Nueva Esparta.- El cierre de farmacias es una realidad en todo el país, aseguró el vocero del Colegio de Farmaceutas del estado Nueva Esparta, Rafael Silva, dando cuenta que de 120 establecimientos que existían en la isla se mantienen operativos menos de la mitad, y no por el expendio de medicamentos sino de productos misceláneos.
A esta situación el especialista la denomina “cierre científico”, considerando que se ha desdibujado la misión de las farmacias, pues en el afán de los propietarios de mantener su negocio de vida, han tenido que incluir en la oferta a los clientes productos relacionados o simplemente de necesidad, como alimentos, en el mejor de los casos, porque unas venden hasta ropa. “En conclusión los medicamentos dejaron de ser los protagonistas de las farmacias”.
No obstante, de esta realidad que afecta a una gran cantidad de profesionales, Silva destaca que por encima está la preocupación por la persistente escasez de tratamientos y el altísimo costo de los que se consiguen, la garantía de salud está absolutamente limitada.
Grave aprovechamiento
Silva afirma que la escasez de medicamentos en Nueva Esparta tiene años rondando un 90%, lo que indica que es muy difícil acceder a estos, y lo más grave es el costo de los que se consiguen porque la industria farmacéutica ha tenido que importar a dólar libre.
Igualmente denuncia que producto de la urgencia en la salud, “algunos aprovechadores crean casas de representación ad hoc e ingresan medicinas sin registro sanitario y de dudosa procedencia, cuyas consecuencias son absolutamente graves”.
En tal sentido, en nombre del gremio y de la población, el vocero insistió en que el Gobierno debe buscar soluciones consensuadas con los profesionales del área y la industria, porque es la única manera de generar respuestas responsables dirigidas a la ayuda humanitaria como se corresponde de acuerdo a la situación de Venezuela.
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