El LP gira, el brazo de la aguja se mueve sobre el plato y desciende sobre el vinilo negro. Entonces suena la "fritura" típica de los antiguos discos y empieza la experiencia musical. Parece que muchas personas extrañaban ese momento, a pesar de todas las ventajas que trae la música digital, desde el CD hasta el streaming.
El hecho es que desde hace algunos años, el disco de vinilo está de regreso. Pero si en el streaming la oferta es casi infinita y en el disco de vinilo o LP caben apenas ocho o quizá diez canciones, ¿qué es lo que los hace tan atractivos? Los expertos consideran que el factor principal es el disfrute musical, que comienza ya al sacar el vinilo de su funda.
Tanto que en una época en la que el smartphone sustitiyó hace tiempo al equipo de música en el caso de la mayoría de los usuarios, se venden muy bien tocadiscos que valen mil dólares o más. "Lo digital no es sexy, no se puede tocar", considera Holger Bieremann de la revista "Lowbeats.de".
"La gente vuelve a tomarse su tiempo para escuchar música y al mismo tiempo ver la portada del disco o leer las letras de las canciones".
Quien quiera adquirir un tocadiscos nuevo tiene una enorme oferta. Hay modelos desde los cien dólares. Y los más caros valen lo mismo que un automóvil pequeño.
Muchos tocadiscos de la actualidad se manejan de forma manual. Es decir, que el brazo de la aguja se coloca con la mano sobre el disco.
Más cómodo es un tocadiscos semiautomático o automático, en el que el brazo de la aguja se retrotrae automáticamente o se mueve sobre el plato con sólo apretar un botón.
Pero, más allá de eso, hay numerosas decisiones que el comprador debe tomar: ¿El plato giratorio se moverá por tracción de correas o de poleas? ¿Cómo debe estar limado el diamante que está al final de la aguja? La buena noticia es que para la mayoría todo esto no tiene ninguna importancia.
Porque quien quiera escuchar sus discos viejos o poner alguno nuevo de vez en cuando no debería complicarse la vida, recomienda Holger Biermann. "La tecnología de un tocadiscos no es complicada. Por entre 300 y 500 dólares uno puede comprar un tocadiscos completo".
Si uno ya cuenta con un equipo digital, el tocadiscos debería tener un conversor A-D (analógico-digital).
Un detalle importante: Incluso los modelos baratos suelen venir ya con un puerto USB para conectar con la computadora con el fin de digitalizar tesoros musicales o reproducirlos a través de esa vía.
Con el tocadiscos es posible que también los equipos estereofónicos, el amplificador o el receptor de audio y video, que de hecho aún están en muchos hogares, vuelvan a ponerse de moda.
Para poder conectar el tocadiscos, tanto amplificador como receptor deben tener una entrada phono. De lo contrario, es necesario tener un preamplificador phono, explica Biermann.
Pero más práctico aún son los aparatos que ya vienen con elementos digitales incorporados. Algunos tocadiscos incluso tienen bluetooth y pueden así conectarse sin intermediarios a los parlantes moderno.
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones