La Asunción.- Este domingo y lunes pescadores del sector La Isleta, en la isla de Margarita volvieron a navegar las costas insulares en búsqueda del cuerpo de Carlos Rivas, pues son muy escasas las probabilidades de vida.
Genis Moreno, familiar de los tripulantes dijo que el sábado fue muy doloroso el hallazgo de Jorge Martínez, su hermano, más aun cuando después de esperar dos horas por el levantamiento del cadáver, finalmente ellos mismos debieron trasladarlo en un bote con un solo motor y lleno de personas.
"Si no hubiera sido por los pescadores de La Isleta, el señor Ramón Prieto y Arsenio Rodríguez que dejaron de trabajar para ayudarnos, ni el cuerpo hubiéramos encontrado, porque los únicos dos motores con que podíamos movernos están en el fondo del mar".
Asimismo, dijo que de acuerdo al informe forense, Jorge Martínez murió de frio y no por ahogamiento, según el estado de los pulmones.
De hecho cuenta que Carlos Martínez, sobreviviente, les narró que Rivas era el que tenía menos destreza en el mar y aunque le insistieron para echarse a nadar tuvo miedo. Por eso acordaron que Carlos se fuera solo nadando y Jorge se quedó con el joven.
"Esto es muy triste, uno arriesga su vida para traer el pescado. Tenemos que salir a por lo menos 28 millas, 30 o más, invertir en todo el material, cargar 180 litros de gasolina y cada tambor nos cuesta 30 dólares, más el aceite, y cuando llegamos, si volvemos, el cavero nos compra la captura a 0,80 centavos de dólar el kilo".
Afirman que la ganancia es muy poca porque se debe repartir entre todos los que aportan al bote, por eso en el caso de Mi Niña Karina 12 familias quedan afectadas.
Ante la realidad insisten en que se evalue la situación de indefensión en que se encuentran los pescadores, porque en efecto están navegando sin protección pero requieren apoyo para cumplir con todas las normas y más ayuda para faenar.
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