La noche del sábado un tiroteo retumbó en la noche petareña. Aunque no era extraño en el barrio José Felix Ribas, los vecinos sabían que en algún lado alguien estaba herido o quizá muerto. La violencia hace que la gente se acostumbre a escuchar tiroteos y el de esa noche no hizo que la vida de los vecinos cambiaran su rutina sabatina, quizá los más cercanos, salieron y vieron todo, un muerto más en la barriada más grande de Venezuela y una de las más grandes del mundo.
Poco tiempo más tarde llegaba al principal hospital del este de Caracas, el Domingo Luciani, el cuerpo de un hombre con múltiples disparos en la cara. Los funcionarios policiales de guardia lograron identificar la víctima: era conocida bajo el alias de El Chavo, miembro de jerarquía de la banda de Wilexis.
El cuerpo fue trasladado, como acostumbran a hacerlo los integrantes de esa banda: En un carro que detuvieron y a cuyo conductor obligaron a llevar el cadáver a un centro de salud. Así, se evitan que los organismos policiales lleguen hasta su territorio y averigüen más cosas.
Las informaciones que recabadas por los policías les permitió saber que alias El Chavo era la víctima más reciente de Wuileisys Alexander Acevedo Monasterios, alias Wilexis.

Petare: el corazón de una tormenta
Uno de los grandes mitos que rodean a Petare es el que define a esta parroquia del municipio Sucre como uno de los barrios más grandes del mundo, o al menos de América Latina. Sin estadísticas que validen ese mito es muy difícil decir que eso sea cierto, sin embargo, es importante destacar que con casi 450 mil habitantes es el más grande de Venezuela.
Debemos destacar que Petare no es un barrio único, es una parroquia integrada por todo un abanico de sectores, entre los más populares y la clase media alta. Una cosa es segura: no es un barrio, son decenas de barrios y urbanizaciones, una enorme amalgama de clases sociales.
El problema con este tipo de mezclas que reúnen a miles de habitantes en espacios tan reducidos es que son una bomba de tiempo. Son áreas difíciles de controlar, las autoridades enfrentan problemas de infraestructura, transporte, servicios y por supuesto de seguridad.

Datos de la violencia
Como se ha dicho en otras oportunidades, la falta de datos oficiales sobre la violencia en Venezuela, impide hacer análisis de la situación. Esta falta dio pie para que nacieran iniciativas de recopilación de datos que para comprender la magnitud de la situación que se atraviesa. Así nacieron iniciativas académicas como el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), o periodísticas como el Monitor de Víctimas (MdV)
El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) señaló que para el año 2018 Petare tuvo una tasa de 112 asesinatos por cada 100 mil habitantes, cifra que cayó a 80 para el año 2022.
Según el OVV esa disminución responde a dos causas principales: la migración masiva de ciudadanos y la política de mano dura del régimen a través de iniciativas como la Operación para la Liberación del Pueblo (OLP) y los procedimientos de la Policía Nacional Bolivariana y el Cicpc.
Por su parte el Monitor de Víctimas (MdV) hizo otros hallazgos sobre el comportamiento de la violencia. Entre ellos se encuentran que Petare fueron asesinadas 959 personas, cerca del 20% de los 4871 crímenes ocurridos en Caracas entre mayo de 2017 y abril de 2023.
Según el MdV en los cuatro primeros meses de 2023, 38 personas murieron en Petare, 35% de las 108 personas muertas en Caracas.
Más del 97% de los 38 víctimas eran hombres, 20 de ellos eran morenos y 34 tenían como mucho educación secundaria como formación académica, además 31 de ellas tenían entre 17 y 41 años o sea que estaban en plena edad productiva.
Cuando vemos a los victimarios observamos que 18 de ellos pertenecían a los cuerpos policiales y 17 eran miembros de bandas delictivas, en dos casos se desconocía mayores datos.
La violencia en Petare se mudó a las calles, 25 de las víctimas murieron en la vía pública, y 13 en viviendas. Los principales móviles fueron: ejecución por funcionarios policiales con 11 asesinatos, con nueve están los ajustes de cuenta; le siguen casos de resistencias a la autoridad con cinco casos; riñas y muertes a determinar con tres decesos, los robos dejaron dos muertos y una persona falleció al quedar atrapada en la línea de fuego.

Complementaria
Una larga y sangrienta guerra
Las guerras entre bandas son un escenario tradicional en la vida delictiva. Siembre habrá una organización que quiera el territorio de otra.
En Petare el epicentro de la violencia se ubica en una guerra entre las bandas de “Wilexis” que controla los sectores José Félix Ribas y “Los Chicorrios” que reina en los barrios del sector Fechas Patrias.
Aunque esta guerra tiene varios años, no es la primera a la que enfrenta la organización de Wuilexis Alexander Acevedo Monasterios, recordemos que entre los años 2018 y 2020 un sujeto identificado como Chistian René Tovar Uribe, alias "el Gusano" le disputó el territorio al grupo de Wilexis, pero tras dos años esa guerra terminó El Gusano murió en un enfrentamiento con el Cicpc. Pronto surgirían Los Chicorrios y la guerra se extendería hasta el presente y ha cobrado la vida de 189 personas desde 2017.
Hasta los momentos los esfuerzos de las autoridades se han limitado a violentos operativos que terminan siendo rechazados por las comunidades que quedan atrapadas entre la violencia criminal y la violencia policial.
Recordemos que uno de los mecanismos utilizados por alias Wilexis para impedir la acción policial es la protesta vecinal.
La última de estas protestas ocurrió el pasado 8 de mayo, cuando obligaron a vecinos y comerciantes a participar en una protesta en el barrio José Félix Rivas, en rechazo a los operativos realizados por los cuerpos de seguridad y contra un comunicador social.
Al final, mientras no se exploren otros mecanismos para la solución de los conflictos con las bandas delictivas, la violencia será la gran protagonista de esta historia.