Porlamar.- El impulso de los emprendimientos está no solo abriendo espacios para la productividad sino creando nuevas formas de generar negocios, de acuerdo a lo que muestra el movimiento Young Entrepreneur que nació en la isla de Margarita y actualmente conforma una red de más de 650 jóvenes de gran parte del país con actividades productivas y sociales.
La estrategia de trabajar en red y de manera colaborativa es una de las premisas que se estarían fortaleciendo. Como parte de ese objetivo crearon el encuentro “Jóvenes que inspiran”, y tras un primer evento en Caracas acordaron hacerlo itinerante.
La actividad realizada en el Iesa y cuyo formato se mantendrá para los próximos encuentros, consiste en la presentación del inicio y experiencia alcanzada en el desarrollo de emprendimientos en distintas áreas de interés, tanto para mostrar el crecimiento como para inspirar a otros a formarse e idear acciones productivas.
En el primer “Jóvenes que inspiran” participaron ganadores del Young Entrepreneur de Valencia (Carabobo), Maracay (Aragua), Maracaibo (Zulia), Puerto Ordaz (Bolívar), Lechería (Anzoátegui), San Cristóbal(Táchira), Caracas (Distrito Federal) e Isla Margarita (Nueva Esparta), todos con propuestas en marcha en las áreas de liderazgo femenino, inclusión, talento y tecnología.
Al respecto, Mauricio Parilli, director de Aprendo y Emprendo, organización que lidera el programa Young Entrepreneur, aplaudió la iniciativa por cuanto es una demostración de la capacidad de los jóvenes de sacar provecho prontamente de la formación que logran, y cuya inspiración es definitivamente aportar al país como una manera de transformar la creciente emigración, pues reconocen que no todos podrán hacerlo.
El programa Young Entrepreneur nació en la isla de Margarita, en respuesta a la exigencia de la juventud de un espacio en la sociedad para ser partícipes de la recuperación económica del país. Su primera edición fue en noviembre 2017 en el marco de la Semana Global del Emprendimiento, y tras el resultado positivo que tuvo en los jóvenes participantes, por la fortaleza que adquirieron para concretar sus proyectos, se expandió el año pasado a 10 ciudades del país.
“La evaluación que hemos hecho es que en medio de la crisis los jóvenes necesitan espacios de superación, que su conexión con la tecnología va más allá de un simple gusto, es innovación, creación, transformación y un mundo de oportunidades para desarrollar. Por eso el programa persigue estimular competencias, con miras a generar oportunidades de crecimiento, arraigo cultural y sistemas sostenibles para la colocación de productos y servicios que respondan a las necesidades del mercado o a la solución de problemas sociales del entorno”, sostiene Parilli.
Como muestra de esa necesidad los propios jóvenes tuvieron esta iniciativa para hacer públicos sus logros, empujar a sus pares a construir para superarse y a unir ideas que fortalezcan las propias.
Estamos conscientes de nuestro rol y por eso trabajamos en el presente nuestro futuro inmediato, tenemos una visión de desarrollo sostenible y ganas de alcanzar la felicidad desde los sueños pero además con el compromiso de inspirar a las generaciones que nos siguen, es parte del mensaje que dieron los jóvenes ante el centenar de personas que reunieron en su primera presentación.
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