Santa Rosalía de Caracas un lugar de historia y tradición
Cada esquina rememora un recuerdo de la ciudad de los techos rojos
Uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad capital lo ocupa el Casco Central de Santa Rosalía, cuyos orígenes se remontan a mediados del siglo XVII, cuando pobladores de la época comenzaron con la instalación de haciendas en los extramuros de la ciudad de Santiago de León de Caracas.
Como centro de fe, resalta la iglesia de Santa Rosalía, creada en 1697, cuando habitantes decidieran construir una ermita en honor a la Santa, en agradecimiento por el cese de la epidemia de fiebre amarilla que azotó a la ciudad, durante esa época.
En 1730 por órdenes del obispo Félix Valverde, se comienza la construcción de una iglesia más grande, debido a la cantidad de devotos que rendían tributos en el lugar.
La edificación estuvo a cargo de Don Pedro Thamarón y Romeral, siendo concluida en 1734, entre las esquinas de Viento y Candilito.
María Ortas, feligrés de esta parroquia, manifestó que “la santa libró a la ciudad de esa terrible peste, es por eso que aquí repetimos ¡Santa Rosalía de Palermo, líbranos del pecado como libraste a Caracas de la peste del vomito negro!”, agregando la existencia de un cementerio debajo del templo.
Danny Terán comentó que “se dice que la mamá del libertador Simón Bolívar solía venir aquí y rezar ante la imagen de la virgen del Socorro”, la cual data de la época colonial y se ubica en la nave derecha del templo, el cual fue declarado monumento histórico el 2 de agosto de 1960.
Otro aspecto resaltante de esta comunidad fue el taller de frailes dominicos, quienes diseñaban las famosas tejas rojas de la ciudad colonial, los cuales desaparecieron en el siglo XIX. Recordándolos con una esquina llamada El Tejar.
A pocos metros también existió la Rotunda, cárcel donde eran aplicados castigos inhumanos a los presos políticos a principios del siglo XX, durante el gobierno del dictador Juan Vicente Gómez. En 1936, tras su muerte, fue demolida, construyéndose en su lugar la plaza La Concordia.
La “Esquina El Muerto” da singular realce a una de sus zonas. Donde durante la Guerra Federal se hizo cotidiano hallar soldados muertos o heridos en plena vía pública. De acuerdo a Mario Guerra, habitante de la zona, “cuentan que fue un soldado que creían muerto y resulto vivo”, razón por lo que se fue popularizando la leyenda. En esta zona nació el novelista y político venezolano Rómulo Gallegos. Habitantes de la parroquia piden más seguridad.
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