Playeros de La Guaira confían en una mayor afluencia de temporadistas para levantar las ventas
Los balnearios de la entidad son de los más visitados en el país por su cercanía a Caracas
Caracas.- Los comerciantes playeros del estado La Guaira están a la expectativa ante la esperada afluencia de bañistas tras dos años de pandemia. Pero los precios de las comidas, los toldos y los servicios hacen que muchos temporaditas opten por llevar las comidas y bebidas para evitar hacer gastos.
Los balnearios de la entidad son de los más visitados en el país por su cercanía a Caracas. Los trabajadores playeros esperan que aumente el número de visitantes durante este asueto de Semana Santa, porque a algunos no les fue bien durante Carnaval.
Los precios de las comidas ahuyentan a muchos de los comensales: en la mayoría de los locales que se extienden desde Playa Los Corales hasta Camurí Chico un plato de pescado frito, con tostones y ensalada cuesta 10 dólares.
Según declaraciones del gobernador Terán, durante el despliegue policial en el Litoral Central, los funcionarios policiales recibirán un porcentaje de cada multa impuesta desde que inicie hasta que finalice el asueto.
“No se sorprendan porque vamos a tener en cada esquina a funcionarios con su alcoholímetro y además generamos un sistema para que el funcionario se quede con un buen porcentaje de esos recursos. Los funcionarios están ansiosos de aplicar las multas que sean necesarias para evitar imprudencias”, dijo el gobernador al diario La Verdad de Vargas.
Para muchos de los comerciantes estas medidas ponen en “riesgo” la visita de temporaditas al estado, ya que las multas estarán establecidas desde los 2 hasta los 90 dólares.
María Abuin, presidenta de la playa Alí Babá A, en Camurí Chico explica que estas medidas que aplicarán los organismos de seguridad están generando malos comentarios en las redes sociales y, a su juicio, eso ha hecho que muchos de los temporaditas desistan de asistir a los balnearios de Vargas.
“Estamos asustados para hacer una inversión grande porque dicen que hay muchas alcabalas y la gente está buscando irse para Higuerote”, afirma Abuin.

Toldos a 5 dólares
Desde Camurí Chico hasta Los Corales los precios de los toldos tienen una tarifa fija. Utilizar un toldo y dos sillas desde las 7 am hasta las 4 pm cuesta 5 dólares.
Yorlay Andreas, con 15 años prestando servicio en los toldos, espera que en Semana Santa vayan más temporaditas a las playas porque en Carnaval las ventas no fueron buenas.
Los balnearios de la entidad son de los más visitados en el país por su cercanía a Caracas. Los trabajadores playeros esperan que aumente el número de visitantes durante este asueto de Semana Santa, porque a algunos no les fue bien durante Carnaval.
Los precios de las comidas ahuyentan a muchos de los comensales: en la mayoría de los locales que se extienden desde Playa Los Corales hasta Camurí Chico un plato de pescado frito, con tostones y ensalada cuesta 10 dólares.
En la playa el precio de una cerveza es de 1 dólar americano, mientras que el refresco de 2 litros tiene un valor de USD. 2. Los trajes de baños para damas se pueden conseguir entre 5 y 15 dólares y los shores para caballero en USD. 10.
Wilamray McConley tiene 16 años trabajando en la playa San Luis, al este de La Guaira, en su negocio ofrece pescados, salchipapas, arepas, pollos y tostones, pero en Carnaval tuvo pérdidas y le costó reponer la mercancía.
Wilamray McConley tiene 16 años trabajando en la playa San Luis, al este de La Guaira, en su negocio ofrece pescados, salchipapas, arepas, pollos y tostones, pero en Carnaval tuvo pérdidas y le costó reponer la mercancía.
“Las expectativas son un pocos flojas, estamos esperando que llegue el Jueves Santo y que la afluencia sea positiva. Ha venido gente, pero muy poca y las venta son bajas porque la gente viene preparada para no gastar mucho dinero”, explica.
También se han visto afectados por las constantes fallas eléctricas. Tras un bajón eléctrico a McConley se le dañó un refrigerador. La comerciante tuvo que invertir casi 100 dólares para poder repararlo.
“Los bajones de luz son una constante y se nos han dañado muchos electrodomésticos; el pescado se pudre. El año pasado con todo y la pandemia nos fue mejor que este. En la semana flexible la gente venía más”, dice.
También se han visto afectados por las constantes fallas eléctricas. Tras un bajón eléctrico a McConley se le dañó un refrigerador. La comerciante tuvo que invertir casi 100 dólares para poder repararlo.
“Los bajones de luz son una constante y se nos han dañado muchos electrodomésticos; el pescado se pudre. El año pasado con todo y la pandemia nos fue mejor que este. En la semana flexible la gente venía más”, dice.
La poca afluencia de personas al balneario San Luis también ha afectado a Luisa Páez, quien es la encargada de cobrar en el estacionamiento de la playa. Páez cobra un dólar por cada carro que estacionan en el lugar, pero asegura que han sido los pocos visitantes los que se han acercado a la playa durante este inicio de Semana Santa.
“Hay poca gente, el año pasado venían más. Creo que las medidas de seguridad que quiere implementar el gobernador (José Alejandro Terán) pueden afectar las ventas”, dijo la mujer que ofrece el servicio.
“Hay poca gente, el año pasado venían más. Creo que las medidas de seguridad que quiere implementar el gobernador (José Alejandro Terán) pueden afectar las ventas”, dijo la mujer que ofrece el servicio.
Seguridad y Alcoholímetro
Según declaraciones del gobernador Terán, durante el despliegue policial en el Litoral Central, los funcionarios policiales recibirán un porcentaje de cada multa impuesta desde que inicie hasta que finalice el asueto.
“No se sorprendan porque vamos a tener en cada esquina a funcionarios con su alcoholímetro y además generamos un sistema para que el funcionario se quede con un buen porcentaje de esos recursos. Los funcionarios están ansiosos de aplicar las multas que sean necesarias para evitar imprudencias”, dijo el gobernador al diario La Verdad de Vargas.
Para muchos de los comerciantes estas medidas ponen en “riesgo” la visita de temporaditas al estado, ya que las multas estarán establecidas desde los 2 hasta los 90 dólares.
María Abuin, presidenta de la playa Alí Babá A, en Camurí Chico explica que estas medidas que aplicarán los organismos de seguridad están generando malos comentarios en las redes sociales y, a su juicio, eso ha hecho que muchos de los temporaditas desistan de asistir a los balnearios de Vargas.
“Estamos asustados para hacer una inversión grande porque dicen que hay muchas alcabalas y la gente está buscando irse para Higuerote”, afirma Abuin.

Toldos a 5 dólares
Desde Camurí Chico hasta Los Corales los precios de los toldos tienen una tarifa fija. Utilizar un toldo y dos sillas desde las 7 am hasta las 4 pm cuesta 5 dólares.
Yorlay Andreas, con 15 años prestando servicio en los toldos, espera que en Semana Santa vayan más temporaditas a las playas porque en Carnaval las ventas no fueron buenas.
“Es difícil, hay días en los que no alquilo nada. Hay gente que viene y trae su paño, también sus paraguas o carpas y bueno no podemos hacer nada, aunque afortunadamente aún sigo generando para llevar la comida hasta mi casa”, dice la mujer.
Para Miguel Rada, un joven vendedor ambulante, el panorama es más favorable. Desde el año pasado trabaja en las playas de Camurí Chico y suele vender inflables, juguetes, bronceadores protectores solares.
Para Miguel Rada, un joven vendedor ambulante, el panorama es más favorable. Desde el año pasado trabaja en las playas de Camurí Chico y suele vender inflables, juguetes, bronceadores protectores solares.
“Esta semana me ha ido muy bien, la venta ha sido excelentey con el favor de Dios esperamos que la Semana Santa sea increíble. La gente siempre compra y les hacemos ofertas”, dice el joven, que vende sus productos entre uno y cinco dólares americanos.
Carlos Castellano también es optimista y cree que entre el jueves y el viernes las ventas aumentarán tras la llegada de los bañistas. Trabaja desde el año 2003 en un restaurante de la playa Camurí Chico y dice que se “preparan con todos los hierros para atender” a las y los clientes.
“La gente trae sus cosas, peros siempre compran algo y le ofrecemos buena atención para que vuelvan a venir”, explica.
Carlos Castellano también es optimista y cree que entre el jueves y el viernes las ventas aumentarán tras la llegada de los bañistas. Trabaja desde el año 2003 en un restaurante de la playa Camurí Chico y dice que se “preparan con todos los hierros para atender” a las y los clientes.
“La gente trae sus cosas, peros siempre compran algo y le ofrecemos buena atención para que vuelvan a venir”, explica.
Quienes venden licores también se preparan para agotar todo su inventario. Carlos Escobar trabaja en el parador Sol Radiante y comenta que las ventas en Carnaval estuvieron buenas y muchos turistas llegaron al negocio que atiende.
El joven explica que tratan de tener los precios de las bebidas alcohólicas similares a como se consiguen en una licorería. “Aquí nos compran muchísimos. Vendemos lo más económico y nos regimos por los precios del Sundee”.
“Espero que se vengan a comer una fosforera o a comprar un traje de baño para que disfruten en semana Santa”, explicó otro de los trabajadores a Efecto Cocuyo.
El joven explica que tratan de tener los precios de las bebidas alcohólicas similares a como se consiguen en una licorería. “Aquí nos compran muchísimos. Vendemos lo más económico y nos regimos por los precios del Sundee”.
“Espero que se vengan a comer una fosforera o a comprar un traje de baño para que disfruten en semana Santa”, explicó otro de los trabajadores a Efecto Cocuyo.
Con información de Efecto Cocuyo.
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