Desde hace años ha existido la impresión de que los grandes delincuentes venezolanos son intocables, sus bandas operan libremente desde la Cota 905, El Valle o Petare hasta los penales; desde pueblos y fronteras hasta los verdes parajes de Barlovento mirandino. El plomo terminó marcando territorios mientras las autoridades permanecían de brazos cruzados.

Pero a mediados de este año algo cambió en esta dinámica. De pronto algunas megabandas se hicieron más ambiciosas, asesinaron a mansalva e intentaron imponerse fuera de las zonas que les daban protección, ese error les costó su existencia.

El fin de la era de Koki
La banda más famosa del país, dirigida por el triunvirato integrado por Carlos Luis Revete, alias "Koki"; Carlos Calderón, "Vampi", y Garbis Ochoa Ruiz, “Garbis” se mantuvo imbatible durante más de diez años en Caracas, pero ese reinado caería este año cuando intentarían crecer hacia La Vega.

Esto hizo que el año 2021 estuviera marcado por ataques armados desde la Cota 905 que convirtieron a El Paraíso y la autopista Norte Sur en una zona de guerra donde la policía no actuaba, por lo general los funcionarios recibían órdenes de replegarse en vez de detener a los agresores mientras los civiles heridos y muertos se acumulaban ante una inexplicable parálisis policial.

Finalmente cuando la población civil se convirtió en el blanco de los delincuentes las autoridades despertaron de su letargo y el 12 de julio iniciaron la operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro, que puso fin a la ola de terror que se generaba desde la Cota 905.

En el operativo murieron más de 30 personas, entre ellas varios inocentes. Pero ninguno de los líderes de la banda fue detenido, herido o muerto. Koki, Garbis y Vampi evadieron el cerco policial.

Loco Leo muerto en Guaicoco
Mientras eso sucedía, Loco Leo y su banda tendrían una cita con el destino. Estaban en la mira del Cicpc desde abril de 2020 cuando fue asesinado el detective del Cicpc Deivis Quintero.

La operación realizada entre el 12 y el 15 de julio de 2021 en la Cota 905 se extendió a El Cementerio y El Valle, pero a pesar de la presión policial Leonardo José Polanco Angulo, alias “Loco Leo”, escapó, se refugió en el municipio Sucre de Caracas.

El 12 de agosto funcionarios de las FAES llegaron hasta esa guarida y en una operación nocturna mataron al temible delincuente.

En octubre al menos ocho integrantes de esa banda se reorganizaban en Coche, pero fueron ultimados en otro operativo, esta vez encabezado por el Cicpc que vengaba a su detective muerto.

Violencia barloventeña
La banda de Esteban Eduardo Quintana, alias “Eduardo Delicias”, es otra megabanda que a pesar de que tenía un largo y sangriento historial, siempre logró evadir a las autoridades, al menos eso hicieron hasta el 6 de octubre pasado, cuando en una falsa alcabala asesinaran a los oficiales Eduardo Henríquez, jefe de la delegación y Joel Amador, jefe de Investigaciones del Cicpc Caucagua.

A partir de ese momento se inició una cacería en la que han muerto al menos 20 integrantes de esa banda, incluido el propio Eduardo Delicias, quien cayó el 5 de diciembre en un tiroteo en la población de El Delirio, en Barlovento. El asesinato de los dos altos mando del Cicpc marcó el punto de inflexión que llevó a las autoridades a actuar.

Del Tren del Llano se muda al estado Sucre
Esta historia de violencia cierra a principios de noviembre cuando uno de los delincuentes más buscados del país resultó muerto en un sorpresivo operativo en el estado Sucre.

El heredero de la banda el Tren del Llano, Gilberto Malony Hernández, alias “El Malony”, caía junto a una veintena de compinches en una población cercana a San Juan de las Galdonas, en el estado Sucre, en una impresionante operación policial.

Malony había mudado su operación criminal a esa entidad para participar en el negocio de las drogas, pero al parecer hombres bajo su mando habrían robado un importante cargamento a un cártel internacional, en venganza fue filtrada la ubicación de la banda a las autoridades policiales y todos los que estaban en el sector terminaron muertos.

Izquiel:  Hace falta una política contra el crimen organizado
Al respecto el criminólogo Luis izquiel señala que lo cierto es que no hay ningún plan de seguridad diferente al de los Cuadrantes de Paz, “programa que no ha marcado ninguna diferencia en materia de lucha contra el crimen”.

“Es difícil saber qué ocurrió para que, después de tantos años de impunidad, las autoridades decidieran actuar. Quizá nos encontramos ante un cambio en la actitud del gobierno, aunque oficialmente no hay nada nuevo”.

Izquiel destaca que el crimen organizado se ha fortalecido durante los últimos años y mientras haya impunidad esa tendencia continuará con nuevos actores que surgirán o con viejos que se harán fuertes.

“La única opción que veo para revertir esta tendencia es que se produzca un cambio institucional en Venezuela, que exista una verdadera voluntad política para combatir al crimen organizado y no acciones puntuales que respondan a intereses particulares o a circunstancias específicas”.

“Necesitamos una política contra el crimen organizado, no solo atacar a bandas cuya derrota podría dar una falsa sensación de seguridad. Sin planes definidos tarde o temprano surgirán nuevos actores y bandas, el objetivo es impedir eso”, concluye.