Aymara Higuera Malavé
Caracas.- La Fundación Petróleo por Venezuela ha planteado la puesta en marcha de un Acuerdo Petrolero Humanitario, que consiste en la protección de los sectores más vulnerables del país, ante los efectos de la crisis humanitaria.La propuesta tiene como objetivo principal el reingreso de Venezuela al mercado petrolero de los Estados Unidos, debido a que el país ha sido uno de los mejores clientes en materia de exportación, para lograrlo se ha propuesto que el ingreso de capitales sea destinado a cuentas administradas por la Comunidad Internacional.
Los recursos tendrán como finalidad principal la adquisición de alimentos, medicinas, entre otros bienes esenciales para la pronta atención de la crisis humanitaria.
Para asegurar el alcance de las metas planteadas será necesario un acuerdo político entre gobierno y oposición, a través del que se designe un organismo que se encargue, en conjunto con la Asamblea Nacional, de gestionar y supervisar el sistema.
“Si los factores políticos no se ponen de acuerdo, Venezuela no podrá vender petróleo, aunque se levanten las sanciones impuestas por Trump”, aseguró Francisco Rodríguez, director de la Fundación Petróleo por Venezuela.
El proyecto ha sido diseñado a partir del programa denominado Petróleo por Alimentos, desarrollado en Irak, durante 1996, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de contrarrestar la escasez de ingresos en el país.
Rodríguez asevera que el desarrollo del modelo iraquí presentó grandes mejoras de vida en el país y que a pesar de registrarse bajos niveles de corrupción, el 97% de los recursos llegó a la población.
El director de la fundación aseguró que la corrupción del modelo iraquí estuvo motivado por la ausencia de transparencia en el diseño, por lo tanto, el Acuerdo Petrolero Humanitario busca desarrollar medidas capaces de garantizar transparencia con la intención de reflejar hacia dónde están destinados los fondos. “Los recursos de este programa sí se van a utilizar bien”, aseveró.
Sin embargo, la nutricionista Susana Raffalli, reveló que a pesar de que a partir de la aplicación del proyecto en Irak los niveles de obesidad incrementaron, al hacer un análisis profundo en materia nutricional los resultados revelaron altos niveles de desnutrición, debido a que la mayoría de los alimentos distribuidos no poseían los valores necesarios para garantizar una alimentación apropiada.
Raffalli enfatizó que previo a la distribución de alimentos será necesario supervisar que los productos cuenten con un contenido nutricional adecuado y que se haga énfasis en la población materno-infantil.
Acceso al mercado
Por otro lado, el economista afirmó que en enero de 2019 el país perdió acceso al mercado petrolero de EEUU, lo que representa una supresión en las ventas de 4000 b/d, que equivale al ingreso anual de $8 millardos. “Se está analizando si hay formas de recuperar esos ingresos, de manera que puedan usarse para atender la emergencia humanitaria del país”.
Asimismo, Rodríguez expresa que el planteamiento del esquema consiste en que Venezuela retome el control de las exportaciones a EEUU, con ingreso de capitales se destine a cuentas administradas por la Comunidad Internacional. Los recursos se usarían para comprar alimentos, medicinas y otros bienes esenciales destinados a atender la crisis humanitaria compleja con mecanismos de distribución totalmente despolitizados para la entregar los productos.
Por ello, el especialista enfatiza la necesidad de poder lograr concretar este sistema será necesario cristalizar un acuerdo político, entre gobierno y oposición, que permita garantizar el bienestar de la población en general.
Rodríguez, acotó que la ejecución del programa tiene un plazo estipulado de entre 3 a 6 meses, y comiencen a llegar los primeros alimentos y medicinas a la población pero ello dependerá directamente de los convenios políticos establecidos por las partes protagonistas.
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