Espacio publicitario

Contaminación sónica es una tarea pendiente en Caracas

Unidades de transporte, locales y publicidad móvil compiten en la creación de ruido. Cada vez más se elevan los decibeles que soportan transeúntes y conductores

  • Diario El Universal

14/07/2024 07:37 am

En cualquier avenida de la Gran Caracas el cuadro se repite casi como copia al calco: el ruido se ha convertido en un elemento omnipresente, una contaminación invisible que atenta contra la salud y el bienestar de sus habitantes.

El tráfico vehicular, las bocinas ensordecedoras, las obras en construcción y la música a alto volumen en locales comerciales, puestos ambulantes y autobuses, conforman una cacofonía urbana que amenaza con deteriorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Más allá de lo molesto, el tema apunta a que se acentúen enfermedades derivadas desde ángulos de deterioro de la audición y hasta emocionales.

Transportando malestar
En la capital se ha hecho común que en las paradas de autobús, el ambiente sea desordenado. Los usuarios esperan impacientes, mientras tratan de esquivar el molesto sonido de las bocinas de los carros y las unidades de transporte público, además de los voceadores, quienes gritan prácticamente en la cara de los pasajeros.

"Es un martirio estar aquí", comenta María González, una señora de 65 años quien agrega: “el ruido me pone nerviosa y me dificulta concentrarme. A veces, hasta me duele la cabeza".

González es usuaria recurrente de las paradas en el municipio Libertador. En ellas, en avenidas como Baralt, Urdaneta y Andrés Bello, el cuadro es el mismo.

Las avenidas México y Universidad ofrecen el mismo panorama y similar opinión comparte José López, un estudiante. "Es imposible estudiar o leer en mi casa por culpa del ruido de la calle", afirma.

Su residencia, en plena avenida Urdaneta, apenas medio disfruta del silencio unas cuatro horas al día. Desde pasadas las 11:00 pm y hasta las 5:00 am hay relativa tranquilidad. “Luego de eso llegan las unidades de transporte y con ellas las personas que supuestamente ayudan a los usuarios con las rutas, pero en realidad lo que hacen es gritar”, acota.

"Durante el día siento que estoy perdiendo la concentración y en la noche me cuesta mucho conciliar el sueño", destaca.

Un problema de salud pública
La contaminación sónica no es solo una molestia, sino un problema de salud pública con graves consecuencias. La exposición prolongada a altos niveles de ruido puede provocar estrés, ansiedad, alteraciones del sueño, e incluso pérdida de audición.

Un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que cerca de 120 millones de personas en la región de América Latina y el Caribe están expuestas a niveles de ruido que superan los límites recomendados, lo que las pone en riesgo de sufrir tales problemas de salud.

En Venezuela existen leyes y reglamentos que establecen límites máximos de ruido para diferentes zonas y actividades. Sin embargo, estas normas son frecuentemente incumplidas y las autoridades carecen de los recursos y el personal necesario para hacerlas cumplir de manera efectiva.

Las autoridades de Caracas tienen en sus manos las medidas para reducir la contaminación sónica en la ciudad con campañas de concienciación para educar a la población.

Un futuro más silencioso con un compromiso claro
Caracas tiene el potencial de convertirse en una ciudad más habitable y saludable si se enfrenta de manera comprometida al problema de la contaminación sónica. Un futuro más silencioso es posible, pero requiere del esfuerzo conjunto de autoridades, empresas y ciudadanía.

Todo parte de la educación y el orden. Por ello fue creada la Oficina para la Convivencia, Civismo y Paz, en la alcaldía del municipio Libertador.

La oficina se crea con la finalidad de trabajar articuladamente con el Ministerio de Relaciones Interiores, órgano rector en seguridad ciudadana, explicó la alcaldesa Carmen Meléndez.

“Es importante esta oficina central y espero que se multiplique en cada parroquia, donde el ciudadano pueda llegar y exponer su inquietud, para que se cumpla la Ordenanza, sin importar la ideología política, lo que importa es que quieran vivir en paz, con justicia”, apuntó Meléndez.

Limitar el uso de las cornetas ha sido el tema recurrente planteado por los vecinos. “La lucha contra la contaminación sónica es una tarea que requiere del compromiso de todos”, dicen. Solo así podremos construir una ciudad más tranquila, saludable y sostenible.

"La Ley de Convivencia Ciudadana fue debatida durante un año con la participación de los consejos comunales y comunas. El común del pueblo debe casarse con esta ordenanza”

JIMMY GUDIÑO
Concejal de Caracas


Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario