Opinión
La destrucción de El Guapo 20 años después
El ingeniero Norberto Bausson en su artículo recuerda lo ocurrido en la tragedia del año 1999, cuando se desbordó la represa El Guapo, en el estado Miranda
Los hechos acontecidos veinte años atrás con la desgracia de Vargas y la destrucción del Guapo marcan una huella indeleble en el venezolano.
Lo ocurrido en ese diciembre fatídico cuando se desarrollaba además un evento político que tenía su clímax el día 15, marcó el inicio de la destrucción de las empresas públicas, porque los dirigentes se dieron cuenta que pasara lo que pasara, ellos, los responsables, no tendrían que pagar por nada y así su transcurrir al frente de cualquier empresa era solo un trabajo con juguetes, siendo el mayor de todos estos corotos el país.
Aquel diciembre: recibí una llamada de la Ing. Arelis Loaiza el día 15 en horas de la tarde donde muy preocupada me informaba que las condiciones del embalse El Guapo eran críticas y ante su insistencia le sugerí que le indicara al operador de guardia de Control Caracas, centro de operaciones de HIDROCAPITAL, que me llamara. A los minutos recibí la llamada e inmediatamente me di cuenta que los preocupados éramos nosotros y no la empresa. El operador de guardia no estaba ni por lejos al tanto de la grave situación: no fue capaz en esa llamada, en ese momento, de indicarme los niveles de los últimos días en flagrante demostración de desidia, reflejando lo insignificante que era para los dirigentes de HIDROCAPITAL ese problema. Lo increpé y le exigí que ordenara la información y me volviera a llamar.
En unos minutos recibí la nueva llamada y luego de un rápido análisis y una nueva consulta con Arelis, decidí llamar al Gobernador Enrique Mendoza. Me atendió su asistente, Oscar Pérez hoy exilado, a quien le advertí lo grave de la situación pasándome al gobernador de inmediato a quien le comenté ʺcreo es la primera vez que una represa de esa magnitud va a fallar en Venezuelaʺ. Se quedó cavilando y luego de unos segundos me repicó: como compruebo eso ?.
Le sugerí que sobrevolara el embalse y se fijara detenidamente en la condición del aliviadero. Inmediatamente voló en helicóptero al sitio y en una media hora me llamó comentándome que el aliviadero no se veía y que solo pudo observar un torrente bajando por el estribo izquierdo. Le sugerí la evacuación inmediata, el desalojo de toda la zona entre el Guapo y Rio Chico, recomendación ejecutada con la más eficiente maniobra trasladando esa tarde-noche toda la logística de la gobernación de Miranda a la zona y en alarde de sacrificio desarrollar el plan que le salvó la vida a miles de personas.
Al día siguiente, 16 de diciembre del 1999, a las 3:40 pm se produjo el desastre. Una ola gigantesca, como ariete fulminante, emergió del embalse y se llevó a su paso todo lo que existía. Según el mismo Gobernador impresionantes escenas vio desde los aires.
Después de todo esto corrobore como la desidia, irresponsabilidad, ignorancia, y sobre todo la arrogancia chavista eran los padres de este desastre minimizado por la acción milagrosa del Gobernador.
El caso lo llevé inicialmente al Colegio de Ingenieros comandado por el hijo de Miquelena, Adolfo, quien nunca contestó las solicitudes de investigación del caso, y un día me comentó que él quería hacer un trueque: que yo lo ayudara a ser presidente de HIDROCAPITAL y el me colaboraba porque su fin era destruir ese grupito…..Mandé para allá lejos a esa mancha de la ingeniería. También los denuncié en la fiscalía y en la contraloría y me di cuenta que estaba frente a una mafia bien organizada que abusaba del poder sin cortapisas.
Enterrar estos hechos siempre fue un objetivo del chavismo y lograr esa meta parcialmente les ha salido caro: se robaron pruebas, pagaron a grupos de ingenieros que los defendieran con contratos onerosos, hicieron de todo por mantener la mentira.
La verdad nunca he escrito en primera persona porque me parece inapropiado pero quería dejar este testimonio veinte años después, mantener viva la llama de la justicia que algún día se hará presente en este caso.
Ingeniero Norberto Bausson
Lo ocurrido en ese diciembre fatídico cuando se desarrollaba además un evento político que tenía su clímax el día 15, marcó el inicio de la destrucción de las empresas públicas, porque los dirigentes se dieron cuenta que pasara lo que pasara, ellos, los responsables, no tendrían que pagar por nada y así su transcurrir al frente de cualquier empresa era solo un trabajo con juguetes, siendo el mayor de todos estos corotos el país.
Aquel diciembre: recibí una llamada de la Ing. Arelis Loaiza el día 15 en horas de la tarde donde muy preocupada me informaba que las condiciones del embalse El Guapo eran críticas y ante su insistencia le sugerí que le indicara al operador de guardia de Control Caracas, centro de operaciones de HIDROCAPITAL, que me llamara. A los minutos recibí la llamada e inmediatamente me di cuenta que los preocupados éramos nosotros y no la empresa. El operador de guardia no estaba ni por lejos al tanto de la grave situación: no fue capaz en esa llamada, en ese momento, de indicarme los niveles de los últimos días en flagrante demostración de desidia, reflejando lo insignificante que era para los dirigentes de HIDROCAPITAL ese problema. Lo increpé y le exigí que ordenara la información y me volviera a llamar.
En unos minutos recibí la nueva llamada y luego de un rápido análisis y una nueva consulta con Arelis, decidí llamar al Gobernador Enrique Mendoza. Me atendió su asistente, Oscar Pérez hoy exilado, a quien le advertí lo grave de la situación pasándome al gobernador de inmediato a quien le comenté ʺcreo es la primera vez que una represa de esa magnitud va a fallar en Venezuelaʺ. Se quedó cavilando y luego de unos segundos me repicó: como compruebo eso ?.
Le sugerí que sobrevolara el embalse y se fijara detenidamente en la condición del aliviadero. Inmediatamente voló en helicóptero al sitio y en una media hora me llamó comentándome que el aliviadero no se veía y que solo pudo observar un torrente bajando por el estribo izquierdo. Le sugerí la evacuación inmediata, el desalojo de toda la zona entre el Guapo y Rio Chico, recomendación ejecutada con la más eficiente maniobra trasladando esa tarde-noche toda la logística de la gobernación de Miranda a la zona y en alarde de sacrificio desarrollar el plan que le salvó la vida a miles de personas.
Al día siguiente, 16 de diciembre del 1999, a las 3:40 pm se produjo el desastre. Una ola gigantesca, como ariete fulminante, emergió del embalse y se llevó a su paso todo lo que existía. Según el mismo Gobernador impresionantes escenas vio desde los aires.
Después de todo esto corrobore como la desidia, irresponsabilidad, ignorancia, y sobre todo la arrogancia chavista eran los padres de este desastre minimizado por la acción milagrosa del Gobernador.
El caso lo llevé inicialmente al Colegio de Ingenieros comandado por el hijo de Miquelena, Adolfo, quien nunca contestó las solicitudes de investigación del caso, y un día me comentó que él quería hacer un trueque: que yo lo ayudara a ser presidente de HIDROCAPITAL y el me colaboraba porque su fin era destruir ese grupito…..Mandé para allá lejos a esa mancha de la ingeniería. También los denuncié en la fiscalía y en la contraloría y me di cuenta que estaba frente a una mafia bien organizada que abusaba del poder sin cortapisas.
Enterrar estos hechos siempre fue un objetivo del chavismo y lograr esa meta parcialmente les ha salido caro: se robaron pruebas, pagaron a grupos de ingenieros que los defendieran con contratos onerosos, hicieron de todo por mantener la mentira.
La verdad nunca he escrito en primera persona porque me parece inapropiado pero quería dejar este testimonio veinte años después, mantener viva la llama de la justicia que algún día se hará presente en este caso.
Ingeniero Norberto Bausson
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