No es un secreto para nadie que sectores de la parroquia Agua Salada, tienen más de tres años sin recibir agua potable por tuberías, lo mismo ocurre en zonas de Marhuanta y La Sabanita, “no ha habido quien le ponga la cascabel al gato y ahora el problema transciende a una enfermedad que mantienen al mundo en cuarentena”, indicó el dirigente de Voluntad Popular.

Desde las nueve parroquias que conforman al Municipio Heres, se reciben denuncias a diario acerca de la falta de agua potable en las nueve parroquias, en algunos lugares por horas, pero la mayoría el asunto trasciende los días, semanas e incluso años.

Ante esta realidad, Sambrano destacó que más allá de la cuarentena social decretada por el Ejecutivo nacional y adoptada en cada nivel gubernamental, es importante dar solución a los bolivarenses que no pueden protegerse de la pandemia por falta de agua.

No es un súplica, es un DDHH

El acceso al agua potable es un Derecho Humano, establecido por la Organización de las Naciones Unidas y según cifras oficiales, al menos al 72% de los venezolanos no le llega agua. En Bolívar, la cifra asciende al menos al 80%, sin dejar de lado que el otro 20% no recibe agua potable de manera constante, según explicó el dirigente político.

En este sentido, Jorge Francisco Sambrano, realizó un exhorto a las autoridades “es hora de enfocarse en lo verdaderamente importante, los bolivarense necesitan agua para combatir al Covid-19, con represión y cuarentena no será posible frenar la propagación del virus, es necesario que garanticen el servicio de agua potable a cada rincón de la ciudad, la necesidad no conoce la palabra cuarentena”.

Prohibido olvidar

Jorge Sambrano destacó que frente a esta situación es relevante recordar que para el año 2016 fue inaugurado el “Acueducto Bicentenario”, una obra en la que el gobierno regional de aquel momento invirtió más de 2 millones de dólares en una obra, que se supone garantizaría agua potable para más de 150 mil habitantes del oeste de Ciudad Bolívar.

El proyecto aprobado incluía una planta de tratamiento con capacidad para procesar 600 litros de agua por segundo, un sistema de aducción y balsa-toma que le traería agua cruda desde el río Orinoco a 5,5 kilómetros de distancia, patio de distribución eléctrica de alto voltaje y una red de tuberías para conectar con 3 tanques de 5 millones de litros de capacidad que se supone serian distribuidos en 3 parroquias La Sabanita, Agua Salada y José Antonio Páez, hoy la realidad es que estos vecinos “siguen sin agua”

"La necesidad no conoce la palabra cuarentena"

Ante la falta de acción gubernamental, los bolivarenses se han adaptado a vivir sin agua potable por tuberías, “en el presupuesto familiar debe incluirse al menos 240 mil bolívares en efectivo por semana para comprar 4 tambores de agua, como minimo,, lo que al mes suma 960 mil bs, monto que representa el cuádruple del salario mínimo establecido por el régimen”, indicó Sambrano, quien además aseguró que en tiempos de coronavirus, la cuarentena obliga a frenar la mínima producción económica, las familias se quedan sin ingresos y se hace aún más cuesta arriba, comprar agua potable en los sectores más vulnerables de Ciudad Bolívar.

Congruencia

Finalmente, el coordinador político de Voluntad Popular en el municipio, Jorge Francisco Sambrano, aseguró que “en momentos como éstos, lo mínimo que se le exige a un gobernante es congruencia, no pueden mandar a la gente a sus casas, a lavarse las manos, a desinfectar todo para evitar la propagación del virus si saben que la mayoría de los bolivarenses no tienen agua potable en sus viviendas”.