“Uno, porque es mamá, siente cuando algo malo le ha pasado a su hijo… uno lo sabe. Yo sabía que a mi hijo le había pasado algo terrible, la semana pasada sentí algo acá en el pecho, como si me hubiese faltado algo, no sé cómo explicarlo, pero esa sensación se instaló en mí, sabía que me lo habían matado, aunque me dijeran que no le había pasado nada, yo lo sentía… estaba muerto. Luego tuve ese sueño, vi cuando le dieron un tiro en el pecho, uno porque es mamá sabe cosas, no sé cómo explicarlo, pero es así”.
Para Ingrid Aponte, este miércoles fue la confirmación de esa sensación, acudió hasta la morgue de Bello Monte porque le habían dicho que su hijo estaba allí, “que lo habían matado y me tuve que venir desde Colombia para identificarlo y buscarlo”.
Neomar Antonio Galindo Aponte de 29 años de edad fue uno de los 28 reclusos que el pasado miércoles 11 de septiembre se escapó de los calabozos del Eje de Homicidios del Cicpc ubicado en la urbanización El Paraíso de Caracas.
Galindo Aponte estaba preso desde hace dos años por el delito de homicidio, el día siguiente de su fuga iba a ser sentenciado y trasladado a una cárcel, el hecho es que junto a todos con los que compartía celda, lograron escaparse.
Luego su familia no supo más nada de su paradero, “nos decían que estaba en Coche, en La Vega, en El Cementerio, pero nunca tuvimos certeza de nada, sólo que estaba en la lista de los que se habían escapado”.
No fue sino hasta este sábado, cuando un excompañero de celda de Neomar Galindo, se comunicó con su familia. Le dijo a quien atendió la llamada que el miércoles lo habían matado, que su cuerpo lo trasladaron directamente hasta la morgue, que no lo buscaran por hospitales porque estaba muerto”.
El cuerpo de Galindo fue ingresado a la morgue de Bello Monte el pasado miércoles, tenía una semana en las salas de autopsias mientras llegaban sus familiares para retirar sus restos y darles sepultura.
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