Puerto La Cruz.- En la troncal 9, en el tramo que une a Anzoátegui con Sucre, ha disminuido el turismo considerablemente, puesto que a diario se registran asaltos y robos, que no solo perjudican a los conductores y usuarios de la importante arteria vial, sino también a la economía regional que ve mermados sus ingresos.

El planteamiento lo hizo el diputado a la Asamblea Nacional, por el estado Sucre, Robert Alcalá, quien informó que todos los días se reportan asaltos y son centenares de ciudadanos que circulan con miedo por el trayecto, por cuanto saben que no hay protección policial en la zona.

Tanto los vehículos particulares como los del sector público que cubren la ruta, son víctimas del hampa, mientras que las alcabalas "están de adornos y los funcionarios policiales no recorren los sitios más peligrosos y donde actúan los delincuentes de manera impune", dijo el legislador.

Refirió que en reiteradas oportunidades ha exhortado al gobernador sucrense, Edwin Rojas y al comandante del Zodi, para que apliquen medidas fuertes de combate de una vez por toda contras las acciones hamponiles, para de esta forma llevar tranquilidad a los viajeros de esta región oriental.

Las localidades más peligrosas y que son llamadas "zonas rojas", son las adyacentes a las playas Los Hicacos, Arapito, Colorada, Arapo, y en Bella Vista y La Cumbre, esta última en límites con Anzoátegui.

Expuso que el modus operandi de las bandas es colocar barricadas, troncos de madera, tambores para interceptar los vehículos y proceder a robarles a los conductores y pasajeros, todas sus pertenencias. 

Generalmente grupos de más de cinco personas son los que controlan la vía para ejecutar sus asaltos y robos y se presentan con capuchas, y utilizando armas blancas y de fuego.

Narró que hace unos días, las autoridades de la Universidad de Oriente, fueron asaltadas en plena carretera, y perdieron todo su dinero y sus objetos de valor.

En el terminal de Puerto La Cruz, el conductor José Farías, que traslada pasajeros a Cumaná, relató que "pasar por allí es temeroso y a uno solamente le queda encomendarse a Dios. Yo he sido atracado cuatro veces y mis compañeros de ruta, también han sufrido de esta falta de acción policial".