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Entrenamiento felino

Los gatos son animales domesticados que pueden ser entrenados gracias a su inteligencia y habilidad. Son proveedores de cariño y los mejores compañeros para disminuir el estrés

  • CLAUDIA HERNÁNDEZ

30/05/2018 02:32 pm

Independientes e interesados son algunos de los calificativos que les han dado a los gatos, una especie que ha acompañado a la humanidad desde hace más de nueve mil años, demostrando su fidelidad a sus cuidadores, entre los que destacan faraones y líderes mundiales. 

 Muchos los han estigmatizado de ser malévolos, con personalidades demoníacas, o pocos confiables, adjetivos desestimados por el médico veterinario, Esteban Elutchanz, del Centro Clínico Veterinario Chuao, quien los describe como intuitivos, curiosos, de gran inteligencia, y proveedores de afecto y cariño.

El doctor Elutchanz explica que como cualquier otro animal doméstico, los gatos pueden ser educados para que hagan sus necesidades fisiológicas en los lugares adecuados; para que controlen sus conductas instintivas como los rasguños y las mordidas, y hasta se les puede entrenar para que hagan trucos y malabares. “Con constancia, mucha paciencia y metodología se logra entrenar a los gatos”, dice. 

Caja de arena para las necesidades 

A partir del segundo mes es recomendable enseñar al cachorro a usar una bandeja con arena adecuada para gatos, que absorba los olores y la orina, y que semanalmente sea cernida para retirar la suciedad. Los expertos recomiendan mover el envase haciendo ruido con la arena para que lo asocien con el momento de evacuar sus desechos, o colocarlos adentro de la caja al despertarse o después de las comidas, para crearles un hábito. “Ellos van buscando ese olor, ese sonido, van raspando y escarbando, para abrir un hueco donde defecar y ellos mismo suelen tapar sus heces”, agregó el especialista.

Recomienda que estas cajas estén ubicadas en zonas poco frecuentadas y alejadas de los platos de agua y comida porque ellos son muy aseados.

Controlar rasguños y mordeduras 

Para evitar las mordidas y rasguños que hacen por instinto, es recomendable proveerlos con juguetes u objetos que ellos puedan morder o rasgar, como el caso de un cilindro que se enrolla con mecate en forma de espiral y se les va a colocar cerca del área donde están habituados a arañar, como por ejemplo los muebles. También se puede frotar la tela o las patas de las sillas con un aceite mentolado o fruta cítrica, porque a los gatos les desagrada ese olor. 

El entrenamiento

Premiar al gato con algún alimento, golosina especial y atractiva para esta mascota, o elogiarlo con caricias de su cuidador son fundamentales para motivarlos al momento de educarlos, en especial para enseñarlos a utilizar las cajas de arena cuando hagan sus necesidades fisiológicas. 

Para entrenarlos en la realización de algún truco, salto, escalada o expresiones de cariño como abrazos, lo esencial es planificar una rutina. Bríndale a tu gato una forma en la que pueda practicar sus instintos de cacería, como un juguete halado por un hilo. Es más fácil educar a un gato joven de meses de edad, que a un adulto. “Los gatos son muy inteligentes y van a seguir tus ordenes si las repites de forma constante y meteorológica”, señala Esteban Elutchanz.

Como señal de regaño o castigo se puede producir un sonido seco, como una palmada o un clic, que les llame la atención. Esto es importante para detener cualquier mal comportamiento que se requiera corregir. El uso de un atomizador con agua fría puede servir para asustarlos y evitar que rasguen o muerdan. A ellos no les gusta que les rocíen agua y poco a poco asociarán esa sensación incomoda con el rasguño o la mordedura. 

En cifras  

2 o 3 meses debe tener el gato para comenzar a ser educado en el uso de la caja de arena. No más de 15 minutos deben durar las sesiones de entrenamiento y es recomendable hacerlas una o dos veces al día, sin presionarlo. La confianza se gana sin presiones y el aprendizaje se concreta con paciencia.

Se debe evitar

1. Extraerles las garras para que no arañen. Lo más recomendable es que un especialista se las corte si el gato vive en apartamento. Para los que viven en casas o con exposición a la calle, sus garras son indispensables para defenderse o escalar algún árbol o superficie alta. Retirarle las uñas es doloroso para el gato y pueden sufrir de molestias.

2. Gritarles o pegarles cuando no hagan caso a las indicaciones de los cuidadores.

3. Forzarlos a hacer un truco que no deseen hacer. Ellos son independientes.

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