Por eso y así el título que antecede a estas breves palabras en justo, más que merecido reconocimiento y a manera de humilde Homenaje (en mayúscula) a ese venezolano excepcional que ‘es’ John Lange, que tristemente nos acaba de abandonar físicamente, pero cuyo importantísimo e invalorable legado está actualmente más vigente que nunca, y permanecerá por siempre entre nosotros. 

Tarea nada fácil describir, analizar, calificar esas ‘cosas’ que Lange hizo por y para Venezuela. Cosas que sobresalen y valoramos como nunca antes, que se destacan por su inenarrable belleza y capacidad estética en una Venezuela devastada por una mal llamada “revolución”. 

Junto a esa lúcida y brillante constelación de extraordinarios diseñadores gráficos venezolanos como Gerd Leufert, Nedo M. F. y Álvaro Sotillo -por solo nombrar a los más sobresalientes-, John Lange contribuyó de manera ejemplar a hacer de nuestro país la potencia continental que en diseño gráfico es reconocida a nivel mundial. 

Su paso por instituciones culturales públicas y privadas como el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, el Centro Cultural Consolidado (hoy BOD), la Sala TAC de Trasnocho Cultural, entre otras, así como su trabajo como director y docente del Instituto de Diseño de la Fundación Neumann, escuela pionera en la enseñanza del diseño tanto gráfico como industrial no solo en Venezuela sino en América Latina, dejó huella distintiva, sólida e indeleble en nuestra cultura visual. 

Apoyado desde el principio de su larga y destacada carrera por ese otro gran venezolano de excepción que fue Hans Neumann, empresario que contribuyó de manera ejemplar al desarrollo y a la modernidad del país, filántropo precursor de las artes y la cultura en general que entendió desde temprano el compromiso que tenía hacia la sociedad y la obligación de retribuirle lo que ésta le había dado, Lange realizó una labor digna de elogio, de altos valores. Por años diseñó la revista M, del Grupo Montana, que encabezaba Neumann en compañía de su esposa Milada, publicación periódica de distribución gratuita que marcó pauta como documento que reseñaba correctamente los muchos quehaceres creativos que se gestaban en Venezuela y a nivel internacional en la segunda mitad del siglo XX. 

Enumerar la amplia, extensa labor que John Lange realizó a lo largo de toda una vida entregada al arte, al diseño gráfico y a no pocas otras facetas de la cultura nacional como la curaduría, la museografía y hasta la escenografía dancística y teatral, sería en extremo largo. Centenares de publicaciones de todo tipo: folletos, catálogos, libros, carteles, así como decenas de logotipos, lo catapultan como una figura fundamental, de primerísimo nivel en estos menesteres entre nosotros.