ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
Juan Domingo Cordero, expresidente de la Bolsa de Valores de Caracas (BVC), y expresidente de la Federación Iberoamericana de Bolsas, analiza la etapa actual en la que se encuentra la institución caraqueña, que este año aprobó una reforma de sus estatutos e inició el proceso de la elección de una nueva Junta Directiva.

Refiere Cordero que la prensa y los empresarios Alberto Vollmer, José María Nogueroles y Horacio Velutini, todos bien conocidos en el mundo bursátil, son promotores del cambio de presidente en la Bolsa.

“La Bolsa de Caracas, con 76 años de existencia, está afectada por la situación económica del país, los montos de operaciones transadas han caído a niveles insignificantes y el índice de capitalización de las empresas registradas en bolsa comparado con el PIB es el más bajo de las bolsas de la región”, explica Cordero.

Agrega que adicional a esta realidad, el exiguo mercado de valores se comparte simultáneamente con dos bolsas de valores: la Bolsa Pública Bicentenaria y la Bolsa Descentralizada.

Sobre los promotores de ese cambio que está planteado en la BVC, Cordero destaca que Vollmer “es heredero de una rica familia venezolana, creadora de muchas empresas, generadora de empleo y con profundas raíces en nuestra historia económica. Sus empresas cotizan sus acciones en la Bolsa de Valores desde su fundación. Sus predecesores se encuentran entre los fundadores de la institución bursátil”.

Destaca también el perfil de José María Nogueroles, “formado en la banca europea. Su incansable deseo de innovar y dar un buen servicio llevó al Banco Provincial a ser el primer banco del país. Es el presidente de la Casa de Bolsa del Grupo Financiero BNC. En los artículos de prensa se afirma erróneamente que es el principal accionista de la institución”.

Leyes precisas para la institución
La legislación en la materia previó la necesidad de que la Bolsa de Valores de Caracas fuera absolutamente independiente de los intereses particulares de los grupos financieros, accionistas de la institución, estableciendo precisamente en la Ley de Mercado de Valores, en su artículo 19, que “ninguna persona natural o jurídica o grupo relacionado podrá poseer más del 10% en acciones que representen el capital social de una bolsa de valores”. En efecto, la ley contempla sanciones al incumplimiento de este artículo.

Cordero explica además que, desde su fundación, los diferentes grupos financieros han participado como accionistas de la Bolsa e históricamente “han sido institucionales, han hecho grandes aportes al desarrollo del mercado, ayudando a construir un mercado ordenado, transparente y seguro”.

Reitera que “los grupos financieros accionistas de la institución siempre han actuado poniendo los intereses institucionales por encima de los particulares, siempre han sido prudentes en sus actuaciones y han promovido permanentemente la conciliación y el diálogo entre los accionistas”.

Apertura y cambios sin etiquetas
Cordero es de los que considera que quienes promueven los cambios en la BVC tienen un currículo empresarial que los hace destacar. Explica, por ejemplo, que Velutini “viene de la gerencia de una importante empresa emisora. Tiene ocho meses en la directiva de la Bolsa”.

Ante las etiquetas que se han planteado con algunos intereses, explica que desconoce el por qué los llaman “optimistas”, en ciertos medios y redes sociales. “Se trata de empresarios que todos los días invierten en el país, crean empresas, generan empleo, educan a sus hijos y sueñan con una Venezuela donde todos vivamos felices”, detalla, reflexionando que, si esas son las características, “entonces en la Bolsa todos somos optimistas”.

Para Cordero hay ciertos intereses en politizar el evento bursátil “calificando de chavistas y enchufados a los empresarios y accionistas de la Bolsa que promovieron la reforma”. Agrega que “los tres empresarios gerencian grandes empresas y tienen una larga trayectoria en la actividad privada que les ha permitido, por razones de trabajo, relacionarse con todos los gobiernos de turno”.

Indica además que “ninguno de ellos ha tenido cargos públicos ni ha sido miembro de un partido político. Sus empresas no viven del Gobierno, ofrecen productos y servicios de alta calidad y no necesitan la protección del Gobierno para ser exitosos”.

Siempre con el país
La Bolsa de Valores de Caracas, según precisa Juan Domingo Cordero, “ha sobrevivido golpes de Estado, revoluciones, terremotos, crisis bancarias, controles de cambio, pandemias, crisis sociales, etc”.

Precisa que durante esos eventos la Bolsa ha sido “conducida por hombres y mujeres que han dado lo mejor de ellos para que la institución cumpla con su función y perdure en el tiempo, pues a lo largo de todos esos sucesos ha sido una constante invariable la imparcialidad política de la institución”.

La institución, explica, “está a la orden y bajo supervisión del Estado para facilitar la captación de los ahorros del público, canalizándolos hacia los sectores de producción, y para permitir que los organismos e instituciones públicas ejecuten eficientemente en su corro sus políticas fiscales y monetarias”.

Recuerda que el Banco Central de Venezuela (BCV), “por muchos años, actuó en la Bolsa negociando la Deuda Pública Nacional, Bonos Cero Cupón y actuando como estabilizador del valor del precio del dólar. Hay una relación histórica con el BCV”.

Políticas cumplidas con seriedad
La Bolsa de Caracas, explica también Cordero, “es la única Bolsa de la región que tiene en su Junta Directiva a un director principal y su suplente, representantes del organismo regulador. En consecuencia, el Alto Gobierno está permanentemente informado de las decisiones que se toman en la corporación”.

Los directores representantes de la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval) en la directiva de la Bolsa, detalla, “han aprobado las decisiones de la actual Junta Directiva y son responsables de que en el ente bursátil se cumplan las políticas dictadas por el Alto Gobierno”.

Ante este panorama, considera que “el Gobierno no necesita, ni desea, un amigo en la presidencia de la bolsa para hacer cumplir sus políticas, ya está representado en la Junta Directiva”.

Sobre este punto, que refiere a la relación con el actual Gobierno, Cordero es claro al apuntar que el mismo “ha sido respetuoso de la independencia política de la Bolsa, y ha apoyado especialmente el desarrollo del Mercado de Valores, creando nuevos productos, incentivando la emisión de Títulos Valores, autorizando la colocación de acciones de empresas del Estado a través de Casas de Bolsa, etc”.

Precisa la asistencia de su máxima autoridad financiera y vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, al evento internacional bursátil promovido por la Bolsa de Valores de Caracas”, en fechas recientes.

Un futuro bastante cercano
En la asamblea bursátil realizada en semanas pasadas se aprobaron las modificaciones propuestas por la Junta Directiva y se inicia un proceso que terminará con la convocatoria de una asamblea extraordinaria para la elección de una nueva directiva.

“Se debe hacer un esfuerzo para actuar con la mayor armonía posible y poner los intereses institucionales por encima de los particulares de cada uno de los accionistas”, dice Cordero, apuntando que todo “el proceso de elección del próximo presidente debe ser llevado con diálogo y concordia, entre amigos que tienen todo un interés común: el desarrollo del mercado de valores”.

Para Cordero, el próximo presidente “debe tener el máximo respaldo de los accionistas, emisores, inversionistas, casas de bolsa y de la nueva generación altamente calificada de profesionales del mercado de valores que diariamente trabajan por un futuro mejor”.

Dice que todo es esencial, incluso que se debe “cuidar la imagen pública de la institución y, precisamente, cuando ante la flexibilización de las sanciones ha sido evidente el interés de invertir en el país. Es ahora que más necesitamos dar muestras de seguridad, orden y transparencia en el Mercado de Valores”.

Una institución bursátil unida e independiente
“La Bolsa de Valores de Caracas debe ser un ejemplo en la gobernanza para las empresas registradas en su pizarra, cumple una función pedagógica frente al público inversionista, el Estado y los emisores”, apunta Juan Domingo Cordero, conociendo en detalle esos pilares y consolidando un concepto clave: “La entidad es en esencia una empresa privada que presta un servicio público con autorización del Estado”.

Ante esta gran responsabilidad, Cordero agrega que “tiene la obligación de garantizarle a este el cumplimiento de sus funciones de una manera transparente, ordenada y segura” a todo el país.

Agrega que el Estado y el mercado necesitan “una institución bursátil independiente y unida, que cumpla cabalmente con sus funciones”.

Es concreto al apuntar que la Bolsa de Valores de Caracas “es de sus accionistas, emisores, intermediarios, ahorristas, de sus empleados, de los inversionistas institucionales, de todos los venezolanos”.

Reitera además que está bajo la regulación del Estado y que es clave que en estos tiempos de cambio con potencial de crecimiento, “se imponga la sindéresis y los accionistas de la legendaria BVC continúen trabajando unidos por el desarrollo de nuestro país”.

El Índice principal de la Bolsa de Valores de Caracas, el IBC, culminó al inicio de esta semana en 56.688,73 puntos, con una variación de 237,30 puntos (+0,42%), con respecto a la sesión anterior. El Diario de la Bolsa reportó que el Índice Financiero finalizó la jornada en 103.355,19 puntos, con una variación absoluta de 2.178,50 puntos (+2,15%) y el Índice Industrial cerró en 27.235,38 puntos (-4,58%).


Números, proyecciones y crecimiento se mueven día a día en la BVC. CORTESÍA


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