desde un “cacharrito” llamado teléfono, que ya no hace falta tanta teoría, discursos, ni bibliotecas.

El dicho ”el que manda tiene prensa”, hoy es a la inversa: “quien tiene prensa es el que manda”.

“La manipulación consciente del lenguaje es siempre visible y grosera, por lo tanto ayuda a ver aquello que la manipulación misma quiere tapar”: hoy, el lenguaje es el principal aliado para la conquista.

La contaminación de la verdad y lo que subyace a ello es parte de una estrategia muy bien pensada, que cuenta con unos soldados “low cost” llamados socialistas; se trata de un considerable universo, presente en todas partes del mundo, individuos agrupados ,que tienen un elemento común: el resentimiento. Esta gente le hace el juego a quienes están manejando, detrás de bastidores, al mundo; universidades y grupos empresariales ya han sido penetrados: les están dando un pedazo de la torta.

Llegará el momento en el que la gente reaccione y ojalá que no sea tarde. Estamos viviendo un asqueroso dominio que penetra el subconsciente y que está convirtiendo a millones de personas en corderitos. Ojo: ya están logrado convertir en antivalores a quienes están del lado de la verdad y la justicia.

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