Más de 260 niños y adultos disfrutaron de las clases de repostería en hogares de cuidado
Introducen clases de repostería como parte de la formación de niños y adultos en hogares de cuidado
Caracas.- Introducir clases de repostería como parte de la formación de niños y adultos en hogares de cuidado, es lo que ha incentivado a emprendedores gastronómicos del estado Anzoátegui, en participar por más de 16 años en campañas de solidaridad.
Para Elizabeth Blanco, directora del emprendimiento y de la escuela de repostería @delicias.vzla en la ciudad de Barcelona, estado Anzoátegui; y miembro del Club de Embajadores de la marca Mirasol de Coposa, es una satisfacción impartir clases para hacer ponqués y mini tortas marmoleadas, utilizando ingredientes como aceite y margarina.
“Hemos llegado a más de 260 personas en las casas hogares de la Fundación Niño Simón, en ciudades como Puerto La Cruz y Barcelona, como una forma de incentivar la curiosidad por la repostería, y apoyar a adultos y niños a tener momentos de esparcimiento saludable en sus hogares de cuidado”, señaló la embajadora.
Por medio de la cocina, se incentivan valores como el trabajo en equipo, el compañerismo, la confianza y la curiosidad, que pueden contribuir a despertar habilidades y competencias en los niños quienes, en un futuro, puedan tener herramientas para ejercer un oficio y como parte de su crecimiento personal.
Para Elizabeth Blanco, directora del emprendimiento y de la escuela de repostería @delicias.vzla en la ciudad de Barcelona, estado Anzoátegui; y miembro del Club de Embajadores de la marca Mirasol de Coposa, es una satisfacción impartir clases para hacer ponqués y mini tortas marmoleadas, utilizando ingredientes como aceite y margarina.
“Hemos llegado a más de 260 personas en las casas hogares de la Fundación Niño Simón, en ciudades como Puerto La Cruz y Barcelona, como una forma de incentivar la curiosidad por la repostería, y apoyar a adultos y niños a tener momentos de esparcimiento saludable en sus hogares de cuidado”, señaló la embajadora.
Por medio de la cocina, se incentivan valores como el trabajo en equipo, el compañerismo, la confianza y la curiosidad, que pueden contribuir a despertar habilidades y competencias en los niños quienes, en un futuro, puedan tener herramientas para ejercer un oficio y como parte de su crecimiento personal.
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