Habitantes de El Jarillo disponen de una sola unidad de transporte
Las malas condiciones de la vialidad hicieron desistir a los conductores de hacer esta ruta
Johana Rodríguez
Los Teques. Incomunicados. Así se sienten los habitantes de El Jarillo que no cuentan con carro, debido a que la comunidad dispone de una sola unidad de transporte público que carga pasajeros a las 6:30 a.m. y los retorna a las 4:00 p.m.
La parroquia foránea del municipio Guaicaipuro, conocida como una referencia turística por sus paisajes, gastronomía y propuestas de deportes extremos, pasa por una crisis de transporte desde hace aproximadamente un mes.
“Hasta el año pasado cada 40 minutos salían los autobuses de la plaza Miranda hacia El Jarillo e igualmente contábamos con los autobuses que cubrían la ruta de la Colonia Tovar, pero el mal estado de la vialidad hizo desistir progresivamente a los conductores hasta el estatus que tenemos hoy día”, denunció Carmelo Bustamamente, residente del sector La Ciénaga.
La gente debe cazar el autobús, esperar la cola de algún vecino o simplemente quedarse en casa. Esto ha aumentado los niveles de ausentismo laboral porque aunado a que hay un solo autobús que apenas carga 28 pasajeros, hay que pagar 50 mil bolívares de pasaje y para nadie es un secreto el problema para obtener efectivo.
Comerciantes de la zona dicen que esta situación ha afectado severamente las ventas. “Antes durante la época vacacional la gente se venía a El Jarillo en autobús para comer fresas con crema y ver cómo la gente se lanzaba en parapente, pero ahora si acaso vienen los que tienen carro y se lo piensan porque las fallas de borde son descomunales”, denunció José Mendoza, quien solo abre su venta de frutas y hortalizas durante los fines de semana.
La vía está en tan mal estado que ni las autoridades quieren subir. En julio se hacían las fiestas patronales pero ahora las corrieron para agosto, como si fueran a arreglar algo que no ven desde que se murió Chávez; desde entonces no le han realizado un cariñito a esta importante ruta turística que está muriendo de mengua.
Las denuncias encuentran asidero en los puestos de venta cerrados y la poca afluencia de visitantes durante la semana. “Muchos comerciantes desistieron de vender porque no hay a quién. Los que resisten abren exclusivamente los fines de semana y sin embargo las ventas están muy escasas”, refirió Felipa Querales, habitante de Jarillo Centro, quien acotó que “se supone que en julio comenzaba el alza en los visitantes, pero ahora se mantiene en cero”.
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones