JOAN MANUEL CAMARGO
Francisco Javier Carpio Piñango (28) era un joven trabajador que tenía entre sus planes emigrar del país en los próximos meses. Sin embargo, dos pistoleros le segaron sus sueños la mañana del lunes cuando le dispararon para robarlo dentro del edificio donde vivía.
Según el relato de los familiares, eran poco más de las 10 de la mañana cuando Carpio ingresó a su residencia, en la urbanización UD7 de la parroquia Caricuao de Caracas.
Esa mañana la víctima iba a buscar unos documentos para apostillar, esto con el fin de agilizar los trámites para salir de Venezuela.
Luego que se bajó de su vehículo para dirigirse al ascensor fue abordado por dos sujetos armados, quienes pretendían despojarlo de todas sus pertenencias, además de las llaves de su carro.
La familia presume que Carpio se opuso al robo y por esta razón los asaltantes le propinaron cuatro impactos de bala, dos en el pecho, uno en el abdomen y otro en el brazo izquierdo.
Los vecinos escucharon las detonaciones y de inmediato lo auxiliaron. Lo llevaron al hospital Miguel Pérez Carreño, donde murió una hora después de ser ingresado.
Fuentes policiales informaron que los presuntos homicidas fueron capturados por la comunidad de San Pablito cuando intentaban escapar.
Posteriormente fueron aprehendidos por el Eje Noroeste del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, donde permanecerán detenidos mientras se realizan las investigaciones pertinentes.
Carpio se desempeñaba desde hace más de cinco años como trabajador de seguridad en el Banco Bicentenario que esta ubicado en la urbanización El Rosal, donde le hacía seguimiento a las cámaras de otras oficinas del mismo banco del Estado.
La víctima deja en estado de orfandad a una niña de cinco años de edad. Sus dolientes piden a las autoridades que se investigue el caso y los homicidas paguen por el crimen.
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