Maracaibo.- Los apagones prolongados continúan en la región zuliana y pueden variar entre 4 y 6 horas, aseguró el gobernador de la entidad, Omar Prieto.
El anuncio causó malestar entre los habitantes de Maracaibo y San Francisco, además de residentes de otros 6 municipios donde desde hace 9 meses el denominado plan de administración de carga se aplica en una doble tanda para un total de 12 o 16 horas sin electricidad.
El promedio de electricidad en Maracaibo es de 2 a 4 horas al día. Esto ha colapsado el resto de los servicios básicos como el suministro de agua potable cuyo racionamiento ahora se extiende por 4, 8 y 12 días. El servicio de Cantv no funciona en más del 60% de la capital marabina y tampoco el internet.
Uno de los argumentos del mandatario regional es el uso de las máquinas de minar monedas digitales, que tienen un alto consumo eléctrico, específicamente en la zona norte, donde los cortes de luz superan las 10 horas al día.
Agregó que a esto se suma que las condiciones climatológicas, lluvia y altas temperaturas.
En algunas comunidades del oeste de la ciudad hubo malestar por las precarias condiciones en que se encuentran la mayoría de los habitantes que no pueden ni descansar ni trabajar. La mayor parte de la población tanto en Maracaibo como en San Francisco pernocta en patios, garajes, aceras, techos, frentes de viviendas, porque el calor es insoportable y más aún con los apagones prolongados.
El dirigente opositor, Juan Pablo Guanipa, tildó de "sinvergüenza" al mandatario zuliano y reiteró que no es ningún plan de administración de carga, sino un racionamiento criminal con 48 y 72 horas sin servicio eléctrico en diversos sectores.
Anuncios de Nicolás Maduro acentuaron desabastecimiento en mercados del Zulia
Hambre, desabastecimiento y escasez, se evidencian en los principales mercados públicos del estado. Un recorrido por el mercado de Corito, parroquia Cristo de Aranza de Maracaibo, demuestra la “calamidad” que está viviendo la ciudadanía, que además de verse agobiada por la hiperinflación, enfrenta la desaparición de los productos en los anaqueles.
“Aquí sufre el pueblo que llega a comprar y no consigue nada, o lo que consigue con lo que tiene no le alcanza y sufre el comerciante que tiene que cerrar su negocio porque no tiene cómo mantenerlo”, aseguró Guanipa, luego de conversar con algunos de los comerciantes que – a pesar de los inconvenientes – intentan mantener sus puertas abiertas.
Indicó que luego de caminar por los pasillos del mercado, logró constatar que al menos un 75% de los locales se encuentran cerrados.
Fustigó que se pretenda manipular mediante términos como “precios acordados” cuando es conocido que son imposiciones estatales que perjudican el mercado. “El sector privado que tiene que producir carne, queso, huevo, plátano, que servía de despensa para el país no está produciendo. Ellos imponen precios sin saber que hay una cadena de producción, que hay un costo de producción y que el mercado hace que se defina cuál es el costo del producto”, aseguró Guanipa.
A su juicio, el propósito del presidente de la República, Nicolás Maduro, es "doblegar definitivamente a quienes contra todo pronóstico siguen apostándole a Venezuela. Vemos carnicerías abiertas sin nada que ofrecer. Vemos pobreza extrema. Los pocos comercios que abren lo hacen con muchísimo temor y los considero héroes, porque intentan sobreponerse a esta desgracia, pero a Maduro eso no le importa, solo quiere seguir empujándonos al abismo”.
Generar el quiebre
Ante la realidad que aqueja a todos los venezolanos, afectados no solo por el desabastecimiento y la escasez sino por las precarias condiciones de servicios públicos, urge, según Guanipa, asumir “con conciencia” que resulta inminente ejercer mecanismos de presión para generar el quiebre definitivo del presidente Maduro y el sistema que representa.
“Hay problemas graves con el agua y con el servicio eléctrico. Si no hay electricidad, no hay bombeo. La gente nos dice cuán complicado se hace la cotidianidad. No hay un solo servicio que hayan mejorado, por el contrario, solo los han empeorado. La gente clama por un poco de agua, de electricidad, que deberían proveer y con nada de eso se cuenta”, señaló.
“En mi comunidad tenemos en promedio, en 40 horas más de 20 horas sin luz. ¿Y qué están haciendo? Absolutamente nada. Siempre que pasa algo dicen que es un saboteo, que es gente externa. No asumen su responsabilidad. Nosotros sí debemos asumir la nuestra y forjar ese cambio político que necesita el país” finalizó.
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