Caracas.- El que dijo que Miguel Cabrera estaba acabado, perdió tal afirmación. El maracayero, a pesar de sus 37 años de edad, se encargó de ratificar con su bate en los juegos del spring training que se mantiene con su bate poderoso en lo más alto y listo para lograr otra campaña soberbia con los Tigres de Detroit.
La pandemia del coronavirus fue lo único que pudo frenar al artillero venezolano en esta fase de los juegos de pretemporada en la que al momento de ser cancelada, tenía registrados tres cuadrangulares y un sólido promedio de bateo de .345, además de un OPS de 1.096.
Si la campaña de 2020 se realiza, el “Tigre Mayor” tiene como meta disparar 185 imparables para llegar a los 3.000 y con 23 cuadrangulares logrará los 500, números suficientes para reafirmar sus opciones al Salón de la Fama, quizás en la primera escogencia.
Sin embargo, el gran dilema son las lesiones que le relegaron a conectar solo 139 inatrapables en las tres últimas temporadas por lo que ahora debe esmerarse en mantener su cuerpo sano para cumplir sus ansiados objetivos.
Con esos numeritos entusiasma a todos los integrantes del equipo que lo observan como la figura principal de un roster bastante disminuido luego de las salidas a otros equipos de sus principales estrellas.
Rodeado de prospectos
Cabrera se erige como un ejemplo a seguir para esos prospectos que tratan de imitarlo, mientras él sigue disparando cohetes por todos los rincones de los estadios, seguro en que todavía puede defender la inicial sin ningún problema.
No obstante, el manager Ron Gardenhire, no quiere que se lesione. Por esta causa desea utilizarlo como bateador designado y en esporádicas ocasiones en la primera base, algo que insiste Cabrera no le gusta, pero tiene que obedecer.
Las últimas temporadas han sido un fracaso para Cabrera producto de las lesiones, especialmente en las rodillas, algo que según él ya son cosas del pasado, pues se dedicó a realizar, en el descanso, un fuerte trabajo para fortalecerlas y a bajar de peso, aspecto que ha logrado con mucho sacrificio.
Lo cierto es queda Cabrera para rato, por lo menos así lo demostró en la pretemporada. Ahora se espera que inicie la campaña de este 2020 -la que podría ser recortada- por lo que para cumplir sus metas lo más seguro es que deba esperar hasta la zafra de 2021.
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