Barinas.- Reciclar plástico, cartón, zapatos, ropa, que puedan ser reutilizados y ganar un poco de dinero, es el objetivo de Gregorio Villamil, al encargarse de un contenedor de basura en la avenida Cuatricentenaria de Barinas.

Tras dedicar 10 años de su vida a la albañilería, plomeria, electricidad y ser caletero de camiones, Villamil vio mermar su sector laboral y con el reciclaje resuelve el sustento de su esposa y tres hijos pequeños.

Comparte el contenedor con dos amigos más y el cronograma de trabajo les permite una semana laborar dos días y otra tres. Durante estas jornadas también se benefician de la caridad de quienes van a botar basura.

No es un contenedor como cualquier otro. Aquí hay desechos y moscas pero no malos olores ni bolsas regadas, porque no permiten dejar allí residuos de comidas, sólo artículos completamente secos, que puedan ser aprovechados por ellos.

Tienen sus clientes que van a buscar botellas de refrescos para guardar lubricantes o detergentes, y si, por ejemplo, alguien desecha una silla dañada la repara y la pone en venta o la deja en su casa.

"Como y visto mejor que antes", expresa Villamil orgulloso de este puesto de trabajo que encontró hace tres meses.