Estudian impacto del cambio climático en estacionalidad de la sardina
En Margarita pescan toneladas al norte y en el sur hay reducidas capturas
Ana Carolina Arias
Caracas.-Desde el pasado mes de marzo que se levantó la temporada de veda de la sardina, biólogos ven prudente los estudios que realiza el Ministerio de Pesca y Acuicultura, a través del CENIPA, Centro de Investigaciones Marinas, para determinar el comportamiento de la especie.
Así lo destaca el biólogo marino, Paúl Bermúdez, ex presidente del Instituto Neoespartano de Pesca, a propósito de las diferencias que presenta la producción de sardina en la isla de Margarita. Mientras en el norte, hacia playa Manzanillo se ha visto una cola de cavas cargando toneladas de caladas, y teniendo incluso una talla superior a la mínima (19 centímetros), en el sur, entre Pampatar y La Isleta, los pescadores han debido conformarse con mínimas capturas.
Bermúdez explica que, “la sardina es una especie estacionaria, que nada en la superficie, más o menos hasta los 50 metros de profundidad, y para poder vivir necesita aguas frías, entre 10 y 20 grados centígrados. Cuando la superficie del agua cambia la temperatura, afecta a toda la termoclina y la especie busca mayor profundidad para encontrar aguas frías y poder sobrevivir, por eso en efecto es muy posible que el cambio climático, sea una de las variables que esté afectando la captura, sobre todo cuando hay eventos atmosféricos que generan movimientos de aguas, pueden subir masas de agua caliente o entran masas de agua fría, y todo hace que la temperatura en la superficie del agua varíe”.
A este hecho, agrega, “otra problemática es que estamos en una zona de resurgencia donde se produce el plancton. Grandes corrientes de aguas submarinas frías suben y sustituyen las aguas más calientes, allí sube el plancton que es el principal alimento de la sardina, y en ese (3:22) momento la sardina aprovecha para alimentarse, por eso puede haber mayor pesca hacia el norte donde las aguas son más frías”.
Aunque para el biólogo, estas dos condiciones pudieran explicar la estacionalidad de la sardina, destaca que como todas las acciones de la naturaleza los cambios son multifactoriales, y por eso aplaude nuevamente los estudios del MPPPA, al tratarse de un alimento estratégico.
Bermúdez recuerda que, uno de los últimos aportes del destacado biólogo Leo Walter, fue establecer dos vedas al año para proteger el recurso, ya que luego de la sobreexplotación que hubo en los años 95, 96, 97, se determinó la importancia de dar un tiempo de reproducción prudencial.
Caracas.-Desde el pasado mes de marzo que se levantó la temporada de veda de la sardina, biólogos ven prudente los estudios que realiza el Ministerio de Pesca y Acuicultura, a través del CENIPA, Centro de Investigaciones Marinas, para determinar el comportamiento de la especie.
Así lo destaca el biólogo marino, Paúl Bermúdez, ex presidente del Instituto Neoespartano de Pesca, a propósito de las diferencias que presenta la producción de sardina en la isla de Margarita. Mientras en el norte, hacia playa Manzanillo se ha visto una cola de cavas cargando toneladas de caladas, y teniendo incluso una talla superior a la mínima (19 centímetros), en el sur, entre Pampatar y La Isleta, los pescadores han debido conformarse con mínimas capturas.
Bermúdez explica que, “la sardina es una especie estacionaria, que nada en la superficie, más o menos hasta los 50 metros de profundidad, y para poder vivir necesita aguas frías, entre 10 y 20 grados centígrados. Cuando la superficie del agua cambia la temperatura, afecta a toda la termoclina y la especie busca mayor profundidad para encontrar aguas frías y poder sobrevivir, por eso en efecto es muy posible que el cambio climático, sea una de las variables que esté afectando la captura, sobre todo cuando hay eventos atmosféricos que generan movimientos de aguas, pueden subir masas de agua caliente o entran masas de agua fría, y todo hace que la temperatura en la superficie del agua varíe”.
A este hecho, agrega, “otra problemática es que estamos en una zona de resurgencia donde se produce el plancton. Grandes corrientes de aguas submarinas frías suben y sustituyen las aguas más calientes, allí sube el plancton que es el principal alimento de la sardina, y en ese (3:22) momento la sardina aprovecha para alimentarse, por eso puede haber mayor pesca hacia el norte donde las aguas son más frías”.
Aunque para el biólogo, estas dos condiciones pudieran explicar la estacionalidad de la sardina, destaca que como todas las acciones de la naturaleza los cambios son multifactoriales, y por eso aplaude nuevamente los estudios del MPPPA, al tratarse de un alimento estratégico.
Bermúdez recuerda que, uno de los últimos aportes del destacado biólogo Leo Walter, fue establecer dos vedas al año para proteger el recurso, ya que luego de la sobreexplotación que hubo en los años 95, 96, 97, se determinó la importancia de dar un tiempo de reproducción prudencial.
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