Las policías: Atrapadas entre la falta de recursos y la pérdida de confianza
A pesar de los intentos de reforma, el engranaje policial venezolano sigue siendo un laberinto de problemas
Para entender el sistema judicial del país, debemos conocer sus fundamentos, y sus componentes, ese engranaje que permite mantener una sociedad en paz, con ciudadanos seguros, confiados en un Estado que asume sus tareas en la prevención, control y castigo de los delitos.
En el área de la seguridad ciudadana, uno de los ángulos vitales es la policía, que está en contacto directo con la ciudadanía, es la encargada de velar por la seguridad de personas y bienes en el territorio nacional.
¿Cómo es el sistema policial?
El sistema policial venezolano es visto como un laberinto de jurisdicciones y competencias, que enfrenta las mismas crisis que padece la sociedad en general.
A pesar de los intentos de reforma, hay males que se instalan y contra los cuales la lucha parece ser cuesta arriba, los cuerpos de seguridad están atrapados en una lucha constante contra la corrupción, la falta de recursos y la fuga de talentos, todo esto ha erosionado drásticamente la confianza de la ciudadanía en sus policías.
La reestructuración profunda de los organismos es una demanda permanente, pero esa reestructuración no puede hacerse sin entender que la sociedad misma debe reorganizarse, asumiendo que la seguridad y el respeto por los derechos humanos en el país es una obligación de todos, no solo de determinados organismos.
Marco legal y complejidad estructural
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece la naturaleza civil de los cuerpos policiales. Este precepto se desarrolla en la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (Lospcpnb), creada en 2009.
Esta ley constituye el pilar fundamental de un proceso de reforma que buscaba unificar y profesionalizar la policía bajo un modelo comunitario. Sin embargo, en la práctica el sistema sigue siendo una estructura compleja y multinivel, con cuerpos que a menudo se solapan en sus funciones.
Policía Nacional Bolivariana (PNB): Estandariza los procedimientos a nivel nacional, abarca desde el orden público, vigilancia de vías, hasta crimen organizado, cuenta con cuerpos de comando élite.
Policías estadales y municipales: A cargo de la seguridad ciudadana a nivel regional y local, por lo general son los primeros en responder ante el delito. Su proximidad a la comunidad los hace fundamentales, pero a menudo carecen de los recursos y capacitación necesarios.
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc): Organismo clave en la investigación criminal y recolección de pruebas. A pesar de su importancia, el Cicpc ha visto una estampida de funcionarios debido a los bajos salarios y la falta de incentivos.
El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin): Es la agencia de inteligencia y contrainteligencia de Venezuela. Es conocido como la policía política.
En el ámbito militar se encuentran la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), cumpliendo labores de seguridad ciudadana, resguardo de fronteras, lucha contra el tráfico de drogas, secuestro y guardería ambiental entre otras, y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) como organismo militar de inteligencia y contrainteligencia.
Finalmente la Policía Militar es la encargada del orden, seguridad, en el ámbito militar, en los distintos componentes de la FANB.
La sombra de la corrupción, bajos sueldos y crisis de talento
A nivel mundial los principales enemigos de la institución policial son la corrupción, la extorsión, el cobro de "vacunas" y la participación en redes criminales, males endémicos que han socavado su credibilidad.
Esta crisis se ve exacerbada por las condiciones laborales que no siempre son las mejores. Bajos salarios y falta de equipamiento desmoralizan a los funcionarios y los hacen más vulnerables a la corrupción.
Según datos de la Fiscalía, la situación es alarmante. En los últimos años, cientos de funcionarios han sido imputados por violaciones de derechos humanos. Esta cifra evidencia la urgencia de fortalecer los mecanismos de control y rendición de cuentas, que a menudo son ineficaces.
La UNES y sus desafíos
La Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) fue creada para centralizar y profesionalizar la formación de los funcionarios de seguridad ciudadana. Es pieza central en el intento de reforma y parte del principio de que los funcionarios deben tener una formación acorde a las exigencias actuales.
Pero su impacto está limitado por las realidades que enfrentan sus graduados: un entorno laboral hostil y violento, bajos salarios y la falta de un sistema de protección social que los dignifique son pocos incentivos.
“Muchos seguimos la carrera policial por vocación, no por el sueldo, pero la vocación se enfrenta a las adversidades del día a día”, dijo un funcionario policial consultado.
El trabajo conjunto que hay que hacer
La reconstrucción de la confianza en la policía requiere más que discursos, leyes y nuevas instituciones, implica cambios profundos en el paradigma del servicio policial.
Es imperativo dignificar a los funcionarios con salarios justos, equipamiento adecuado y un sistema de seguridad social robusto. Además se deben fortalecer los controles internos y externos, asegurando que la corrupción y la impunidad no sean las normas.
“La solución no está solo en manos de la policía, la ciudadanía debe asumir su papel en esta transformación, debe darle un trato digno a los funcionarios, terminar el criollo ‘como arreglamos esto’ y con el padrinazgo que erosionan la confianza en el sistema de justicia”, aseguró otro funcionario.
Solo así se podrá empezar a sanar la profunda desconfianza que ha fracturado la relación entre la policía y la sociedad venezolana.

En el área de la seguridad ciudadana, uno de los ángulos vitales es la policía, que está en contacto directo con la ciudadanía, es la encargada de velar por la seguridad de personas y bienes en el territorio nacional.
¿Cómo es el sistema policial?
El sistema policial venezolano es visto como un laberinto de jurisdicciones y competencias, que enfrenta las mismas crisis que padece la sociedad en general.
A pesar de los intentos de reforma, hay males que se instalan y contra los cuales la lucha parece ser cuesta arriba, los cuerpos de seguridad están atrapados en una lucha constante contra la corrupción, la falta de recursos y la fuga de talentos, todo esto ha erosionado drásticamente la confianza de la ciudadanía en sus policías.
La reestructuración profunda de los organismos es una demanda permanente, pero esa reestructuración no puede hacerse sin entender que la sociedad misma debe reorganizarse, asumiendo que la seguridad y el respeto por los derechos humanos en el país es una obligación de todos, no solo de determinados organismos.
Marco legal y complejidad estructural
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece la naturaleza civil de los cuerpos policiales. Este precepto se desarrolla en la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (Lospcpnb), creada en 2009.
Esta ley constituye el pilar fundamental de un proceso de reforma que buscaba unificar y profesionalizar la policía bajo un modelo comunitario. Sin embargo, en la práctica el sistema sigue siendo una estructura compleja y multinivel, con cuerpos que a menudo se solapan en sus funciones.
Policía Nacional Bolivariana (PNB): Estandariza los procedimientos a nivel nacional, abarca desde el orden público, vigilancia de vías, hasta crimen organizado, cuenta con cuerpos de comando élite.
Policías estadales y municipales: A cargo de la seguridad ciudadana a nivel regional y local, por lo general son los primeros en responder ante el delito. Su proximidad a la comunidad los hace fundamentales, pero a menudo carecen de los recursos y capacitación necesarios.
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc): Organismo clave en la investigación criminal y recolección de pruebas. A pesar de su importancia, el Cicpc ha visto una estampida de funcionarios debido a los bajos salarios y la falta de incentivos.
El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin): Es la agencia de inteligencia y contrainteligencia de Venezuela. Es conocido como la policía política.
En el ámbito militar se encuentran la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), cumpliendo labores de seguridad ciudadana, resguardo de fronteras, lucha contra el tráfico de drogas, secuestro y guardería ambiental entre otras, y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) como organismo militar de inteligencia y contrainteligencia.
Finalmente la Policía Militar es la encargada del orden, seguridad, en el ámbito militar, en los distintos componentes de la FANB.
La sombra de la corrupción, bajos sueldos y crisis de talento
A nivel mundial los principales enemigos de la institución policial son la corrupción, la extorsión, el cobro de "vacunas" y la participación en redes criminales, males endémicos que han socavado su credibilidad.
Esta crisis se ve exacerbada por las condiciones laborales que no siempre son las mejores. Bajos salarios y falta de equipamiento desmoralizan a los funcionarios y los hacen más vulnerables a la corrupción.
Según datos de la Fiscalía, la situación es alarmante. En los últimos años, cientos de funcionarios han sido imputados por violaciones de derechos humanos. Esta cifra evidencia la urgencia de fortalecer los mecanismos de control y rendición de cuentas, que a menudo son ineficaces.
La UNES y sus desafíos
La Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) fue creada para centralizar y profesionalizar la formación de los funcionarios de seguridad ciudadana. Es pieza central en el intento de reforma y parte del principio de que los funcionarios deben tener una formación acorde a las exigencias actuales.
Pero su impacto está limitado por las realidades que enfrentan sus graduados: un entorno laboral hostil y violento, bajos salarios y la falta de un sistema de protección social que los dignifique son pocos incentivos.
“Muchos seguimos la carrera policial por vocación, no por el sueldo, pero la vocación se enfrenta a las adversidades del día a día”, dijo un funcionario policial consultado.
El trabajo conjunto que hay que hacer
La reconstrucción de la confianza en la policía requiere más que discursos, leyes y nuevas instituciones, implica cambios profundos en el paradigma del servicio policial.
Es imperativo dignificar a los funcionarios con salarios justos, equipamiento adecuado y un sistema de seguridad social robusto. Además se deben fortalecer los controles internos y externos, asegurando que la corrupción y la impunidad no sean las normas.
“La solución no está solo en manos de la policía, la ciudadanía debe asumir su papel en esta transformación, debe darle un trato digno a los funcionarios, terminar el criollo ‘como arreglamos esto’ y con el padrinazgo que erosionan la confianza en el sistema de justicia”, aseguró otro funcionario.
Solo así se podrá empezar a sanar la profunda desconfianza que ha fracturado la relación entre la policía y la sociedad venezolana.

La desconfianza de la sociedad en sus cuerpos de seguridad es el resultado de años de corrupción, bajos salarios y falta de recursos (Imagen generada por IA)
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