Una de las arterias principales de la ciudad de Caracas es la avenida Urdaneta, una vía clave que conecta el este y el oeste y brinda acceso a importantes lugares de interés para el tema de trámites y Gobierno central.
Para mejorar el paso de propios y extraños, se ha llevado adelante por parte del Instituto de Transporte de Caracas (Intrac) un proyecto de mejora en esta avenida, el cual incluye la implementación de nueva tecnología en semáforos, con el objetivo de optimizar la seguridad vial y la experiencia de los conductores.
La implementación de esta nueva tecnología marca un paso significativo hacia la modernización y eficiencia del sistema de tráfico en la ciudad que, en los últimos meses y con el resurgir de la actividad comercial, ha experimentado nuevos atascos por la cantidad de conductores.
Los semáforos nuevos cuentan con una visual que ha sido diseñada específicamente para ampliar su visibilidad desde mayor distancia y con una comprensión de las señales más universal por parte de conductores y peatones.
“Este aspecto visual incluye luces más brillantes y nítidas, así como una disposición clara de los colores que indican los diferentes estados del semáforo”, destacan los instaladores del equipo en la avenida Urdaneta. “Esto permite a los conductores percibir de manera más rápida y precisa cuándo deben detenerse, avanzar o tener precaución”, agregan.
Pasos más adelante
A escala global, además de la mejora en la visualización, la nueva tecnología en semáforos también ha introducido sistemas inteligentes que se adaptan al flujo de tráfico en tiempo real, aspecto que se espera esté a plenitud también en Caracas.
Para lograr esto están equipados con sensores y algoritmos que monitorean el tránsito y ajustan los tiempos de los ciclos de luz en función de la demanda. Esto ayuda a reducir los tiempos de espera innecesarios y mejora la fluidez del tráfico.
Una red completa
En la avenida Urdaneta se busca bajar la congestión y los embotellamientos y el proceso implica conectar las principales vías. Por ello “los espacios intervenidos con estas nuevas piezas son la avenida Bolívar, la Sucre y los alrededores de la Plaza O’Leary”, destaca Intrac en sus redes sociales.
“La implementación de esta nueva tecnología en semáforos también ha tenido un impacto significativo en la seguridad vial de los peatones”, destaca Nilda Pérez, quien vive cerca de la avenida Bolívar.
Se ve claramente el tiempo que falta para el cambio, “y quienes vamos a cruzar, tenemos el tiempo referencial que queda para pasar o esperar. Es un beneficio extra para las personas con movilidad reducida”, acota.
Detalles del sistema
Los semáforos actualizados utilizan luces LED de mayor intensidad, lo que permite una mejor visibilidad tanto de día como de noche. “Esto es especialmente importante en una ciudad como Caracas, donde la iluminación puede cambiar en ciertas áreas, incluso por elementos naturales como vegetación”, explican vecinos como Carlos Alves, habitante de la avenida Sucre.
Precisa que “los conductores ahora pueden identificar claramente las señales y reaccionar de manera oportuna, lo que contribuye a prevenir accidentes y promover una conducción más segura”.
Expertos en materia urbana destacan que se “brinda mayor protección a los transeúntes y fomenta una convivencia más armoniosa entre los diferentes actores viales”.
Para mejorar el paso de propios y extraños, se ha llevado adelante por parte del Instituto de Transporte de Caracas (Intrac) un proyecto de mejora en esta avenida, el cual incluye la implementación de nueva tecnología en semáforos, con el objetivo de optimizar la seguridad vial y la experiencia de los conductores.
La implementación de esta nueva tecnología marca un paso significativo hacia la modernización y eficiencia del sistema de tráfico en la ciudad que, en los últimos meses y con el resurgir de la actividad comercial, ha experimentado nuevos atascos por la cantidad de conductores.
Los semáforos nuevos cuentan con una visual que ha sido diseñada específicamente para ampliar su visibilidad desde mayor distancia y con una comprensión de las señales más universal por parte de conductores y peatones.
“Este aspecto visual incluye luces más brillantes y nítidas, así como una disposición clara de los colores que indican los diferentes estados del semáforo”, destacan los instaladores del equipo en la avenida Urdaneta. “Esto permite a los conductores percibir de manera más rápida y precisa cuándo deben detenerse, avanzar o tener precaución”, agregan.
Pasos más adelante
A escala global, además de la mejora en la visualización, la nueva tecnología en semáforos también ha introducido sistemas inteligentes que se adaptan al flujo de tráfico en tiempo real, aspecto que se espera esté a plenitud también en Caracas.
Para lograr esto están equipados con sensores y algoritmos que monitorean el tránsito y ajustan los tiempos de los ciclos de luz en función de la demanda. Esto ayuda a reducir los tiempos de espera innecesarios y mejora la fluidez del tráfico.
Una red completa
En la avenida Urdaneta se busca bajar la congestión y los embotellamientos y el proceso implica conectar las principales vías. Por ello “los espacios intervenidos con estas nuevas piezas son la avenida Bolívar, la Sucre y los alrededores de la Plaza O’Leary”, destaca Intrac en sus redes sociales.
“La implementación de esta nueva tecnología en semáforos también ha tenido un impacto significativo en la seguridad vial de los peatones”, destaca Nilda Pérez, quien vive cerca de la avenida Bolívar.
Se ve claramente el tiempo que falta para el cambio, “y quienes vamos a cruzar, tenemos el tiempo referencial que queda para pasar o esperar. Es un beneficio extra para las personas con movilidad reducida”, acota.
Detalles del sistema
Los semáforos actualizados utilizan luces LED de mayor intensidad, lo que permite una mejor visibilidad tanto de día como de noche. “Esto es especialmente importante en una ciudad como Caracas, donde la iluminación puede cambiar en ciertas áreas, incluso por elementos naturales como vegetación”, explican vecinos como Carlos Alves, habitante de la avenida Sucre.
Precisa que “los conductores ahora pueden identificar claramente las señales y reaccionar de manera oportuna, lo que contribuye a prevenir accidentes y promover una conducción más segura”.
Expertos en materia urbana destacan que se “brinda mayor protección a los transeúntes y fomenta una convivencia más armoniosa entre los diferentes actores viales”.
Un proceso de adaptación que es progresivo
La respuesta de los conductores de las avenidas que hasta ahora cuentan con los nuevos dispositivos ha sido en su mayoría positiva y es que, si bien cualquier cambio en la infraestructura vial puede requerir un período de adaptación, en general han apreciado las ventajas que ofrecen los nuevos semáforos en la avenida Urdaneta.
Los conductores han notado que las luces LED son más brillantes y nítidas y facilitan la identificación de los colores y los estados de los semáforos; sin embargo, muchos explican que de noche les ha costado adaptar la vista por su intensidad.
Ahora se espera la ventaja de que estas unidades mejoren el flujo de tiempo. Explican que las unidades anteriores, aunque estaban operativas, tenían fallas.
“Algunas luces estaban incompletas y no se veía si el semáforo estaba activo, hasta que cambiaba de rojo a verde, por ejemplo. Con los nuevos ha disminuido la congestión, ya que son piezas integrales, grandes”, dice Carlos Sanabria, usuario habitual de vías en el centro de la capital.
Los conductores ahora ahorran tiempo en desplazamientos y tienen una experiencia más adecuada de conducción.
La respuesta de los conductores de las avenidas que hasta ahora cuentan con los nuevos dispositivos ha sido en su mayoría positiva y es que, si bien cualquier cambio en la infraestructura vial puede requerir un período de adaptación, en general han apreciado las ventajas que ofrecen los nuevos semáforos en la avenida Urdaneta.
Los conductores han notado que las luces LED son más brillantes y nítidas y facilitan la identificación de los colores y los estados de los semáforos; sin embargo, muchos explican que de noche les ha costado adaptar la vista por su intensidad.
Ahora se espera la ventaja de que estas unidades mejoren el flujo de tiempo. Explican que las unidades anteriores, aunque estaban operativas, tenían fallas.
“Algunas luces estaban incompletas y no se veía si el semáforo estaba activo, hasta que cambiaba de rojo a verde, por ejemplo. Con los nuevos ha disminuido la congestión, ya que son piezas integrales, grandes”, dice Carlos Sanabria, usuario habitual de vías en el centro de la capital.
Los conductores ahora ahorran tiempo en desplazamientos y tienen una experiencia más adecuada de conducción.
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