Alida Vergara Jurado
Especial para El Universal
En apenas 10 años, la tecnología ha transformado tanto nuestras vidas que hasta las relaciones amorosas han encontrado en ella una nueva vía de acercamiento. Las redes sociales, por su menor complejidad, y mucha más informalidad, han facilitado un poco la ardua tarea de encontrar a la ansiada media naranja, y esto no solo implica un cambio de plataforma sino un cambio de estilo de cortejo, ahora los primeros "encuentros" son en un sitio virtual, sin mucha preocupación por el outfit o lucir más guapo.
Pero toda esta ganancia en tiempo, sin problemas de ubicuidad, y una considerable disminución de la vergüenza que aporta el escudo transparente de una pantalla táctil, un teclado un tanto más atrevido que muchas personas en vivo y directo, e incluso un sinfín de apps para corregir fotos, también abre en el mundo digital una nueva brecha que no estaba prevista para los conquistadores en la red: los ciberdelincuentes no son ajenos a los flechazos en línea.
Los investigadores de Kaspersky han evaluado los riesgos y las dificultades que existen en la ruta hacia el romance y descubrieron que muchas de las más populares apps de citas, como Tinder y Badoo, a menudo se convierten en el anzuelo para difundir malware en dispositivos móviles, así como en una vía para obtener datos personales que luego serán utilizados para bombardear a los usuarios con anuncios publicitarios no deseados o incluso gastar su dinero en el pago de costosas suscripciones.
Pero dejan muy claro que estos programas de malware no tienen nada que ver con las aplicaciones legítimas, ya que solo usan su nombre y, a veces, el diseño de los servicios de citas auténticos para engañar a los usuarios.
Según Kaspersky, y su análisis de malware, se utilizan los nombres de más de 20 aplicaciones de citas populares y la palabra clave "citas", ha mostrado que 1.963 archivos únicos se difundieron bajo la apariencia de aplicaciones legítimas en 2019. Y de estos, dos tercios estaban enmascarados como Tinder -unos 1.262 archivos- y un sexto parecía estar vinculado a Badoo (unos 263 archivos); ambas son aplicaciones reconocidas y muy usadas para buscar pareja.
El peligro que conlleva estos archivos maliciosos varía de un archivo a otro, desde troyanos que pueden descargar otro malware, hasta aquellos que envían SMS costosos y adware, por lo que es probable que cada ping que reciba un usuario sea la molesta notificación de un anuncio no deseado, en vez del mensaje de una pareja potencial.
Un ejemplo de esto, es que una de las aplicaciones que a primera vista se parece a Tinder es, en realidad, un troyano de transacciones bancarias que constantemente solicita los derechos de servicio de accesibilidad y, al obtenerlos, se otorga todos los derechos necesarios para robar el dinero del usuario.
Hay otro que se da con el nombre de "Configuración" justo después de la instalación, mostrando un mensaje falso de error que luego desaparece, con una alta probabilidad de que vuelva con anuncios no deseados varios días después.
La empresa destaca que los cibercriminales que se especializan en el phishing tampoco pierden la oportunidad de aprovecharse de aquellos que buscan el amor, por lo que han surgido copias falsas de aplicaciones de citas populares y sitios web, como Match.com y Tinder, inundando la red.
En estas, los usuarios deben dejar sus datos personales o conectarse a las aplicaciones a través de su cuenta de redes sociales y el resultado no es sorprendente: los ciberdelincuentes utilizan o venden los datos, mientras que el usuario se queda sin nada.
Para salir airosos en esta tarea, Kaspersky recomienda:
En primer lugar, no instalar aplicaciones de fuentes no confiables, y bloquear en el smartphone la instalación automática.
Segundo, usar una solución de seguridad confiable que proteja los dispositivos móviles.
También, verificar siempre los permisos solicitados por las apps.
Por otra parte, obtener información sobre el sitio web de citas que se visite y revisar reviews o comentarios de personas que han utilizado la app.
No compartir demasiada información de carácter personal con extraños.
Y por último, pero no menos importante, compartir el nombre de la persona con quien se va a reunir y el lugar de la cita con un familiar o amigo, todo por seguridad. Como también dar a conocer el lugar del primer encuentro.
Especial para El Universal
En apenas 10 años, la tecnología ha transformado tanto nuestras vidas que hasta las relaciones amorosas han encontrado en ella una nueva vía de acercamiento. Las redes sociales, por su menor complejidad, y mucha más informalidad, han facilitado un poco la ardua tarea de encontrar a la ansiada media naranja, y esto no solo implica un cambio de plataforma sino un cambio de estilo de cortejo, ahora los primeros "encuentros" son en un sitio virtual, sin mucha preocupación por el outfit o lucir más guapo.
Pero toda esta ganancia en tiempo, sin problemas de ubicuidad, y una considerable disminución de la vergüenza que aporta el escudo transparente de una pantalla táctil, un teclado un tanto más atrevido que muchas personas en vivo y directo, e incluso un sinfín de apps para corregir fotos, también abre en el mundo digital una nueva brecha que no estaba prevista para los conquistadores en la red: los ciberdelincuentes no son ajenos a los flechazos en línea.
Los investigadores de Kaspersky han evaluado los riesgos y las dificultades que existen en la ruta hacia el romance y descubrieron que muchas de las más populares apps de citas, como Tinder y Badoo, a menudo se convierten en el anzuelo para difundir malware en dispositivos móviles, así como en una vía para obtener datos personales que luego serán utilizados para bombardear a los usuarios con anuncios publicitarios no deseados o incluso gastar su dinero en el pago de costosas suscripciones.
Pero dejan muy claro que estos programas de malware no tienen nada que ver con las aplicaciones legítimas, ya que solo usan su nombre y, a veces, el diseño de los servicios de citas auténticos para engañar a los usuarios.
Según Kaspersky, y su análisis de malware, se utilizan los nombres de más de 20 aplicaciones de citas populares y la palabra clave "citas", ha mostrado que 1.963 archivos únicos se difundieron bajo la apariencia de aplicaciones legítimas en 2019. Y de estos, dos tercios estaban enmascarados como Tinder -unos 1.262 archivos- y un sexto parecía estar vinculado a Badoo (unos 263 archivos); ambas son aplicaciones reconocidas y muy usadas para buscar pareja.
El peligro que conlleva estos archivos maliciosos varía de un archivo a otro, desde troyanos que pueden descargar otro malware, hasta aquellos que envían SMS costosos y adware, por lo que es probable que cada ping que reciba un usuario sea la molesta notificación de un anuncio no deseado, en vez del mensaje de una pareja potencial.
Un ejemplo de esto, es que una de las aplicaciones que a primera vista se parece a Tinder es, en realidad, un troyano de transacciones bancarias que constantemente solicita los derechos de servicio de accesibilidad y, al obtenerlos, se otorga todos los derechos necesarios para robar el dinero del usuario.
Hay otro que se da con el nombre de "Configuración" justo después de la instalación, mostrando un mensaje falso de error que luego desaparece, con una alta probabilidad de que vuelva con anuncios no deseados varios días después.
La empresa destaca que los cibercriminales que se especializan en el phishing tampoco pierden la oportunidad de aprovecharse de aquellos que buscan el amor, por lo que han surgido copias falsas de aplicaciones de citas populares y sitios web, como Match.com y Tinder, inundando la red.
En estas, los usuarios deben dejar sus datos personales o conectarse a las aplicaciones a través de su cuenta de redes sociales y el resultado no es sorprendente: los ciberdelincuentes utilizan o venden los datos, mientras que el usuario se queda sin nada.
Para salir airosos en esta tarea, Kaspersky recomienda:
En primer lugar, no instalar aplicaciones de fuentes no confiables, y bloquear en el smartphone la instalación automática.
Segundo, usar una solución de seguridad confiable que proteja los dispositivos móviles.
También, verificar siempre los permisos solicitados por las apps.
Por otra parte, obtener información sobre el sitio web de citas que se visite y revisar reviews o comentarios de personas que han utilizado la app.
No compartir demasiada información de carácter personal con extraños.
Y por último, pero no menos importante, compartir el nombre de la persona con quien se va a reunir y el lugar de la cita con un familiar o amigo, todo por seguridad. Como también dar a conocer el lugar del primer encuentro.
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