Caracas.- Puede que el éxito individual tome un rol indispensable en el curso que lleve el equipo, pero es un asunto que pasó a un segundo plano en los propósitos de Ronald Acuña Jr. para la temporada que se avecina.

Con 23 años su nombre pesa en todas las Grandes Ligas, no tiene que corroborar nada -al menos en lo que a su juego respecta- , el detalle es que se nota algo incómodo al observar que en sus dedos no hay un anillo repleto de oro, diamantes y zafiros, que incluya un exuberante sello de los Bravos de Atlanta.

“Llegamos con la misma mentalidad del año pasado, pero aún más hambrientos de estar en la Serie Mundial”, fueron algunas de las primeras declaraciones que arrojó el venezolano a la prensa estadounidense cuando se incorporó al CoolToday Park, búnker en el que la novena de Georgia se coloca a tono para afrontar la zafra 2021.

A la tropa de Brian Snitker, le tocó presenciar en primera fila como los Dodgers de Los Ángeles, les arrebataron un boleto a la Serie Mundial tras remontar un déficit de 3-1 en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en 2020. El criollo asegura que esa etapa está quemada.

Constancia, su carta de presentación

Desde que llegó para deslumbrar en la Gran Carpa un 25 de abril de 2018, sus estadísticas se han codeado entre las mejores del circuito. Aunque en 2020 solo vio acción en 46 duelos y apenas consumió 160 turnos, pegó 14 jonrones e impulsó 29 carreras.

En su trayectoria de tres temporadas como grandesliga, son 313 los compromisos que ha disputado el venezolano. Durante ese lapso, colecciona 81 jonrones con 194 carreras impulsadas, 342 hits y 61 bases robadas.

No ocurre algo distinto con su defensa, incluso es complicado distinguir que luce mejor entre su guante, velocidad y el calibre de su brazo. Acuña ha sido alternado en las tres praderas del outfield a lo largo de su carrera en las Ligas Mayores. El jardín izquierdo (.979 de fildeo) es la adyacencia que más ha frecuentado con 147 juegos distribuidos en 136 aperturas y 1.172 innings con dos tercios.

En el bosque central aglomera 147 juegos, iniciando en esa posición en 133 compromisos que se dividen en 1.120 episodios más dos tercios. Su porcentaje en esa posición es de .990.

Hacía el territorio de la derecha, luce perfecto (1.000) en 383.1 episodios, que acumuló tras participar como rightfield en 66 juegos (38 aperturas).

Jardines renovados

La salida de Adam Duvall con destino a los Marlins de Miami, permite suponer que el prospecto dominicano Cristian Paché tendrá un cupo en los jardínes de los Bravos. Con el reenganche de Marcell Ozuna y la presencia del criollo, luce interesante la custodia de los bosques georgianos.

Son elevadas las expectativas que tiene el equipo con Paché. De hecho, si su rendimiento en la primavera así lo permite, podría adueñarse del jardín central sin ningún inconveniente. Tomando en cuenta que es un novato, si los planes no resultan acorde a lo debido, el criollo Ender Inciarte sería quien ocupe ese espacio mientras el dominicano desarrolla sus habilidades al cien por ciento.

El manager de Atlanta adelantó que el jardín derecho sería el espacio perfecto para Acuña Jr., mientras que Marcell Ozuna se ocuparía del izquierdo. En cualquiera de los escenarios, Atlanta tendrá un outfield de lujo.

Según la MLB, Acuña es el séptimo mejor jugador del momento en toda la Gran Carpa. Antes que él, hay jugadores que han demostrado menos. A partir del primero de abril, cuando Atlanta inicie la contienda enfrentándose a los Filis de Filadelfia, el de La Sabana iniciará sus labores no para ser el número uno del top 100, sino para que su equipo si lo sea en la temporada 2021.