EL UNIVERSAL

La madrugada del 27 de mayo, un Chevrolet Corsa color plata circulaba por la autopista Charallave-Ocumare del Tuy, sus tripulantes, el Dj Brahiam Gabriel Sánchez Romero, de 39 años de edad, y el ingeniero de sonido Omar Camejo regresaban a sus casas luego de pasar la noche amenizando una fiesta.
Cuando fueron embestidos por una camioneta Ford EcoSport, color azul, matrícula A855VB, el choque tuvo tal magnitud que el Corsa se incendió, ambos pasajeros quedaron atrapados y murieron carbonizados.
El mediodía del 10 de mayo, en San Antonio de los Altos, Luinor Gabriela Isava Velandria conducía su camioneta Toyota, modelo 4Runner, color dorado, placa MEW41G.
Se encontraba en el retorno de la urbanización Las Salias para dirigirse hacia Los Teques. Cuando tocó el turno de cruzar, un autobús que se dirigía hacia Caracas se cambió al canal rápido y se llevó por delante la camioneta que cruzaba. Mató a Luinor Gabriela. El semáforo tenía meses malo y el autobusero ignoró que un camión estaba dando paso a los vehículos.
La noche del 16 de abril Raime Oneiver Lorbeido Salazar, Junior Javier Chourios Urbanejo y Kleiber Salazar viajaban en sus motos por la avenida Bolívar de Caracas cuando se estrellaron contra un bus, los tres murieron.

Calles inseguras
“Las calles son inseguras”, esa es una realidad que le va como anillo al dedo a nuestro país. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los accidentes son la segunda causa de muerte en Venezuela, pero la ausencia de cifras nos deja en una terrible duda.
La página web World Life Expectancy, que recoge data vital de todos los países, señala la inseguridad vial como la sexta causa de muerte en Venezuela.
Estimaciones señalan que unas siete mil personas mueren en accidentes de tránsito en Venezuela cada año, la mayoría de ellos motociclistas.
World Life Expectancy señala que en 2020 unas 11 mil 127 personas murieron en accidentes de tránsito, poco más del 7% del total de muertes de ese año, con una tasa de mortalidad de 39,75 por cada 100,000 habitantes, que ubican a Venezuela en la posición 26 mundial.

El ranking mortal
El primer lugar entre las muertes en accidentes viales lo tienen las motos. Se estima que cada día mueren tres motorizados y 95 resultan heridos en accidentes en todo el país.
Especialistas en rescate señalan que las motos representan más del 80% del total de accidentes atendidos, mientras que datos de la Asociación Venezolana para la Prevención de Accidentes y Enfermedades (Avepae) ubican la cifra en 70% del total.
Lo que es cierto es que los accidentes que involucran a motocicletas tienen un gran impacto entre las víctimas, muchas mueren, pero la mayoría termina con lesiones graves, amputaciones y discapacidades motoras variadas que van desde la invalidez hasta la limitación total de movimientos.
Si a eso le agregamos que más del 85% de las víctimas residen en sectores de bajos recursos, podemos prever las terribles consecuencias de estos accidentes.
El segundo lugar lo ocupan los arrollamientos, con 34%, del total. Miles de personas anualmente pierden la vida cuando cruzan las calles o caminan por las calzadas y son embestidas por motos, carros y vehículos pesados
Vale destacar que, a diferencia de los accidentes con motos, en los que la mayoría de las víctimas son jóvenes, en los arrollamientos el grueso de las víctimas son niños, menores de edad y adultos mayores.
En tercer lugar de las muertes en accidentes viales se encuentran los ocupantes de vehículos, acompañantes y pasajeros que terminan muertos, la mayoría de las veces por no usar el cinturón de seguridad.

Una mano extendida
En momentos de crisis es cuando hace falta apoyo y manos que se extiendan para ayudar. En un país en el que hay tantas limitaciones y problemas, surgen iniciativas que se convierten en verdaderas tablas salvavidas para quienes necesitan ayuda.
Iniciativas como los Ángeles de las Vías y los Ángeles de las Autopistas, así como servicios como los que brinda Protección Civil, permiten dar respuesta a los afectados.
Jonathan Quantip, director de la ONG Ángeles de las Vías, destaca que mensualmente atiende un promedio de entre 100 y 150 siniestros en las autopistas caraqueñas, “de ellos cerca del 80% son motorizados, pero se trata de una muestra pequeña, ya que estamos limitados por nuestras características de voluntariado”.
Agregó que aunque se observa una vuelta a la normalización en el tránsito en Caracas, no hemos vuelto a los niveles previos a 2018, pero si hay un leve incremento en los accidentes. Sin embargo, no atienden a todos los lesionados porque muchos son trasladados a centros de salud por particulares.
Por su parte Wilbani Pitosin, director de los Ángeles de las Autopistas, destaca que, desde su perspectiva, las principales causas de accidentes son la imprudencia, el consumo de bebidas alcohólicas y en tercer lugar las fallas mecánicas.
Ambos rescatistas coincidieron en recomendar a los conductores y motorizados respetar las normas de seguridad, velocidad, uso de cinturón de seguridad y casco, evitar el consumo de bebidas alcohólicas antes o mientras se conduce y evitar el uso del teléfono celular, en los carros usar sillas para niños y en las motos no llevarlos.

Desconociendo las respuestas
En este tema se observa el impacto que tiene la falta de transparencia por parte del gobierno en lo relacionado con cifras y datos sobre la mortalidad del venezolano.
Esta limitación frena el análisis del problema y, por lo tanto, también sus posibles soluciones.
No sabemos cuál es situación real de los accidentes de tránsito en Venezuela, cuáles son las principales causas, cuántos conductores, pasajeros, motorizados o peatones pierden la vida en siniestros viales, dónde y por qué ocurren más accidentes, cuántos heridos y discapacitados hay, y mucho menos cuánto se invierte en atender a esas víctimas, cuántas tienen pensiones o ayudas especiales, ni cuál es el impacto de esos accidentes en la economía.
Entonces, nos preguntamos cómo diseñan campañas si se desconoce la realidad, qué programas han sido diseñados sin cifras. La realidad nos dice que no existen campañas de educación vial basadas en las respuestas a estas preguntas, simplemente porque no hay respuestas.