La llegada de la Revolución Digital, también conocida como la Tercera Revolución Industrial, ha sido indudablemente un factor determinante para el desarrollo y manejo de cada sector de la sociedad. Tal es el caso de la educación.
Los cambios que ha experimentado la misma, cada vez son más alentadores gracias a las innovaciones que esta vive.
Un ejemplo de ello son las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las cuales ofrecen una serie de recursos, herramientas y programas que permiten procesar, administrar y compartir información mediante diversos soportes tecnológicos como computadoras, teléfonos inteligentes, tablet, entre otros.
Esta realidad es tangible, en mayor o menor escala, en cada país del mundo; en el caso de Venezuela, cada vez son más los profesionales que apuestan y trabajan por ofrecer herramientas tecnológicas en pro de la educación.
Tal es el caso del IV Encuentro de Educación Digital en Venezuela organizado por la empresa de telecomunicaciones “Telefónica”, el cual dio cabida para celebrar el Día de las Telecomunicaciones y de la Internet a través de la presentación de diferentes programas y proyectos por parte de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) y la Fundación Bigott.
Para ello, el pasado 17 de mayo el público pudo conocer tres propuestas enmarcadas en la educación virtual.
Centro de Estudios en Línea UCAB
Este centro es el responsable de promover, diseñar, desarrollar y gestionar la oferta académica virtual, semipresencial y presencial con el apoyo de las TIC en las áreas de pregrado, postgrado, extensión y actualización profesional del campus.
La directora, Marysabel Suárez, explicó que actualmente la universidad ofrece un espacio online llamado “UCAB Virtual”. Aquí, el usuario puede realizar postgrados, diplomados y cursos de manera digital. Para ello, el servicio cuenta con dos plataformas: Módulo 7 y Aula Virtual.
La primera es una herramienta al servicio de los profesores, la cual puede utilizar de manera autónoma para colocar o subir material complementario y desarrollar actividades con los alumnos. La segunda es un espacio donde el usuario, una vez registrado, puede disfrutar de una secuencia didáctica para lograr su formación académica a través de la explicación del plan de estudio, la visualización de los contenidos y actividades integradoras para validar las competencias.
Aunado a ello, próximamente el servicio dispondrá de cursos abiertos. “En junio vamos a ofrecer diversidad de programas a diferentes áreas de interés, sin necesidad de que la persona tenga alguna formación previa en el tema. Además, estos cursos serán gratis”, dijo Suárez.
“Aprendiendo a Emprender en Crecimiento”
Para lograr el desarrollo del campo virtual empresarial, Fedecámaras primero dispuso, en 2013, del programa “Aprendiendo a Emprender” dirigido a emprendedores. Luego, y ante las constantes evoluciones tecnológicas, en 2017 nace “Aprendiendo a Emprender en Crecimiento”, un programa educativo semipresencial, que tiene como objeto fundamental dotar de herramientas a las pequeñas empresas para que puedan vivir un crecimiento progresivo.
Jorge Jezerskas, gerente de proyectos de la institución empresarial, indicó que con esta plataforma educativa los participantes se capacitan para: desarrollar e incrementar clientes, perfilar la estructura organizativa y funcional de su empresa, crear la cultura de prácticas financieras y rentabilidad.
“Tradición en línea”
La Fundación Bigott, desde su campo virtual, ofrece desde el 2012 una gama de cursos para todos aquellos interesados en la cultura popular venezolana. Para ello, la empresa cuenta con 20 talleres presentados en una plataforma de aprendizaje en línea que permite al usuario, una vez registrado, participar y conectarse desde cualquier lugar del mundo, las 24 horas del día.
“La plataforma está configurada para entablar un intercambio y construcción de saberes relacionados con la cultura del país. En tal sentido, contamos con talleres virtuales que tienen una duración de cinco semanas”, comentó Karina Zavarce, gerente de la fundación.