El Clásico y LaLiga llegan a su máxima expresión. No será un Barcelona vs Real Madrid al uso, de aquellos de entreguerra, de mediados de temporada, o primera mitad de curso, en que el resultado podía tener un efecto moral pero en cuanto a clasificación limitaba sus daños.
En este Clásico está en juego nada menos que el título de LaLiga, que sin quedar resuelto de forma matemática sí puede darse por sentenciado, si el ganador es el Barcelona de Hansi Flick.
Todo ello frente a un Madrid que acude a la cita catapultado en sus esperanzas. De pronto la eliminación del Barça en Champions pareciera que le regala gasolina extra al equipo merengue para entender la trascendencia que tendría conquistar los tres puntos en disputa.
De conseguirlo, y romper la dinámica de los tres últimos duelos, el todavía campeón de Liga se situaría a un punto del líder.
Y si el miércoles ganara al Mallorca asaltaría aunque fuera provisionalmente el primer puesto, con dos puntos de ventaja sobre el Barça y obligando al equipo de Flick a vencer el jueves en el derbi contra el Espanyol para seguir al frente de la clasificación.
Una presión extra e indiscutible, que podría ser lo contrario en el caso de victoria azulgrana.
Un triunfo del Barça le dejaría a 90 minutos del título si ganara en el campo del Espanyol en el cierre de la siguiente jornada... O sin necesidad de ello si el día anterior el Madrid, se entiende que en una situación depresiva en ese caso, no venciera al Mallorca.
En este Clásico está en juego nada menos que el título de LaLiga, que sin quedar resuelto de forma matemática sí puede darse por sentenciado, si el ganador es el Barcelona de Hansi Flick.
Será el segundo Clásico que se juega en Montjuïc y cuarto de la temporada. Y si el entorno azulgrana puede sentirse optimista/satisfecho recordando que los tres precedentes cayeron de su lado, por el lado merengue no se olvida que el único disputado en el Estadio Olímpico, en octubre de 2023, lo venció el equipo de Carlo Ancelotti con un doblete de Jude Bellingham, que remontó el inicial 1-0 de Ilkay Gündoga.
No aparece el futbolista inglés, a priori, en el momento explosivo que mostró la última temporada, pero Flick, que lo conoce y recuerda, seguro, de su primera campaña (2020-21) en el Borussia Dortmund, deberá preparar una conciencia un partido que si el Real Madrid se toma con el ánimo de dar un golpe de efecto que reabra el campeonato, el vestuario del Barça acoge con ganas de recuperar las sensaciones.
Y, también, demostrar que lo sucedido en Milán fue un accidente del que el equipo se ha recuperado.
El entrenador del Barcelona avisó en la previa de la necesidad de que sus jugadores estén "por encima de su mejor nivel" y evitando referirse a la situación liguera que pueda dejar el resultado del Clásico sí trasladado al vestuario su exigencia de que se mantenga el tono futbolístico que ha conducido al equipo hasta la situación actual.
El Golpe
Y, también, demostrar que lo sucedido en Milán fue un accidente del que el equipo se ha recuperado.
El entrenador del Barcelona avisó en la previa de la necesidad de que sus jugadores estén "por encima de su mejor nivel" y evitando referirse a la situación liguera que pueda dejar el resultado del Clásico sí trasladado al vestuario su exigencia de que se mantenga el tono futbolístico que ha conducido al equipo hasta la situación actual.
El Golpe
Todo ello frente a un Madrid que acude a la cita catapultado en sus esperanzas. De pronto la eliminación del Barça en Champions pareciera que le regala gasolina extra al equipo merengue para entender la trascendencia que tendría conquistar los tres puntos en disputa.
De conseguirlo, y romper la dinámica de los tres últimos duelos, el todavía campeón de Liga se situaría a un punto del líder.
Y si el miércoles ganara al Mallorca asaltaría aunque fuera provisionalmente el primer puesto, con dos puntos de ventaja sobre el Barça y obligando al equipo de Flick a vencer el jueves en el derbi contra el Espanyol para seguir al frente de la clasificación.
Una presión extra e indiscutible, que podría ser lo contrario en el caso de victoria azulgrana.
Un triunfo del Barça le dejaría a 90 minutos del título si ganara en el campo del Espanyol en el cierre de la siguiente jornada... O sin necesidad de ello si el día anterior el Madrid, se entiende que en una situación depresiva en ese caso, no venciera al Mallorca.
Con información de agencias
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