César Burguera: El Tío Pancho y el escribidor
"Nos adentraremos a la evocación de la pastoril relación que ha unido al “Tío Pancho” con su remunerado escribidor"
“Nos corresponde hacer la limitada narrativa de un exclusivo y privado evento inoportunamente realizado por la alcaldía de Valencia en plena emergencia por la devastadora acción de la naturaleza sobre el estado Aragua”.
No haremos mención a una de las obras trascendentales del Premio Nobel de literatura, el novelista inca Mario Vargas Llosa. No relataremos la inolvidable trama de “La tía Julia y el escribidor”. Nos adentraremos a la evocación de la pastoril relación que ha unido al “Tío Pancho” con su remunerado escribidor. Transcurría febrilmente cualquier mañana, los oscuros nubarrones anunciaban el pronto arribo del recurrente temporal. Suena estridentemente el tono del móvil celular del zalamero escribidor, que aún, a pesar de que se acercaba el mediodía, dormía plácidamente confundido entre desordenados papeles y una desesperada hambre. La llamada provenía del “Tío Pancho” quien también reposaba, sumido en un imperturbable sueño pero lo despertó el ensordecedor sonido de un estrepitoso trueno. “Buenas tardes, usted me dirá mi apreciado jefe” solícitamente respondía el baboso escribidor. “Sabe que siempre he estado a sus enteras órdenes”. Un enronquecido “Tío Pancho” llegaba a recriminar “Miguel, no has cumplido con tu mensual encomienda de descalificar, a mi no me engañas con tus fingidas verdades, te conozco perfectamente y no recibirás la solidaria mesada”. Un angustiado escribidor no encontraba respuesta, ni palabras para asegurar su mensual remuneración y raudamente procedía a señalar, con voz quebrada, con ese incontrolable temblor recorriendo el obeso territorio de su cuerpo. “Tranquilo patrón, hoy mismo elaboró la manipulada trama, Pancho sabes que nunca te he fallado”. El “Tío Pancho” le proporcionaba las estrictas instrucciones “Esta misma tarde te reúnes con tu tocayo Miguel“. Y allí, precisamente allí, nos asaltó el asombro, ya que se trataba del mismísimo “Bodeguero”, aquel capataz de los saqueados galpones de alimentos que en la actualidad se hace llamar intendente. Miguel “El Bodeguero” cumplía puntualmente la misión encomendada y proporcionaba a un afligido escribidor los dictados del “Tío Pancho”, colmados de incoherentes fábulas, de desquiciados relatos, de perversas conspiraciones que solo buscan nuevamente la descalificación y el descrédito. Todo este amañado libreto solo puede convivir en la mermada lucidez del deslastrado “Tío Pancho”. Es la reaparición del estéril ejercicio para tratar de obstaculizar la indetenible marcha de esta nueva patria que conduce y consolida nuestro presidente Nicolás Maduro. Es pretender preservar sus menguadas parcelas o disminuidos predios. No han entendido que son parte de ese pasado que se exhibe con el insoportable ropaje del rotundo fracaso. Con su desproporcionada figura se marchaba Miguel, el baboso escribidor y a modo de humillante suplica le recordaba al “Bodeguero”, “Dile a Pancho que no se olvide de lo mío.
Carabobeños por Carabobo
Desde la contundente victoria alcanzada el pasado 21 de noviembre de la mano de Rafael Lacava y el PSUV, algunas estructuras políticas han iniciado un denodado esfuerzo para continuar siendo un importante soporte ante la inminente llegada de trascendentales procesos electorales. Un cristalino ejemplo lo representa el partido Carabobeños por Carabobo que decididamente apoyó todas las opciones presentadas por el proceso revolucionario, llegando a alcanzar una notable votación en importantes municipios como Valencia y Naguanagua. Ante ello el coordinador general Giovanni Nani anunció la realización de una plenaria para inicios del próximo año, donde privará una inédita amplitud y donde se procederá a la necesaria renovación de los medulares objetivos y singulares presencias, otorgándole prioritarias posiciones a las nuevas generaciones que se han adherido a esta encendida creencia del “Nuevo Carabobo”. Serán, señala Nani, un calificado plantel de ávidos jóvenes con la vocación de contribuir al desarrollo sostenido de esta región. Circunstancia que nos plena de válido orgullo por no solo pertenecer a esta estructura partidista, sino igualmente haber sido uno de los promotores y fundadores de esta moderna iniciativa de hacer del ejercicio de la política un verdadero apostolado y encomendar la continuidad del paso al siempre necesario relevo generacional. Se puede asegurar que Carabobeños por Carabobo está preparado para asumir, con todos sus alegatos, los retos que se avizoran a muy corto plazo. Otro de los pronunciamientos que se producirán dentro del desarrollo y dinámica de la significativa asamblea de Carabobeños por Carabobo a inicios del año próximo será proponer, sin dilación alguna, la candidatura presidencial de Nicolás Maduro para asegurar la prolongación de este emocionante sendero que decantará en la absoluta recuperación de nuestra patria. Nicolás Maduro es perseverancia e ilusión.
El Sandynismo tomó la Casona
En esta ocasión no hablaremos del ideario político de Augusto César Sandino, héroe nacional de Nicaragua, ni tampoco de una novelesca irrupción del comandante Daniel Ortega a la Casona, aquella otrora residencia presidencial. Nos corresponde hacer la limitada narrativa de un exclusivo y privado evento inoportunamente realizado por la alcaldía de Valencia en plena emergencia por la devastadora acción de la naturaleza sobre el estado Aragua, sin embargo eso no fue solido obstáculo y continuaron con la “Presentación a la prensa de la Expo 2022 Valencia” donde llegaban hasta exigir la sofisticada vestimenta que debían llevar los privilegiados invitados. El distinguido y refinado festín tendría como acogedora sede una amplia casona enclavada en la urbanización Trigal Sur. Una curiosa discreción llenaba el dispendioso acontecimiento, ya que no se prodigaron fotos o graficas, ni tampoco se realizó reseña periodística alguna que proporcionara luces sobre el desarrollo del opulento convite. Generosamente uno de afortunados asistentes nos trasmitió un improvisado relato de lo ocurrido. Nos confesó que la moderadora había sido la hábil periodista, la del portal informativo financiado por el ayuntamiento valenciano, la misma que sonoramente reclama que “El régimen dictatorial le había arrebatado su caseta radial”. Innumerables verdes búhos se multiplicaban en cada una de las enormes paredes de la espaciosa casona. Ya entrada la oscura noche, se retiraba, con gafas y lupa, el alcalde Fuenmayor alegando una impostergable reunión con León Jurado, alcalde del municipio San Diego para seguir avanzando en la conformación de la desautorizada “Mancomunidad en Materia de Transporte”. A su lado se encontraba, en una suerte de blanca sombra, la edil opositora que a final de cuentas le ha servido como insustituible operadora política y hasta celosa conserje de la inmensa casona. Finalmente no se llegó a observar ningún militante, ningún jefe de calle, ni de comunidad, ni mucho menos algún miembro de la esencial estructura de las UBCH. El “Verde Búho” se acomoda sus calibradas gafas, empuña su enmarcada lupa y llega a exclamar “Ustedes advertirán que mi máxima prioridad siempre será el norte de Valencia”. Y esa es la verdad.
En esta ocasión no hablaremos del ideario político de Augusto César Sandino, héroe nacional de Nicaragua, ni tampoco de una novelesca irrupción del comandante Daniel Ortega a la Casona, aquella otrora residencia presidencial. Nos corresponde hacer la limitada narrativa de un exclusivo y privado evento inoportunamente realizado por la alcaldía de Valencia en plena emergencia por la devastadora acción de la naturaleza sobre el estado Aragua, sin embargo eso no fue solido obstáculo y continuaron con la “Presentación a la prensa de la Expo 2022 Valencia” donde llegaban hasta exigir la sofisticada vestimenta que debían llevar los privilegiados invitados. El distinguido y refinado festín tendría como acogedora sede una amplia casona enclavada en la urbanización Trigal Sur. Una curiosa discreción llenaba el dispendioso acontecimiento, ya que no se prodigaron fotos o graficas, ni tampoco se realizó reseña periodística alguna que proporcionara luces sobre el desarrollo del opulento convite. Generosamente uno de afortunados asistentes nos trasmitió un improvisado relato de lo ocurrido. Nos confesó que la moderadora había sido la hábil periodista, la del portal informativo financiado por el ayuntamiento valenciano, la misma que sonoramente reclama que “El régimen dictatorial le había arrebatado su caseta radial”. Innumerables verdes búhos se multiplicaban en cada una de las enormes paredes de la espaciosa casona. Ya entrada la oscura noche, se retiraba, con gafas y lupa, el alcalde Fuenmayor alegando una impostergable reunión con León Jurado, alcalde del municipio San Diego para seguir avanzando en la conformación de la desautorizada “Mancomunidad en Materia de Transporte”. A su lado se encontraba, en una suerte de blanca sombra, la edil opositora que a final de cuentas le ha servido como insustituible operadora política y hasta celosa conserje de la inmensa casona. Finalmente no se llegó a observar ningún militante, ningún jefe de calle, ni de comunidad, ni mucho menos algún miembro de la esencial estructura de las UBCH. El “Verde Búho” se acomoda sus calibradas gafas, empuña su enmarcada lupa y llega a exclamar “Ustedes advertirán que mi máxima prioridad siempre será el norte de Valencia”. Y esa es la verdad.
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