Tripier: "cerrar una embajada nunca es una buena decisión"
Comercio entre Venezuela y Argentina alcanzó 2.400 millones de dólares
MARIELA LEÓN
Caracas.- El presidente de la Cámara de Comercio Venezolano-Argentina (Cavenarg), Benjamín Tripier, cree “inconveniente” un eventual cierre de la embajada argentina acreditada en el país, a partir del 10 de enero 2019, como rechazo a la prolongación del mandato de Nicolás Maduro, tras los comicios que en su momento, el gobierno sureño no reconoció.
Específicamente, el economista se refiere a la decisión que pudiera adoptar el gobierno de Mauricio Macri, de retirar a su cuerpo diplomático en Venezuela.
Advierte que se ha enterado por informaciones en medios que Colombia, el Grupo de Lima y opositores locales, están presionando a un cierre de embajadas en el país.
“Desde el lado de Venezuela podría decirse eso, pero del lado de Argentina no entra dentro de mi mente, de lo que es una estrategia de apoyo”, comenta el analista.
Un cese en las relaciones bilaterales “no es bueno para Venezuela, de ninguna manera; creo que están confundiendo objetivos, cerrar una embajada nunca es una buena decisión”.
Además, sostiene, “Argentina tiene todas las características de ser un país líder en Latinoamérica y que en esta situación se convierta en un seguidor, no lo veo”.
Insiste el analista en que un posible cierre de “nuestra Embajada –digo nuestra porque soy un doliente, por ser presidente de la Cámara– no sería conveniente para Venezuela”. Y precisa que “hay varios políticos asilados en embajadas”.
Tripier cuestiona esa propuesta que actualmente debate la comunidad internacional. “Yo estoy seguro de que el político venezolano que está pidiendo el cierre de embajadas, puede ser una víctima de su propia solicitud. El día que necesite una ayuda, esa embajada no va a estar abierta. No creo que la de Cuba, la de Irán le van a echar una mano”.
Considera también que “una vez que te vayas de acá, no te va a hacer fácil volver”.
Antes y después
El consultor gerencial destaca que “durante los gobiernos Kirchner–Chávez, e incluso a principios de la administración de Maduro, el intercambio comercial reportó su punto más alto, al alcanzar 2.400 millones de dólares; tradicionalmente la balanza ha sido excesivamente favorable a Argentina”.
Hoy en día la realidad es otra.
“Con la gestión de Macri”, argumenta el ejecutivo, “(el comercio) fue decreciendo hasta casi extinguirse. Cualquier actividad que pudiese estar operando es muy puntual. Sigo viendo vinos aquí, pero no responden a una relación estable”.
Recuerda el responsable de las columnas Vitrina Venezuela y Análisis de Entorno de El Universal que “en Cavenarg, estábamos impulsando la posibilidad de que el comercio debía traer la inversión argentina para empezar a producir cosas que se pudieran exportar desde acá, por el perfil, las matrices de materias primas y recursos que hay en Venezuela. Para eso tenía que haber unos convenios no politizados”.
En su opinión “cuando al venezolano le empieza a gustar, no le importa si es o no político, lo que quiere es seguir comprando”.
Refiere que en el país austral hay “medicinas, laboratorios provinciales (Santa Fe, por ejemplo, se caracteriza por ser un polo de desarrollo) y podríamos armar envíos que lleguen a Venezuela”.
Respecto a las inversiones conjuntas, indica que “hubo momentos de oro, entre 1999-2000 llegamos a ser el quinto inversor extranjero después de Alemania”.
En ese entonces, apunta, se contaba con capitales argentinos en Sidor (Industria Metalúrgica Sud Americana, S.A, IMSA); con Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), dedicada a la generación eléctrica y, entre otros, con el Grupo Pérez Companc, vinculado a la industria petrolera.
Se trató, asienta, de “una burbuja económica, impulsada políticamente, que cuando terminó fue un desastre que dejó como positivo el entendimiento entre dos pueblos”.
Apuesta en común
Comenta que hasta la etapa Kirchner-Chávez, “no había mucha relación de personas entre Venezuela y Argentina. Los venezolanos empezaron a mirar en términos más amplios, hacia el sur”.
Ahora la presencia es de emigrantes y allá han sido “mejor valorados”.
Según Tripier la “política de Macri es muy orientada a los derechos humanos. Tengo esperanza de que podamos buscar soluciones y ser parte de ellas. El vaticano, Estados Unidos y Argentina, podrían consolidar un grupo que ayude, más allá de un gobierno bueno o malo, estamos en una situación muy grave en lo social, económico y político. Es ahí donde están los países, más si son hermanos”.
Durante la dictadura argentina, expresa, “Venezuela estuvo ahí en materia de derechos humanos. En el momento de contraprestación ¿te vas a ir y vas a dejar al pueblo venezolano solo? No puede ser”.
mleon@eluniversal.com
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