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Una apuesta por la capacidad endógena de la Nación

Perspectivas / Gobierno y empresarios analizan mejores relaciones económicas. Ven esencial la autosuficiencia y fortaleza del mercado interno ante la globalidad

  • Diario El Universal

18/05/2025 07:02 am

EL UNIVERSAL
La economía venezolana, tradicionalmente anclada en un modelo rentista, se encuentra hoy en el umbral de una transformación profunda, marcada por la consolidación de una nueva cultura económica. Lejos de la dependencia externa, emerge un paradigma sustentado en la autosuficiencia y la fortaleza del mercado interno, forjando el que muchos consideran “un círculo virtuoso de producción, consumo y reinversión”.

Hay muchos temores globalizados por el tema de las sanciones, sin embargo, aspectos se muestran en el panorama para inyectar un “renovado optimismo en el panorama nacional”. Este cambio de enfoque no es fortuito, sino el resultado de una adaptación resiliente y la visión de actores clave que apuestan por la capacidad endógena de la nación.

En los últimos días la vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, destacó que se siguen evaluando “los planes para la sustitución de importaciones e hicimos seguimiento al desarrollo de la guerra comercial que EEUU ha desatado contra el mundo”.

“Frente a las perturbaciones de la economía mundial, Venezuela seguirá apalancándose en sus potencialidades para avanzar por la senda del crecimiento y la superación”, explicó.

Nueva cultura económica
El diputado Miguel Ángel Pérez Abad, observador privilegiado de la evolución económica del país, ha destacado la "nueva cultura económica" en Venezuela, un fenómeno que, a su juicio, es fuente de un optimismo palpable. Esta cultura se diferencia radicalmente de los esquemas del pasado al priorizar la producción nacional y la satisfacción de las necesidades internas a través de la capacidad productiva propia.

Se trata de un giro fundamental que redefine las relaciones económicas, promoviendo una “mentalidad de emprendimiento y de aprovechamiento de los recursos y talentos locales”, ha dicho, explicando que “el enfoque está puesto en la construcción de cadenas de valor internas, donde la manufactura, la agricultura y los servicios convergen para fortalecer el tejido productivo del país”.

La económica no es una mera declaración de intenciones, sino que se manifiesta en la reorientación de la inversión hacia sectores productivos, la promoción de pequeñas y medianas empresas (Pymes) y el fomento de la innovación local.

Potencial humano y material
El optimismo que irradia se sustenta en la convicción de que Venezuela posee el potencial humano y material para generar la riqueza que necesita, sin depender exclusivamente de las fluctuaciones de los mercados internacionales o de la importación masiva. Es una invitación a la autorresponsabilidad económica, donde cada actor, desde el productor hasta el consumidor, contribuye al fortalecimiento del circuito interno.

El reconocimiento de esta transformación por figuras como Pérez Abad subraya la seriedad y el alcance de este movimiento. No es una visión aislada, sino un sentir que comienza a permear en diversos estratos de la sociedad y el sector productivo.

La visión es clara: “construir una economía robusta desde adentro hacia afuera, que sea capaz de resistir embates externos y de generar bienestar sostenido para sus ciudadanos”.

La resiliencia se convierte en un activo fundamental, y la capacidad de adaptación en la clave para trascender las adversidades y cimentar un futuro de prosperidad basada en el esfuerzo propio.

Motores con movimiento empresarial
En sintonía con esta nueva cultura económica, las organizaciones empresariales están asumiendo un rol proactivo en la conformación de un modelo productivo diversificado y autosuficiente. Fedeindustria, por ejemplo, se erige como un actor fundamental al anunciar la presentación de una propuesta al Gobierno Nacional enfocada en los "13 Motores" de la economía venezolana.

Estos motores representan “un esquema estratégico para impulsar la diversificación productiva y la reindustrialización del país, abarcando desde la agroindustria hasta el turismo, pasando por la construcción, la farmacéutica y la tecnología”, han dicho figuras clave del estado como el presidente de la República, Nicolás Maduro. Esa ha sido la línea.

La iniciativa de Fedeindustria es una muestra palpable del compromiso del sector privado con la reconstrucción y el impulso de la economía desde una perspectiva endógena.

La vitalidad de este movimiento empresarial es particularmente notoria en regiones clave del país. Thais Acuña, presidenta de Fedeindustria Carabobo, ha reportado un "movimiento importante" empresarial, comercial y de producción en su entidad.

Expresa un “testimonio del dinamismo que se gesta en las regiones, donde empresarios y emprendedores están reactivando sus operaciones, invirtiendo en nuevas líneas de producción y generando empleo”.

Capacidades locales
Este impulso productivo no solo se traduce en cifras, sino en la creación de un ecosistema favorable para el desarrollo de capacidades locales. La apuesta por los "13 Motores" es un reconocimiento de que la verdadera fortaleza económica reside en la diversificación y en la capacidad de producir una amplia gama de bienes y servicios internamente.

Circuito virtuoso interno y externo
La evidencia de este viraje hacia la autosuficiencia y la vitalidad del mercado interno se materializan en los indicadores macroeconómicos. El Banco Central de Venezuela (BCV) informó recientemente de un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país del 9,32% en el primer trimestre.

“Esta cifra es un claro reflejo de la recuperación y el dinamismo de la economía venezolana, y un testimonio innegable de que el enfoque en la producción nacional y la satisfacción de la demanda interna está rindiendo frutos significativos”, expresan analistas.

El crecimiento del PIB no es un número aislado; es la suma de los esfuerzos de miles de productores, comerciantes y consumidores que interactúan en un ciclo económico cada vez más robusto.

En este escenario, la satisfacción del mercado interno no es una meta estática, sino un proceso dinámico de expansión. Para esto pueden contarse nuevos aliados como China.

Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, acotó que China está ocupando el espacio estratégico que EEUU “está dejando vacío” y que ello puede beneficiar al país por esa otra visión de integración que llega desde Asia.

Venezuela, explica, “ha lanzado un viraje de fondo» hacia China: visitas extendidas de su vicepresidenta, rehabilitación de refinerías junto a firmas chinas, presencia de altos ejecutivos chinos y reuniones entre Xi Jinping y Nicolás Maduro en Moscú”.



"Frente a las perturbaciones de la economía mundial, Venezuela seguirá apalancándose en sus potencialidades para avanzar por la senda del crecimiento y la superación”

DELCY RODRÍGUEZ
Vicepresidenta ejecutiva de la República 
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