El “Patón” dejó su huella
Alejandro Carrasquel abrió el camino hacia las mayores hace 85 años
Caracas.- Recién se cumplieron 85 años de la primera comparecencia de un pelotero venezolano en las Grandes Ligas.
En efecto, el 23 de abril de 1939, el lanzador caraqueño Alejandro “Patón” Carrasquel irrumpió en el llamado Big Show como relevista de los Senadores de Washington y ante los poderosos Yanquis de Nueva York.
¡De Sarría para el mundo! o en todo caso para Washington, donde terminó de recalar luego de brillar con luz propia en el beisbol venezolano y en el cubano.
Duro y curvero
Alejandro Carrasquel nació el 24 de julio de 1912 en la popular barriada capitalina de Sarría y sus primeros pasos en el beisbol los dio jugando en los terraplenes de Tiro al Blanco, cerca de su casa y también en un terreno ubicado debajo del Puente Anauco.
Alejandro Carrasquel nació el 24 de julio de 1912 en la popular barriada capitalina de Sarría y sus primeros pasos en el beisbol los dio jugando en los terraplenes de Tiro al Blanco, cerca de su casa y también en un terreno ubicado debajo del Puente Anauco.
Destacaba sobre los otros mozalbetes de la época debido a su gran estatura, potencia de su brazo y recia personalidad. Es por ello que a nadie sorprendió cuando en 1929, fue firmado al profesional por el Royal Criollos, el gran rival del Magallanes de entonces.
También jugó en Venezuela con las Águilas del Concordia, Paraíso, Cardenales, Pastora, Valdés, Cervecería Caracas, Navegantes del Magallanes y Gavilanes. Dirigió al Pampero en la temporada 1959-1960, y fue coach de los Leones del Caracas en 1964.
Se dice que el matancero Martín Dihigo, su excompañero en el Concordia, lo convenció para jugar en el beisbol cubano en 1938. En ese año, el “Patón” lanzó para el equipo Cuba, dirigido por Joseíto Rodríguez, e hizo batería con el legendario catcher estadounidense Joshua “Trucutú” Gibson. El lanzador caraqueño ganó entonces 14 partidos y perdió cinco, cargando con el título de Más Valioso de la temporada.
Esta soberbia actuación despertó el interés de los Senadores de Washington, cuyo scout Joe Cambria lo conminó de dar el salto a las Grandes Ligas.
Entonces se le oyó decir: ¿Qué voy a hacer en Estados Unidos, si no hablo inglés?
Debut estelar
Pues bien, el idioma no fue mayor impedimento para Carrasquel, quien no contaba con mayores amigos en Orlando, donde se ubicaba el centro de entrenamientos de los Senadores, por lo que se concentró en el beisbol.
Pues bien, el idioma no fue mayor impedimento para Carrasquel, quien no contaba con mayores amigos en Orlando, donde se ubicaba el centro de entrenamientos de los Senadores, por lo que se concentró en el beisbol.
Y ciertamente que lo hizo muy bien en ese su primer spring training, al punto que el manager Bucky Harris tuvo palabras de elogio que fueron recogidas por el diario cubano El Mundo: “De todos los pitchers que estoy practicando aquí en los entrenamientos de primavera en Orlando, Florida, el que mejor ha impresionado es Alexander Carrasquel. No me importa de dónde es ni cómo aprendió a lanzar pelotas, pero lo que sí puedo decir es que las tira de manera tan colosal que si mañana se iniciara la temporada, el hombre que yo colocaría en el line-up, en el puesto de lanzador, no sería otro que Carrasquel”.
Y el momento llegó el 23 de abril de 1939, en el partido en que los Senadores estaban perdiendo ante los Yanquis de Nueva York, equipo que se había coronado en las series mundiales de 1936, 1937, 1938 y que en ese 1939 repetiría el pennant.
Carrasquel fue llamado a relevar al abridor Ken Chase, quien no se había visto dominador en el montículo del Griffith Stadium, en Washington.
Hay varias versiones, pero la que más se ajusta a la realidad es que el “Patón” se enfrentó nada menos que al “Yankee Clipper” Joe DiMaggio con dos outs y hombres en posición anotadora. Apeló a su bola rápida y obligó a DiMaggio a elevar al centerfield.
Al final Carrasquel salió sin decisión, tras trabajar por espacio de 5.1 innings, en los que permitió una carrera y cinco incogibles, sin boletos y un ponche.
Es de destacar que esa alineación de los Yanquis de 1939 tenía además de Joe DiMaggio a una pléyade de estrellas como el catcher Bill Dickey, Frankie Crosetti, Lou Gehrig, Joe Gordon, Joe Gallagher, George Selkirk, el artillero Charlie Keller y el lanzador Lefty Gomez. Palabras mayores.
En esa primera temporada con los Senadores de Washington, Carrasquel dejó récord de cinco triunfos y nueve reveses, con una efectividad de 4.69.
Su mejor zafra fue la de 1943, en la que dejó balance de 11-7 y efectividad de 3.68 en 144.1 innings lanzador.
En 1945 fue cambiado a los Medias Blancas de Chicago, tras lo cual decidió emigrar al beisbol mexicano, siendo suspendido por la MLB.
En 1949, ya con 38 años a cuestas, le levantaron la sanción y regresó al Chisox, para lanzar apenas 3.2 capítulos.
En total actuó durante ocho temporadas en las Grandes Ligas, dejando récord global de 50 triunfos, 39 reveses y efectividad de 3.73 en 861 innings laborados.
El “Patón” Alejandro Carrasquel falleció en su Caracas natal el 19 de agosto de 1969. Contaba entonces con 57 años, la mayoría de ellos dedicados a su gran pasión, que no fue otra que el beisbol.
Hace 85 años abrió el camino para que generaciones de peloteros venezolanos lograran su sueño de jugar en las Grandes Ligas, entre ellos su sobrino Alfonso Carrasquel, así como Luis Aparicio, Chucho Ramos, los hermanos Pompeyo y Víctor Davalillo, César Tovar, David Concepción, Antonio Armas, Baudilio Díaz, Oswaldo Guillén, Andrés Galarraga, Omar Vizquel, Luis Sojo, Bob Abreu, Magglio Ordóñez, Francisco Rodríguez, Miguel Cabrera, Carlos González, José Altuve, Eugenio Suárez, Salvador Pérez, Luis Arráez y Ronald Acuña jr.
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