Espacio publicitario

FMI: covid-19 aumentará la desigualdad en las economías de mercados emergentes y en desarrollo

El organismo considera necesario flexibilizar temporalmente los criterios para acceder al seguro de desempleo, con el objeto de amortiguar el impacto de la crisis

  • NOTA DE PRENSA

30/10/2020 12:04 pm

FMI.- Las economías de mercados emergentes y en desarrollo crecieron continuamente en los decenios previos a la pandemia de COVID-19, lo que permitió que se concretaran avances muy necesarios en cuanto a reducción de la pobreza y mejora de la esperanza de vida. La crisis ahora pone en riesgo muchos de esos avances y ensancha la brecha entre ricos y pobres.

Antes de la pandemia muchos de estos países lograron reducir la pobreza y extender la esperanza de vida, pero aun así han tenido dificultades a la hora de reducir la desigualdad del ingreso. Al mismo tiempo, en sus economías había proporciones persistentemente elevadas de jóvenes inactivos (es decir, que no estaban empleados ni en procesos de formación o capacitación), amplias diferencias de nivel educativo y grandes brechas en cuanto a oportunidades económicas para la mujer. Se prevé que la crisis de covid-19 agrave la desigualdad incluso más que crisis anteriores, ya que las medidas para contener la pandemia han incidido de forma desproporcionada en los trabajadores vulnerables y las mujeres.

El aumento de la desigualdad en promedio tiene una clara incidencia en el bienestar de las personas. Evaluamos los avances logrados antes de la pandemia y lo que podemos esperar para 2020 en términos de bienestar usando un indicador que va más allá del PIB. Empleamos un indicador de bienestar que combina información sobre aumento del consumo, esperanza de vida, tiempo de ocio y desigualdad del consumo. Según estos factores, entre 2002 y 2019 el bienestar en las economías de mercados emergentes y en desarrollo aumentó casi 6%, o 1,3 puntos porcentuales más que el crecimiento del PIB real per cápita, lo que hace pensar que el nivel de vida de las personas estaba mejorando en muchos aspectos. El aumento se debió en su mayor parte a mejoras en la esperanza de vida.

La pandemia podría reducir el bienestar un 8% en los países de mercados emergentes y en desarrollo, y más de la mitad de esa reducción obedecería a la variación excedentaria de la desigualdad atribuible a la capacidad de las personas para teletrabajar. Cabe señalar que estas estimaciones no reflejan ninguna medida de redistribución después de la pandemia. Esto significa que los países pueden atenuar los efectos en la desigualdad y el bienestar más en general con medidas de política.

Consideraciones del FMI

Invertir en programas de reconversión laboral y de aptitudes puede mejorar las perspectivas de que puedan volver a ser contratados los trabajadores adaptables cuyas actividades quizá se vean alteradas a largo plazo a raíz de la pandemia. Mientras tanto, ampliar el acceso a Internet y fomentar la inclusión financiera será importante en un entorno laboral que está cada vez más digitalizado.

Para amortiguar el impacto de la crisis en el empleo también cabe flexibilizar los criterios para acceder al seguro de desempleo y ampliar las licencias remuneradas por razones familiares y médicas. La asistencia social proporcionada mediante transferencias monetarias condicionadas, cupones para alimentos y prestaciones nutricionales y médicas para hogares de bajo ingreso no deben ser retiradas demasiado pronto.

Las políticas para evitar que se pierdan los avances logrados tras décadas de mucho esfuerzo serán cruciales para garantizar un futuro más equitativo y próspero después de la crisis.

Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario