Desde que la OMS declaró pandemia al COVID-19, se han multiplicado las iniciativas, tanto ciudadanas como por parte las grandes corporaciones, para emprender la lucha contra esta, además del tema de salud, para contrarrestar la profunda recesión económica que también dejará como secuela. Robots asistenciales, drones, inteligencia artificial, uso de Big Data y aplicaciones de seguimiento, aportan distintas soluciones a esta calamidad global.

Dario Gil, Director de IBM Research, comenta que tiene el privilegio de trabajar con colegas que han dedicado sus vidas y carreras al avance de la ciencia y al desarrollo de tecnología innovadora que puede ser una fuerza para el progreso en el mundo. “Desde el inicio de la pandemia COVID-19 hemos estado trabajando estrechamente con los gobiernos de Estados Unidos y del mundo para encontrar todas las opciones disponibles para poner nuestra tecnología y experiencia a trabajar para ayudar a las organizaciones a ser resilientes y adaptarse a las consecuencias de la pandemia, y para acelerar el proceso de descubrimiento y permitir que la comunidad científica y médica desarrollen tratamientos y, en última instancia, una cura”.

Ahora, en colaboración con la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca y el Departamento de Energía de los Estados Unidos y muchos otros, el gigante IBM colabora en el lanzamiento del Consorcio de Computación de Alto Rendimiento COVID-19, con una cantidad inédita de potencia informática, para ayudar a los investigadores de todo el mundo a comprender mejor COVID-19, sus tratamientos y posibles curas.

Mediante sistemas informáticos de alto rendimiento, facilitan a los investigadores, realizar un gran número de cálculos en epidemiología, bioinformática y modelado molecular, demostrando el poder de acelerar el descubrimiento a través del cálculo.

Al agrupar la capacidad de supercomputación bajo un consorcio de socios, incluyendo IBM, Lawrence Livermore National Lab, Argonne National Lab, Oak Ridge National Laboratory, Sandia National Laboratory, Los Alamos National Laboratory, la National Science Foundation, la NASA, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el Instituto Politécnico Rensselaer y otras empresas tecnológicas, multiplican el poder de supercomputación a científicos, investigadores y agencias gubernamentales a medida que responden en virtud de mitigar esta emergencia global.
Gil destaca que IBM Summit, la supercomputadora más poderosa del planeta, ya ha permitido a los investigadores del Laboratorio Nacional Oak Ridge y a la Universidad de Tennessee, detectar 8.000 compuestos para encontrar los más propensos a unirse a la principal proteína "spike" del coronavirus, lo que hace que sea incapaz de infectar las células huésped. De esta manera se pudo recomendar los 77 prometedores compuestos de fármacos de moléculas pequeñas que ahora podrán ser probados experimentalmente. Ahora trabajan en función de evaluar las propuestas de investigadores de todo el mundo y proporcionar acceso a esta capacidad de supercomputación para los proyectos que pueden tener el impacto más inmediato.

En cuanto a equipos informáticos, los supercomputadores también están facilitando las cosas a los investigadores para aprovechar la potencia de esta en investigaciones sobre el coronavirus y en desarrollar modelos epidemiológicos precisos que puedan facilitar las tareas de aislamiento y detección de nuevos infectados.

Call for code Global Challenge

En muy poco tiempo, el COVID-19 ha demostrado las debilidades de los límites de los sistemas, razón por la que IBM invita al 2020 Call for Code Global Challenge; poniendo a disposición una serie de recursos para construir soluciones tecnológicas de código abierto que aborden tres áreas principales de COVID-19: comunicación de crisis durante una emergencia, formas de mejorar el aprendizaje a distancia y cómo inspirar a las comunidades locales cooperativas.