Alida Vergada Jurado
El Universal
Las más recientes investigaciones de la empresa de ciberseguridad global "Kaspersky" y la empresa de investigación de mercado "Savanta", revelaron las dificultades que existen detrás de las limitadas conversaciones familiares acerca de seguridad en Internet.
El 84% de los padres en todo el mundo manifiesta preocupación por la seguridad en línea de sus hijos. Sin embargo, durante toda la infancia de los pequeños, sus padres únicamente dedican -en promedio- un total de 46 minutos para conversar con ellos sobre la seguridad en línea.
En datos de la investigación, un 58% de los encuestados pasa menos de 30 minutos hablando del asunto, que es la mitad del tiempo que dura una clase normal de la escuela.
Según esta encuesta, nueve de cada 10 niños de entre siete y 12 años de edad en todo el mundo dispone de un dispositivo telefónico inteligente o tableta con acceso a Internet, razón por la cual la privacidad y seguridad en línea de los pequeños se está convirtiendo en una de las preocupaciones más importantes.
Un 64% de los padres está de acuerdo en que sus hijos pasan demasiado tiempo en línea. Esto implica una constante exposición a diversos riesgos potenciales.
De acuerdo a los representantes, algunas de las amenazas en línea son: con un 27% se encuentran los contenidos nocivos, como el de tipo sexual o violento; con un 26% está la adicción a internet; y con un 14% se ubican los mensajes anónimos o contenidos que incentivan la actitud violenta o inapropiada.
Reducir los riesgos potenciales y el peligro de navegar por internet, es una responsabilidad conjunta entre padres y escuelas; esta opinión la comparte un 81% de los padres. Sin embargo, un 86% cree que los padres tienen mayor poder para hacerlo, ya que los niños generalmente confían más en ellos.
Aun así, el estudio deja en claro cuáles son los temas que resultan más difíciles para los padres cuando de entablar una conversación se trata.
Alguno de ellos son:
Con 60%, explicar las amenazas de una manera que los niños puedan entender y relacionarse.
Con 51%, hacer que los niños tomen en serio estas amenazas.
Y con un 42%, disuadir los niños a ceder ante la presión de sus compañeros.
Recomendaciones
Es preciso derribar las barreras de comunicación con respecto a la seguridad en línea, ya que así los padres se aseguran de que sus hijos obtengan lo mejor de su vida cibernética, mientras cuidan el comportamiento en línea de sus hijos.
Los niños necesitan protección y la mejor manera en la que los padres pueden proporcionarla, es conociendo los sitios que visitan sus hijos.
Esto solo es posible, pasando tiempo con ellos mientras navegan por la web.
También, se debe proporcionar soluciones confiables que impidan que los pequeños se topen con material inapropiado, de esta manera los padres podrán estar más tranquilos y seguros con lo que consumen sus hijos en la web.
Recomienda a tus chicos no usar su nombre real en la web y no dar nunca información personal, como teléfono, dirección, colegio o a donde irá de vacaciones a desconocidos.
Para ayudar a las familias a proteger a los niños contra diversas amenazas en internet, la empresa de ciberseguridad global "Kaspersky" sugiere lo siguiente:
Si sabe lo que su hijo está buscando en línea, ofrézcale ayuda y asistencia, pero use la información con cuidado.
Hable con su hijo sobre cuánto tiempo puede pasar en las redes sociales.
Trate de persuadirle para que no use las redes sociales durante las clases escolares o por la noche.
No trate de limitar el círculo social de su hijo, pero dígale que tenga cuidado al escoger amigos y conocidos.
El equilibrio es la clave porque no sería justo quitar la infinita cantidad de herramientas que ofrece la internet a los más pequeños, pero hay que saber conducirlos.
Y si el problema de comunicación entre los hijos se hace complejo o no arroja resultados positivos, una opción puede ser considerar las recomendaciones de psicólogos.
Por otra parte, no se debe subestimar las capacidades que puedan tener los menores, ya que por naturaleza se están desarrollando en una era digital que los hace formar parte de la generación Z o Alfa.
Por lo que la comunicación es clave, ya que un niño informado es un niño seguro.
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