Sombras del Mal: El Hijo de Sam
Un misterioso asesino sembró el terror en la ciudad de Nueva York de mediados de los años 70
Entre 1976 y 1977, la ciudad de Nueva York vivió sumida en el terror por los ataques de un asesino en serie que sería conocido como "El Hijo de Sam". David Richard Berkowitz, su verdadero nombre, dejó un saldo de seis muertos y siete heridos, convirtiéndose en uno de los criminales más notorios de la historia estadounidense.
Nacido el 1 de junio de 1953 en Brooklyn, David Berkowitz fue adoptado por Pearl y Nathan Berkowitz, una pareja judía de clase trabajadora. Su infancia estuvo marcada por problemas de comportamiento e inestabilidad mental. Tras servir en el Ejército y regresar a la vida civil, desarrolló un profundo resentimiento hacia la sociedad, especialmente hacia las mujeres jóvenes.
El 29 de julio de 1976, Berkowitz cometió su primer ataque con un revólver calibre 44. Disparó contra dos jóvenes que estaban en un automóvil: Donna Lauria murió instantáneamente, mientras que su amiga Jody Valenti sobrevivió. Este fue el inicio de una serie de ataques que repetiría durante un año.
Sus víctimas mortales fueron Donna Lauria, Christine Freund, Virginia Voskerichian, Valentina Suriani, Alexander Esaú y Stacy Moskowitz. La mayoría fueron atacadas en automóviles, durante la noche. Este patrón generó un clima de miedo en la ciudad, donde las parejas evitaban salir después del anochecer y las mujeres con cabello largo y oscuro (el perfil preferido por Berkowitz) comenzaron a teñirse o cortarse el pelo.
Lo que hizo particularmente notorio a Berkowitz fue su comunicación con las autoridades y la prensa. Dejaba cartas cerca de los cuerpos de sus víctimas y enviaba misivas al columnista Jimmy Breslin, del New York Daily News. En estas cartas, firmadas como "El Hijo de Sam", se burlaba de la policía y afirmaba actuar bajo órdenes demoníacas.
En una de sus cartas más famosas escribió: "Soy un monstruo. Soy el 'Hijo de Sam'. Sam me ordena matar." Berkowitz más tarde afirmaría que estas órdenes provenían del perro de su vecino Sam Carr, al que creía poseído por un demonio.
La noche del 31 de julio de 1977, Berkowitz atacó a su última pareja: Stacy Moskowitz y Robert Violante. Este ataque proporcionó a la policía una pista crucial: una multa de estacionamiento emitida cerca de la escena del crimen.
El 10 de agosto de 1977, los investigadores llegaron al apartamento de Berkowitz en Yonkers. Al ser arrestado, sonrió y dijo: "Bien, me atraparon. Soy el Hijo de Sam".
En junio de 1978, se declaró culpable de los seis asesinatos y fue sentenciado a seis condenas consecutivas de 25 años a cadena perpetua.
En 1987, Berkowitz experimentó una conversión al cristianismo evangélico y ha pedido ser conocido como "El Hijo de la Esperanza".
En prisión ha participado en programas de rehabilitación y ha expresado remordimiento por sus crímenes. Ha rechazado asistir a sus audiencias de libertad condicional, afirmando que no merece ser liberado.
Hoy, a sus 70 años, Berkowitz permanece en prisión, donde trabaja como consejero para otros reclusos. Su caso sigue siendo objeto de estudio para criminólogos y psicólogos, y continúa fascinando al público.
Nacido el 1 de junio de 1953 en Brooklyn, David Berkowitz fue adoptado por Pearl y Nathan Berkowitz, una pareja judía de clase trabajadora. Su infancia estuvo marcada por problemas de comportamiento e inestabilidad mental. Tras servir en el Ejército y regresar a la vida civil, desarrolló un profundo resentimiento hacia la sociedad, especialmente hacia las mujeres jóvenes.
El 29 de julio de 1976, Berkowitz cometió su primer ataque con un revólver calibre 44. Disparó contra dos jóvenes que estaban en un automóvil: Donna Lauria murió instantáneamente, mientras que su amiga Jody Valenti sobrevivió. Este fue el inicio de una serie de ataques que repetiría durante un año.
Sus víctimas mortales fueron Donna Lauria, Christine Freund, Virginia Voskerichian, Valentina Suriani, Alexander Esaú y Stacy Moskowitz. La mayoría fueron atacadas en automóviles, durante la noche. Este patrón generó un clima de miedo en la ciudad, donde las parejas evitaban salir después del anochecer y las mujeres con cabello largo y oscuro (el perfil preferido por Berkowitz) comenzaron a teñirse o cortarse el pelo.
Lo que hizo particularmente notorio a Berkowitz fue su comunicación con las autoridades y la prensa. Dejaba cartas cerca de los cuerpos de sus víctimas y enviaba misivas al columnista Jimmy Breslin, del New York Daily News. En estas cartas, firmadas como "El Hijo de Sam", se burlaba de la policía y afirmaba actuar bajo órdenes demoníacas.
En una de sus cartas más famosas escribió: "Soy un monstruo. Soy el 'Hijo de Sam'. Sam me ordena matar." Berkowitz más tarde afirmaría que estas órdenes provenían del perro de su vecino Sam Carr, al que creía poseído por un demonio.
La noche del 31 de julio de 1977, Berkowitz atacó a su última pareja: Stacy Moskowitz y Robert Violante. Este ataque proporcionó a la policía una pista crucial: una multa de estacionamiento emitida cerca de la escena del crimen.
El 10 de agosto de 1977, los investigadores llegaron al apartamento de Berkowitz en Yonkers. Al ser arrestado, sonrió y dijo: "Bien, me atraparon. Soy el Hijo de Sam".
En junio de 1978, se declaró culpable de los seis asesinatos y fue sentenciado a seis condenas consecutivas de 25 años a cadena perpetua.
En 1987, Berkowitz experimentó una conversión al cristianismo evangélico y ha pedido ser conocido como "El Hijo de la Esperanza".
En prisión ha participado en programas de rehabilitación y ha expresado remordimiento por sus crímenes. Ha rechazado asistir a sus audiencias de libertad condicional, afirmando que no merece ser liberado.
Hoy, a sus 70 años, Berkowitz permanece en prisión, donde trabaja como consejero para otros reclusos. Su caso sigue siendo objeto de estudio para criminólogos y psicólogos, y continúa fascinando al público.
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