Nueva Esparta.- Sortear los costos y la escasez es parte de los problemas que enfrentan quienes padecen alguna situación de salud. En el estado Nueva Esparta, el presidente del Colegio de Farmaceuticos, Víctor Torcat, también regente de una farmacia, afirma que es preocupante la situación económica de las personas, y dudan entre adquirir sus tratamientos o comprar comida.

"Un salario mínimo ni una pensión permiten adquirir los medicamentos, cuyos precios cada día son más elevados. Cuando requieren varios medicamentos nos piden orientación de cual llevar porque no pueden con todos, y los ayudamos para reducir al máximo los riesgos", comentó.

La prioridad son los alimentos antes que las medicinas, asegura y en efecto las personas lo corroboran.

La señora Frida Rafo, cardiopata desde el 2016, asegura que además de lo caro se le dificulta encontrar sus medicinas.

"Por ejemplo tengo que tomar Diosmina y me cuesta 2 millones de bolívares. Un vecino falleció hace poco porque tenía que tomar Carvedilol, no la consiguió se le bajó la tensión y se murió. Yo no sé si en esa ayuda humanitaria llega aspirina, clopidogrel, que hay tantos pacientes cardiopatas que las necesitan. Yo estuve 4 meses sin tomar Atorvastatina y eso me va muy mal".

Difícil reposición

La situación económica ha impactado en las personas pero también en el aspecto comercial de las farmacias.

El cierre de expendios o ampliación del ramo para subsistir es parte de la realidad. También afecta la importación de medicinas.

La reposición de inventarios igualmente se ha dificultado, tanto por la inversión necesaria como por lo largo de su recuperación, además que el transporte solo por tierra extiende los lapsos de entrega.