Caracas.- Por ser un punto referencial en la capital, los vecinos de Chacao, esperan respuestas sobre la conservación de los espacios en la plaza Francia de Altamira.

Es por ello que han acompañado las iniciativas que se impulsan para el mantenimiento de la infraestructura del lugar. Según Haydée Solotucha, vecina de Chacao por más de 40 años, que "hay que cuidar la plaza".

Solotucha se desempeña como guardia de espacios públicos, una iniciativa organizada por la Alcaldía de Chacao. Cuenta que a diario verifica las condiciones de los espacios, con el apoyo de la policía y de otros entes municipales.

Explica que la plaza "tiene su brillo, ahora está rescatada".


Por su parte, el vecino Emilio Martínez, quien tiene más de 30 años viviendo en la zona, considera que el mantenimiento debe ser más regular. "La plaza está algo descuidada", dice. Explica que se tiene que recuperar la cascada, y opina que las piscinas deben estar siempre húmedas para que no sufran grietas.

Por su parte, algunos vecinos, han manifestado interés por conocer en detalle las mejoras a la plaza. Al mismo tiempo, los turistas siguen visitando los espacios verdes de la zona.

Sobre el mantenimiento de la plaza Francia, el alcalde de Chacao, Gustavo Duque. manifestó en sus redes sociales que desde "hace más de cinco meses empezamos las labores de restauración y recuperación de la plaza".

Duque señaló que estos trabajos comprenden la recuperación del cableado que "había sido sustraído", la reparación de postes, la iluminación, la reparación de todo el sistema hidroneumático que hace funcionar las bombas que surten agua y hacen funcionar las fuentes y cascadas del obelisco y demás caídas de agua, la limpieza permanente y la restauración del mobiliario urbano.

A esto "se sumó recientemente el Ejecutivo Nacional con un programa de recuperación que están realizando también en otros municipios, aportando luminarias, reflectores, pintura y recuperando parte del ornato".


Desde hace dos semanas, cuadrillas del Gobierno Nacional se han acercado a la plaza Francia para realizar trabajos de jardinería, limpieza, alumbrado del obelisco y la piscina.

Está previsto el resembrado de más de seis mil 500 plantas, la sustitución de 198 luminarias y la recuperación integral de la fuente. Las obras se realizan en equipos que se rotan de turno y de roles de forma diaria, en dos cuadrillas, sin interrumpir la circulación de personas que acuden a los espacios de esparcimiento y recreación.

Se han desplegado 95 cuadrillas de mantenimiento en los cinco municipios del Área Metropolitana de Caracas. Los representantes de los entes gubernamentales a nivel municipal y nacional coinciden en que la recuperación de la plaza es "una prioridad".

La recuperación de este espacio se realiza en diversas fases, permitiendo que los espacios sean un lugar de encuentro para los caraqueños y que sirva para el desarrollo de las diversas actividades culturales y recreativas que han dado forma a la icónica plaza.

El emblema

La expansión de la capital fue registrada en El Universal en una reseña publicada el 11 de agosto de 1945 titulada "Ecos de la inauguración del 'Espejo de agua' en la Urbanización Altamira".

El diario reseñó el concierto inaugural en ese espacio. En esa ocasión, un importante número de personas asistió al acto de ballet "Una gran multitud, más de seis mil personas, acudió la noche del miércoles pasado (8 de agosto de 1945) a la inauguración del Espejo de Agua, en la gran urbanización Altamira", indicó la reseña.
 


La interpretación del acto lo realizó el Ballet Russe, según indica la reseña.


Igualmente, en la edición de ese día anunciaron un concierto, con una publicidad que indicaba que el espacio inaugurado se presentaría un concierto "con música grabada por medio de su magnifico equipo cuya instalación, completamente disimulada, permite dar la ilusión de una orquesta invisible dentro del refinado ambiente de las fuentes en movimiento".

El hecho era concreción del proyecto de la urbanización Altamira, cuya construcción fue desarrollada por el urbanista Luis Roche a principio de la década de 1940.

El área que hoy ocupa la plaza Francia de Altamira formó parte de importantes terrenos agrícolas bajo los nombres de "Hacienda Las Dolores" y "Hacienda El Paraíso" de 110 hectáreas, con las grandes quebradas cristalinas Pajaritos, Quebrada Seca y Quintero o quebrada de Chacao, afluentes del río Guaire, que descendían de norte a sur desde la montaña que limita al norte la ciudad de Caracas llamada el Cerro El Ávila.

En 1943 los terrenos fueron adquiridos por Roche que daría inicio a los proyectos de parcelamiento de las obras emblemáticas en la urbanización Altamira. Posteriormente su nombre cambió a plaza Francia tras la firma de un convenio entre las ciudades de Caracas y París para tener una plaza Francia en Caracas y una plaza Venezuela en París.

El 17 de enero de 1967, los señores Marcos París del Gallego y Luis Henrique Núñez enviaron a la Cámara Municipal del Distrito Sucre una comunicación cuya solicitud le daría su actual nombre, cambiándolo así de plaza de Altamira a plaza Francia.