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Cecodap alerta sobre intento de normalización del abuso sexual infantil

48 millones de personas buscan pornografía infantil en Internet

  • CARLOS D' HOY

10/07/2020 06:00 am

Un alerta sobre la presunta agenda que se estaría desarrollando con el objetivo de normalizar el abuso sexual infantil, a través de la estrategia que busca presentar a los abusadores como personas con una orientación sexual sin tomar en cuenta a las víctimas de las agresiones fue realizada Cecodap .

A través de un Instagram Live, Oscar Misle, director de Cecodap y el médico pediatra Ricardo Montiel, expusieron ante la opinión pública el tema relacionado con el movimiento MAP (Minor Attracted Person, por su siglas en ingles) que tendrían en su agenda incluir a las personas que tienen atracción por los menores de edad dentro del espectro de orientaciones sexuales y ser incorporados en el espectro Lgbtiq+, “con lo que se estaría tratando de legalizar el abuso sexual”.

Destacaron que no se trata de un movimiento nuevo, sino que tiene antecedentes desde antes de los años 60, “se ha tratado de endulzar o ablandar a la opinión pública sobre temas que no deben ser tratados con suavidad, buscan hacer ver que la situación es menos dura de lo que realmente es, ignorando la razón por la cual estas conductas son ser consideradas como delictivas y es que dejan víctimas, en este caso niños y adolescentes que no tenían la capacidad para autorizar el abuso que cometieron en su contra”, destacó Montiel.

Definiciones y subdivisiones de los abusadores

Los especialistas definieron los términos pedofilia y pederastía. Según la literatura especializada, los pedófilos son adultos que sienten atracción física hacia menores, pero no cometen el acto sexual contra ellos. Es una agresión, un abuso que genera actividades ilegales como el vouyerismo, la pornografía y la explotación de niños con fines sexuales, por lo que el consumo de ese tipo de materiales es penado por la ley. 

Mientras que el pederasta no solo siente la atracción, sino que además comete el acto, él o ella abusa sexualmente de los menores de edad.

En ambos casos los implicados tienen preferencias por grupos de edades desde los más pequeños de 2 a 10 años, a los que les gustan los prepubertos de 10 a 12 y a quienes les gustan los adolescentes hasta 17 años.

Agregan que dentro de ese movimiento además existen los denominados UMAP (Unofender Minor Attracted Person) o sea el adulto atraído hacia menores pero que no ofende o no rompe las leyes a quienes denominan “pedófilos virtuosos”, quienes controlarían sus instintos, sin embargo se han realizado estudios de estos supuestos virtuosos, y se ha determinado muchos de los cuales al ser expuestos a pornografía infantil, terminaron abusando por lo que esa división es muy cuestionable.

Se olvidan de las víctimas

“Lo grave es que se está promoviendo la aceptación a esta situación, sus promotores señalan que es necesario entender que el movimiento tiene que ver con el amor, que las personas nacen con eso, que son así, incluso hay psicólogos y psiquiatras que el amor es un derecho, pero no hablan del abuso, ven la situación solo desde la perspectiva del abusador”.

“No se considera las víctimas, se trata de normalizar el problema desde el punto de vista del victimario, no desde el menor que no tienen la capacidad de consentir lo que les sucede, que no tienen capacidad para decidir sobre cosas que desconocen, que por su edad no tienen información sobre el sexo, y que son engañados, presionados y maltratados por violadores quienes luego los harán sentir culpables sobre lo que les ocurrió, quienes sentirán remordimientos por el resto de sus vidas, muchos de ellos verán sus relaciones futuras afectadas, su forma de ver la sexualidad, todo como consecuencia de lo que les pasó”, agrega Montiel.

Un monstruo muy cerca de los niños

Ambos especialistas coinciden en señalar que es necesario romper el mito del pedófilo como alguien externo a la familia, cuando en la mayoría de las veces se trata de personas del círculo interno, se trata de personas significativas para los niños, figuras de autoridad, de confianza.

Debe tomarse en cuenta el impacto en las victimas al tratar de normalizar esta situación de abuso a menores de edad, hay gente que es mayor de 18 años y no está preparada para el sexo.

Millones de consumidores de material sexual infantil

La situación es tan delicada que el año pasado se hicieron más de 48 millones de búsquedas en internet sobre pornografía infantil y según cifras conservadoras 80% de esas búsquedas provendrían de pedófilos y pederastas, eso es en la parte visible de Internet, no hablamos de la Dark Web, donde abundan el comercio sexual.

Internet da muchas ventajas para los abusadores, por eso es necesario que los padres y representantes estén alerta ante los riesgos, entre las ventajas destaca la posibilidad de ser anónimos, cualquiera puede suplantar una identidad y engañar a niños y jóvenes.

Los más pequeños pueden ser engañados por supuestos mentores, fotógrafos, falsos adolescentes, hay sitios web con juegos, donde adultos interactúan con niños y adolescentes, “se trata de un campo de abusadores”. 

Hay un perfil de niños que son víctimas potenciales, esos que buscan reconocimiento, niños que invierten mucho tiempo en redes sin mucha supervisión, niños con baja autoestima que puedes sentirse abandonados, o maltratados, niños vulnerables que piden atención y pueden conseguirse con personas en la red que tienen ojo para ellos y les ofrecen lo que necesitan y las noticias empeoran al decir que no hay víctimas ideales, cualquier niño puede caer en sus garras porque los abusadores son pacientes se van ganando la confianza y se van enredando hasta que convencen a los niños para encontrarse con ellos y luego es demasiado tarde, por eso es que es necesario mantener un estricto control sobre la actividad web de los niños.

Pero los abusadores no están tan lejos, muchos son figuras del entorno, padres, tíos, hermanos, médicos, profesores, compañeros de clases, entrenadores, figuras religiosas, maestros, cualquiera puede ser un abusador por lo que cualquier medida puede ser poca ante la cantidad de abusadores que existen en la realidad.

Señales de alerta

Tanto Oscar Misle como Ricardo Montiel llamaron a la atención de padres y representantes para que estén alerta ante las señales que puedan dar sus hijos o representados. “Nunca está de más ser previsivo, es mejor pecar por previsivo.”

Hay estar alerta ante cualquier señal de que algo irregular está sucediendo, no solo debemos tener los oídos abiertos, cualquier comentario que no suene normal debe ser una alarma, todo lo que nos suene raro debemos verificarlo, si no es nada no importa.

Debemos intervenir, buscar indagar, a profundidad, debemos escuchar a los niños y adolescentes, debemos escuchar lo que dicen y estar atentos a señales no verbales, manifestaciones de angustia como comerse las uñas, pesadillas, retroceso en conductas superadas, como orinarse en la cama, señales que puede quedar en la ropa, es necesario revisar con mucho cuidado la ropa interior y ante cualquier muestra sospechosa de secreciones extrañas actuar. No podemos dejar las cosas así, si hay un signo de abuso hay que tomarlo como serio.

En todo caso lo fundamental es la prevención, la educación y la apertura desde niños, enseñarles que su cuerpo no lo debe tocar nadie y si alguna persona lo hace, el niño debe decirlo a sus padres, debe alertar sobre lo que se presente, si se ve una conducta no adecuada a la edad debe alertarse.
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